Todo lo que tiene de agreste y de naturaleza poco alterada lo tiene de lugar tranquilo y apacible. Es un sitio casi despoblado para el que le guste la soledad de estos bellos parajes que se encuentran dentro del Parque Natural de Sierra Norte, donde seguro disfrutaremos de interesantes jornadas de campo, por su altitud, clima, fauna y variados paisajes.

Es uno de los pueblos a mayor altitud de toda la provincia pues esta a más de 1.300  metros, lo que nos da una idea de qué temperatura puede hacer en estos días  aunque estemos en plena primavera. Los árboles de hoja caduca apenas si han despertado de su sueño invernal, faltando un tiempo para terminar el desarrollo de las hojas, casi con un mes de retraso con Guadalajara capital por poner un ejemplo. En ellas hay pálidos verdes de múltiples tonalidades, en donde veremos algunas de las aves que insistentemente lanzan sus trinos marcando el territorio como el pinzón vulgar, el escribano montesino o el verdecillo.

La parte más baja de su término se encuentra a 1.100 metros, por donde transcurre el río Sorbe. El Pico de Prado Cerrajo es el que establece una cota de 1.780 metros, la más alta, junto a otros cerros como el Porrejones,  de 1.690 metros, que son de los más altos entre la Sierra de Pela y el Pico Ocejón. Entre ellos mana un manantial llamado Picozo del que se abastece el pueblo. No es el único arroyo, como el de los Gamos, Valdelacasa o del Borbollón llevan sus aguas al Sorbe entre Valdepinillos y la Huerce, en la zona oeste de su término en el lugar donde se juntan los ríos el Sorbe que viene de la parte de Galve, con el río Hoz que tiene su nacimiento en el Parque Natural de la Tejera Negra.

Valdepinillos Se nos ofrece un gran variedad de rutas todas de gran interés, de mayor o menor número de kilómetros y sin demasiada dificultad. es el caso de la de Mojón Cimero, Peña de Osar y Cabeza Grande. Hay otras como la subida desde el río al Pico del Campo. Es algo más difícil, por lo que conviene elegir un calzado cómodo y ligero que nos proteja y lo imprescindible en cuanto a ropa, agua y comida evitando peso superfluo.

Todo este conjunto natural de bosques de pino, roble, encina y monte bajo, ríos y considerables alturas de sus cerros albergan una rica fauna, no solo de mamíferos también de aves. En lugares donde la vegetación no es muy alta no será difícil ver, incluso en pleno día, a los corzos. Pronto cambiarán el color gris con el que han pasado el invierno. Por el rojizo destacando más fácilmente entre el matorral. El resto de animales como el jabalí, zorro o tejón será la suerte la que nos premie con alguno al ser sorprendido. El de las aves sí que es el grupo más numeroso y fácil de ver. Sucede con las las grandes rapaces, el águila real,a las que les gusta sobrevolar las interminables laderas en busca de una presa. Buitres, milanos, el azor y al gavilán son solo algunas de ellas. El cuervo y la corneja negra son los córvidos más frecuentes y como es lógico hay una buena cantidad de aves insectívoras y granívoras de pequeño y mediano tamaño.

Las casas del pueblo son de piedra con los tejados de pizarra.Ésta no es tan abundante como en otras partes de la Sierra. En los últimos años algunas de estas cubiertas han sido sustituidas por teja negra o gris para eliminar peso al estar sujetas por bigas de roble y pino.