«La buena Ciencia comparte el espíritu de la Navidad»

Inmaculada López Martínez
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Es la primera mujer en dirigir del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria y presume de ser hija de Eugenio García 'Vergami'

La guadalajareña Laura García Bermejo. - Foto: L.T.

Un cuidado y emotivo pregón a cargo de la doctora en Genética y Biología Celular, Laura García Bermejo (Guadalajara, 1970), dio la bienvenida de manera oficial a la Navidad de la capital el pasado sábado.   

¿Qué supuso para usted ser la pregonera de la Navidad de Guadalajara?

Fue algo muy sorpresivo porque no todo el mundo es convocado a un evento de estas características. Además, como científica, soy una persona que suele pasar desapercibida si bien este año, desgraciadamente, se ha puesto encima de la mesa la importancia de la ciencia y de la investigación. Por otro lado, ser pregonera de la Navidad ha supuesto un orgullo, un gran honor y una enorme responsabilidad. 

La guadalajareña Laura García Bermejo.La guadalajareña Laura García Bermejo. - Foto: L.T.¿Qué mensaje quiso transmitir en sus palabras?

En mis palabras, traté de establecer un paralelismo entre la Ciencia y la Navidad. Primero, porque creo que la manera de hacer buena Ciencia comparte el espíritu y muchos de los valores que transmite la Navidad. Segundo, porque soy una científica convencida pero también soy una persona religiosa, soy católica, y quise explicar que hacer buena Ciencia y Ciencia rigurosa es absolutamente compatible con tener y vivir una fe. Para que no sea exclusivamente mi opinión la que en este contexto se erige como verdadera, hice referencia a uno de los científicos más relevantes que ha tenido este país y que da nombre al instituto que dirijo y que, además, es para mí un gran referente: don Santiago Ramón y Cajal. Por otro lado, aproveché para poner de relevancia instituciones científicas como las que dirijo, donde se hace investigación biomédica de verdad porque está nucleado en torno a un hospital de alto nivel asistencial y que, precisamente, tiene ese alto nivel asistencial porque tiene un alto nivel investigador. No se puede ofrecer una asistencia de calidad sin una investigación, una tecnología y una oferta terapéutica a la última. Es importante que conozcamos instituciones claramente líderes en investigación y en asistencia como es el Instituto de Investigación Sanitaria Ramón y Cajal, más aún sabiendo que el Hospital Ramón y Cajal es el hospital de referencia para Guadalajara.

¿Son las Navidades unas fechas entrañables para usted?

Son entrañables pero también son fechas de recuerdo. Mis padres están fallecidos y si todos los días les echo de menos, en estas son fechas en las cuales hay reuniones familiares, todavía más. Aunque yo he dado el pregón navideño en Guadalajara, creo que es una de las cosas que mi padre debería haber hecho como persona absolutamente entregada a la ciudad, como persona que ha visibilizado Guadalajara y que dio todo por esta ciudad en su desarrollo profesional y personal. Realmente, este pregón fue por él. Estoy segura de que estuvo atentamente escuchando mis palabras y tomando notas como buen maestro y periodista para hacerme la reflexión correspondiente.

¿Qué recuerdos guarda de esas Navidades de niña en Guadalajara?

Muchos, pero el que me traslada más intensamente a Guadalajara es el de la Cabalgata, esos nervios que se me ponían en el estómago cuando la veía pasar por la calle Mayor y por el paseo de las Cruces y gritaba con mi madre a los Reyes para pedirles los regalos. Mi Rey favorito era Baltasar y lo sigue siendo.

Su padre, Eugenio García de Miguel Vergami, fue una persona muy popular y querida en Guadalajara. ¿Cómo influyó en su vida?

¡Cómo sigue influyendo en mi vida! Esto es un pasado, es un presente y es un futuro. Los seres vivos tenemos dos conceptos claves que son la genética y la epigenética. La genética es la base de genes que nos hacen ser humanos, que todos compartimos en un 98 por ciento y de la que nuestro padres son cien por cien responsables (cada uno en un cincuenta por ciento). En mí hay un 50 por ciento de Eugenio y un 50 por ciento de Laura, que era mi madre. Pero, por encima de eso, está la epigenética que son todas aquellas modificaciones que vienen influidas por el ambiente. Si de mi genética le echo la culpa a mis padres, de mi epigenética se la echo al 95 por ciento. Soy un 195 por ciento de influencia de Eugenio y Laura. Por supuesto, la figura de mi padre y de mi madre están presentes en mí todos los días. De hecho, hay gente que me define como «Versión Eugenio 2.0». Una de las cosas que aprendí de mi padre fue la escribir fantásticamente. No le llego a la suela de los zapatos, pero he tratado de que la mente de mi padre me invadiese a la hora de escribir este pregón. Estoy seguro que él lo hubiera hecho mejor, pero creo que en la forma de escribirlo está muy presente mi padre.

¿Cómo asume ser la primera mujer en dirigir el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria?

Ha significado mucho no por lo que supone tener un cargo y llamarse directora sino porque llevo 20 años trabajando aquí. Entonces, ser capaz de contribuir desde la posición de dirección a la institución que me ha visto crecer como investigadora independiente, como investigadora líder y cómo mujer investigadora líder, no tiene precio. Siempre le estaré eternamente agradecida a esta institución y mi manera de devolverlo desde la dirección es tratar de potenciarla, de visibilizarla y de llevarla a la excelencia que creo que se merece.

¿En qué investigaciones trabajan en estos momentos?

El Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (http://irycis.org) trabaja en multitud de campos. Invito a todo el mundo a que nos conozca y a que reconozca el talento que esta institución tiene. Somos 1.420 investigadores dentro de los casi 5.500 trabajadores que tiene el Hospital Ramón y Cajal. Entre ellos, hay científicos de los más prestigiosos del mundo. Por ejemplo, somos muy potentes en el área de infecciosas, en el área de resistencia a antibióticos (que será la próxima pandemia, ya que en el año 2050 será un grave problema de salud), en cardiología, en envejecimiento, en estudio de microbiota, en esclerosis múltiple, hacemos investigaciones en prácticamente todas las patologías crónicas graves y, por supuesto, en cáncer también. Me gustaría resaltar que todos estos líderes reconocidos por hechos objetivos y de excelentes trayectorias a nivel profesional, exhiben una excelencia personal y una calidad humana que multiplica por cien su excelencia científica.

¿De qué manera ha influido la llegada del Covid en este trabajo?

Todos esos líderes científicos son médicos ante todo y han estado aquí durante la pandemia dándolo todo, sin librar guardias y organizándose en un grupo macro-Covid que ha permitido que este hospital de 900 camas se extendiese a 1.200 en los momentos más críticos de la pandemia y se haya salvado muchas vidas. Pero, a la vez que hacían eso y que doblaban y triplicaban turnos, fuimos el primer instituto de la Comunidad de Madrid en abrir y desarrollar estudios clínicos para estudiar el Covid. Esto ha permitido que los servicios del Hospital y el Instituto se cohesionaran todavía más y que hayamos preparado a la institución para futuros golpes de estas características. 

¿Qué medidas prioritarias se deberían emprender para impulsar el papel de la mujer en la ciencia?

Debemos normalizar que las mujeres compatibilicen sus labores maternales, de pareja y de cuidados de sus hijos con las posiciones de directiva; debemos normalizar  que ante una misma posición un candidato femenino esté tan preparado como uno masculino; y debemos normalizar que nuestros liderazgos van a ser ejercidos desde la feminidad, será diferente del líder masculino pero compatible, sinérgico y potenciable.

Y su deseo para 2022 es...

Tengo muchos deseos, soy muy pidona. Pero, sobre todo, me gustaría que la humanidad no perdiera sus características de sociedad y de colectividad. Creo que la pandemia ha sido un test de estrés para esto, que ha potenciado muchas de las cualidades que tenemos los humanos pero, desgraciadamente, nos ha hecho perder alguna de las características de esa colectividad como es el contacto y las maneras de reconocernos los unos a los otros. Me gustaría que recompusiésemos todo eso porque será cuando de nuevo volvamos a ser humanidad y seres humanos. Deseo que la humanidad recuperemos mucho de los que nos hace humanidad y es el que somos una colectividad.