"La región tiene la necesidad de una alternativa"

Manuela Lillo
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Entrevista con la portavoz del Grupo Popular en el Congreso

“La región tiene la necesidad de una alternativa” - Foto: Rueda Villaverde

Concepción (Cuca) Gamarra es portavoz del Grupo Popular en el Congreso desde agosto de 2020, cargo en el que sustituyó a Cayetana Álvarez de Toledo y al que ha dado su toque de moderación.

Tras superar las mociones de Murcia y de Castilla y León, ¿en qué mo mento se encuentra el PP?

Nos encontramos en un momento tranquilo y sobre todo, seguros de nosotros mismos. El PSOE intentó, con la colaboración necesaria de Cs y de Podemos, generar inestabilidad en nuestro país, a través de mociones de censura y, sin duda, el PP lo que ha demostrado es, primero, su fortaleza y, segundo, que es el garante de la estabilidad y esa estabilidad es la que necesita España.

“La región tiene la
necesidad de una alternativa”“La región tiene la necesidad de una alternativa” - Foto: Rueda Villaverde¿Cómo ve el clima político en Castilla-La Mancha?

Creo que en Castilla-La Mancha lo que hay es algo que se reproduce en todos los sitios donde gobierna la izquierda, el PSOE, y es la necesidad, cada vez más acuciante, de que una alternativa llegue a las instituciones y en este caso que llegue a Castilla- La Mancha de la mano de Paco Núñez y del PP.

En esta región han dimitido dos diputados de Cs en las Cortes, ¿cree que el futuro pasa porque el PP absorba a Cs? ¿Hay conversaciones entre el PP y Cs que puedan desestabilizar pactos como los que hay en Ciudad Real y en Albacete?

“La región tiene la
necesidad de una alternativa”“La región tiene la necesidad de una alternativa” - Foto: Rueda VillaverdeNo, no hay... El PP no es un partido que busque la inestabilidad, ni desestabilizar. Lo que sin duda se está produciendo y va a seguir es lo que va a hacer el votante de centro derecha, y es una decisión personal de todos y cada uno de ellos, y es el apostar por un proyecto fuerte, que aglutine, abierto, amplio, que lo que permite es, desde la estabilidad y la suma, ser la alternativa real que Castilla-La Mancha necesita frente a las políticas de izquierdas y frente a Page, y eso no se trata de absorciones, se trata de decisiones que desde las bases, desde el votante, se están empezando a producir y se producen ante la desilusión que ha generado una nueva política que desde el planteamiento de más pluralidad al final lo que ha traído ha sido más inestabilidad.

Pablo Casado aseguró que el multipartidismo ha sido la peor noticia en 10 años para la democracia en España. Con una derecha fragmentada, ¿es posible plantear una unión del centro derecha tras volar todos los puentes con Vox?

No sólo es posible, sino que necesaria y a eso es a lo que invitamos a la sociedad española y castellano-manchega, a unirnos, a conformar frente a lo que el multipartidismo ha traído en términos de inestabilidad, generando confianza y estabilidad uniéndonos en torno al voto, que es una decisión personal. Ese es un camino que ha empezado hacia la estabilidad y la confianza que es imposible ya pararlo.

¿La situación actual de Cs favorece que el PP aglutine más voto?

Sí, creo que es un momento en el que la situación de Cs lo favorece, pero no hay que olvidar que esa situación viene promovida de sus propias acciones y, por otro lado, que también previamente se han buscado otras fórmulas, pero es cierto que ahora, ante el fracaso que ha supuesto esa nueva política, la llegada de Podemos y Cs a la política española, al final han sido elementos de inestabilidad y el efecto que han generado es lo que hace que los ciudadanos empiecen a pensar en otros modelos.

En Castilla-La Mancha, el PP ha hablado del temor a una subida de impuestos, ¿en qué se basa ese temor?

El temor que tienen que tener los ciudadanos está basado en lo que el PSOE y la izquierda llama armonización. Ellos llaman armonizar a eliminar la posibilidad de la política de bajos impuestos que promueve el PP y eso de manera directa es subir impuestos. Cuando desde las filas del PSOE y de Podemos, además ba- jo las exigencias de Esquerra Republicana, se habla de armonización, lo que se busca es evitar que allí donde gobierna el PP se bajen los impuestos y a eso es a lo que nos referimos. Es un temor fundado porque cuando dicen que es necesario armonizar dicen: ‘Es necesario armonizar para evitar que se llevan a cabo las políticas que el PP lleva a cabo en Madrid’, que es bajar los impuestos y, por tanto, es imponer un modelo impositivo sólo de subida de impuestos.

La semana pasada conocimos los datos del paro y en el caso de Castilla-La Mancha, el presidente García-Page destacó la creación de empleo que se ha logrado a pesar de la pandemia, ¿cómo lo valora?

Lo que necesita Castilla-La Mancha son otras políticas económicas, políticas que de verdad creen empleo y actividad económica para la región, lo que necesita es un futuro basado en la creación de empleo y para eso es necesario tener la posibilidad de bajar impuestos, que es lo que el PP quiere hacer, lo que Paco Núñez quiere hacer en esta comunidad autónoma, y además promover políticas económicas de libertad y que den capacidad para la creación de más empresas. Para eso es necesario cambiar al gobierno de España y cambiar al gobierno socialista que hay en esta comunidad.

¿Cree que Paco Núñez sería el mejor candidato en la región para unas próximas elecciones teniendo en cuenta los resultados de la anterior?

A Paco lo conozco desde hace muchos años porque hemos sido alcaldes los dos y hemos coincidido en esa etapa y es un dirigente que está demostrando durante este difícil año de la lucha contra el COVID que quiere a esta región y sobre todo, con esa capacidad de trabajo que tiene, está siempre sobre el terreno, en todos los rincones siempre está pensando y buscando soluciones para los problemas reales y esos son los políticos que hoy se necesitan, los que desde a pie de calle, en todas las provincias, están pensando en qué es lo que necesita cada sector y está consiguiendo que esas demanda, donde no llega Page porque no le importa lo que le pasa a la agricultura y no lucha por ella, o no le importa qué le pasa a un sector como el del calzado, ahí está siempre Paco Núñez. Está con un trabajo intenso que va a dar sus frutos. Creo que es un gran político y que por él pasa el futuro de esta comunidad.

Por tanto, ¿sería el mejor candidato?

Yo creo que es muy buen candidato.

En cuanto a la pandemia, ¿piensa que el Gobierno de España ha hecho algo bien en la gestión?

A mí me gustaría decir que sí, pero, lamentablemente, tenemos un gobierno de España que ha llegado tarde y mal a todo y que ha decidido que la mejor manera de no desgastarse era no mojarse y eso en política no puede salir gratis. A un político cuando vienen mal dadas, lo que se le exige es ponerse al frente de ese barco, para eso lo hemos elegido, y dar lo mejor de sí mismo y un poco más para intentar buscar soluciones para su país y sus ciudadanos. Lamentablemente, los españoles hemos tenido a un presidente del Gobierno  que primero negó lo que es- taba pasando y luego nos ha estado mintiendo mes tras mes sobre lo que ocurría. No ha sido capaz todavía ni tan siquiera de reconocer los más de 100.000 muertos de nuestro país. Ese reconocimiento es la humildad que le falta porque su gestión está caracterizada por la mentira, la soberbia y la ineficacia. Estos tres elementos hacen que sea imposible decir que ha hecho bien las cosas. Además, cuando comparamos cómo están otros países europeos, España siempre  está peor y eso no es por casualidad, porque el virus ha sido el mismo, pero el resultado de la gestión sitúa a unos países mejor que a otros. España siempre está a la cola y esto es porque su presidente no ha sabido dirigir un gobierno o no ha querido hacerlo y ha dejado solo a todo el mundo.

¿Confía en que a finales de agosto esté el 70% de la población vacunada?

Creo que Sánchez es un mentiroso compulsivo y lo peor es que falta un plan nacional de vacunación que dé confianza y seguridad a todos los españoles, que diga cómo hay que hacer las cosas, donde siempre deja solas a las comunidades autónomas y la vacunación es utilizada por Sánchez como un elemento de campaña electoral. Lo hizo en las catalanas con Salvador Illa y a día de hoy no se han cumplido las expectativas de lo que él mismo prometió. A 31 de marzo se tenía que haber vacunado al 80% de los mayores y no lo estaban, porque no había vacunas, pero nos mintió, así que creo que ahora nuevamente ha utilizado Moncloa para hacer campaña y ha utilizado la esperanza que para los españoles supone la vacuna para hacernos una promesa que no está en disposición en estos momentos de decir que pueda cumplir.

Castilla y León decidió por su cuenta suspender la vacunación con AstraZeneca, ¿las comunidades autónomas del PP están actuando con deslealtad saliéndose de la estrategia nacional de vacunación?

Es que no hay una estrategia nacional, ese es el gran problema. Es que el Gobierno de España ha dejado so- las a las comunidades autónomas en la gestión de la crisis. No hay un plan nacional y cuando la consejera de Castilla y León llamó a la ministra, ésta le ha dicho: ‘Es tu responsabilidad, tú sabrás’. Esta es la demostración de que al final el que está en una Consejería es el que tiene que asumir las responsabilidades y adoptar las decisiones. Son decisiones muy complicadas y creo que siempre hay que valorarlas desde la confianza y desde la prudencia, sobre  todo desde la confianza de que quien la adopta lo hace en base a criterios de prudencia y de evidencia científica.

¿No hay una rebelión o búsqueda de las comunidades del PP de una estrategia de vacunación diferente?

Las comunidades autónomas lo que buscan son soluciones ante la falta de respuestas por parte del Ministerio y creo que cuando uno no tiene respuestas por quien tiene que dárselas, que es el Gobierno de España, y en vez de rendirse, da un paso al frente y las asume, no hay que censurarlo, sino que creo que hay que reconocerle su valentía.

¿Cuál cree que será la solución una vez que finalice el estado de alarma y no se ha aprobado aún el ‘plan b’ que ha pedido el PP?

Me gustaría pensar que ese anuncio (el de no prorrogar el estado de alarma) no se hace también en clave electoral, que se hace pensando en el interés general, pero lo que ha generado es desconfianza e inseguridad y el propio consejero de Castilla-La Mancha hacía unas declaraciones poniendo en duda que haya seguridad jurídica si no se adoptan medidas el 10 de mayo. Es lo que le venimos exigiendo desde hace ya un año desde el PP a Pedro Sánchez: la necesidad de dotarnos de instrumentos jurídicos, llevar a cabo reformas legislativas para que se pueda afrontar la situación en cada momento sin recurrir al estado de alarma y para que aquel que está al frente de la Consejería, de un gobierno autonómico, tenga los instrumentos que necesita para no tener que pedir un estado de alarma, pero poder luchar contra la pandemia. Eso, un año después, no lo tenemos en nuestro país y un buen presidente del Gobierno hubiera impulsado desde el primer momento reformas legislativas. Eso es lo que lastra toda la gestión de Sánchez durante la pandemia. Es lo que hemos llamado el ‘plan b’, que le volvemos a plantear al presidente del Gobierno.

El PP ha dado por zanjada la relación con la corrupción, pero los juicios siguen, ¿teme que haya sentencias que reabran ese problema?

El PP tiene una dirección que elegimos todos los afiliados, que tiene un compromiso firme con la transparencia y con la lucha contra la corrupción y, además, que tiene una responsabilidad para ofrecer a los españoles un proyecto alternativo a lo que representa Sánchez y Podemos en el Gobierno de España. En ese sentido, hemos tomado una decisión y la decisión es que vamos a trabajar por y para los españoles en los problemas que tienen día a día y sobre este asunto no tenemos nada que decir porque tampoco conocemos nada de lo que pasó.

¿La dirección nacional está preparando los congresos en las comunidades autónomas?

Sí, es un proceso que se lleva desde la dirección del partido, desde el área de organización, y está transcurriendo conforme a lo que, dentro de nuestros órganos internos como es el comité ejecutivo y la junta directiva nacional hemos acordado y se ha planteado. Ahora mismo está toda esa fase de renovación y de congresos provinciales que se están desarrollando  creo que muy bien.

La moderación le ha acompañado este tiempo como portavoz, ¿le han pedido que sea más agresiva?

A mí me gusta ser firme y contundente cuando tengo que serlo, pero también hacerlo de una manera correcta y directa. Hay quien a eso le llama moderación, bueno, que se le llame así, como cada uno considere. El presidente Casado me conoce muy bien y cuando pensó en mí para esta responsabilidad no me cabe ninguna duda de que lo hizo para que fuera como soy. Yo llamo al pan, pan y al vino, vino, digo lo que está bien y lo que está mal, tengo mi propia manera de hacerlo y así voy a seguir, denunciando todo lo que está mal y ofreciendo siempre una alternativa que sea positiva para España y para los españoles. El PP es un partido de grandes mayorías y éstas se consiguen desde una capacidad de suma, de respeto, y de pensar siempre en que aquel que tiene matices en relación con lo que tú piensas seguro que tiene razones y en pensar en lo que te une y no en lo que te separa.

Pero en el Congreso actualmente se ve poca unión...

El Congreso vive momentos con mucha crispación y ante ello tienes dos opciones: dejarte llevar por esa crispación y participar de la misma o, a veces, contenerte para mantener la calma y el equilibrio. A mí muchas veces me preguntan qué esperan los españoles de sus representantes y yo no quiero que nunca un votante del PP no pueda sentirse representado en lo que digo o en cómo lo digo. Es cierto que hay momentos de mucha crispación y es una grandísima responsabilidad no dejarnos llevar por el enfrentamiento y la crispación, sino buscar y ofrecerle a los españoles puntos de encuentro, de moderación y de respeto. Eso es importantísimo en política, más que chillar y más que insultarse. Yo huyo del chillo y del insulto porque al final lo que genera es que se pierda el respeto a la política con mayúsculas y que los españoles no confíen en las instituciones.