Las OPAs continúan movilizándose por la protección del lobo

SPC
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A pesar del «no hay marcha atrás» de Ribera, ASAJA, COAG y UPA aún confían en la apertura de un nuevo diálogo «desde cero» para abordar la gestión del depredador

Las OPAs continúan movilizándose por la protección del lobo

Tras la reunión de la tarde del lunes con la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, ASAJA, COAG y UPA reiteran su rechazo a dejar de controlar el lobo y mantienen el proceso de movilizaciones ante la negativa de Teresa Ribera a dar marcha atrás a esta decisión. Ya son 11 las comunidades autónomas que se han mostrado también contrarias a la decisión de la ministra para incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

No obstante, las tres organizaciones valoran la apertura de un nuevo marco de diálogo del MITECO con el sector agrario, pero advierten que debe servir para negociar desde cero, con todos los actores implicados, un plan global de gestión y control del lobo que garantice la coexistencia de este depredador con la ganadería extensiva.  Este proceso debería recoger un análisis actualizado del número real de manadas y ejemplares que existen en España y las posibles medidas para facilitar la coexistencia con los rebaños, el control poblacional y las compensaciones frente a los daños.

Actualmente, el lobo ibérico es una especie en expansión en España. Su número no ha dejado de crecer en las últimas cuatro décadas, sus poblaciones en el noroeste peninsular son las de mayor densidad de toda Europa occidental y nutren de ejemplares a otras áreas de España que la especie va colonizando (norte de Castilla-La Mancha y Extremadura, Madrid, La Rioja, País Vasco...). Esta abundancia, unido a la presencia de explotaciones de ganado extensivo en las zonas rurales, está generando un conflicto que, según las OPAs, se verá agravado si medidas como la que pretende adoptar el Ministerio se llegan a poner en práctica. Por tanto, los ganaderos no entienden que el Canis lupus precise una protección especial, como no lo hace en los países de nuestro entorno donde las medidas de control son más rigurosas, aseguran.

La ganadería extensiva ha constituido tradicionalmente una actividad esencial para el mantenimiento del medio ambiente y de forma especial en las áreas de montaña. Generadora de empleos y actividad económica, la ganadería extensiva y el consiguiente mantenimiento de razas autóctonas han resultado fundamentales en la gestión de los recursos y la ordenación del territorio, habiendo contribuido de forma determinante a la conformación del legado natural y la biodiversidad.