Su comercial involucra a Layna en la trama de Chiloeches

Belén Monge Ranz/EP
-

En el séptimo día del juicio por el incendio de la planta de Kuk en Chiloeches, Juan José G. también ha involucrado al que fuera viceconsejero de Medio Ambiente en ese tiempo, por el trato de favor que tenía hacia esta empresa de residuos

Su comercial involucra a Layna en la trama de Chiloeches

En el séptimo día de la vista que se sigue en la Audiencia Provincial de Guadalajara por la causa abierta en relación al incendio registrado en una planta de residuos de Chiloeches, donde supuestamente estaban entrando residuos peligrosos que se estaban mezclando con otros no peligrosos y llevando a vertederos no adecuados para su tratamiento, ha llamado especialmente la atención la declaración del que fuera comercial del Grupo Layna en la planta alquilada a Kuk Medioambiente en esta localidad guadalajara entre 2014 y 2015, Juan José G.L.. Una declaración sin complejos por parte del acusado, quien, sin pelos en la lengua, ha arremetido casi de manera continuada contra los hermanos del Grupo Layna como responsables de "la trama" de acumulación excesiva de residuos en la instalación alquilada, pero también ha vinculado al que fuera viceconsejero de Medio Ambiente en el Gobierno de Castilla-La Mancha -cesado tras el incendio-, Sergio David González Egido, como el "asesor y mediador" de la empresa de transporte y gestión de residuos, algo de lo que los prospios hermanos, "sacaban pecho".

Casi siete horas de vista en total en un juicio complejo por la supuesta trama que hay detrás de esta causa en la que hay 18 personas físicas acusadas y tres empresas, a quienes se les imputa, según los casos, de delitos vinculados con la prevaricación medioambiental, gestión peligrosa de residuos y/o participación en grupo criminal.

Juan José G. L., que según ha dicho, fue contratado por Layna para atraer clientes de residuos peligrosos, ha apuntado al "trato de favor" por parte del viceconsejero hacia Layna, una cuestión que negada anteriormente, en sus respectivas declaraciones, tanto por parte de Egido como por Layna, quienes aseguraron que ellos habían delegado la responsabilidad de lo que pasaba en la planta de Kuk en Juan José porque había sido nombrado responsable de la misma, lo que ha sido desmentido por el comercial.

Juan José G.L. ha señalado que él fue contratado como comercial y que fue entrevistado por González Egido --antes de que fuera viceconsejero-- porque estaba "en todo", en todas las reuniones y visitas, precisando ese posible trato de favor hacía Layna tanto en cuanto a las autorizaciones de la instalación de Horche como a su asesoramiento a la hora de alquilar la instalación de Chiloeches, la que sufriría un incendio que aún no se ha desvelado si fue o no intencionado.

Pero al ser preguntado sobre si ese trato de favor lo había presenciado, se ha cerrado en banda y ha señalado que él solo estuvo en uno de estos encuentros pero que lo sabía por sus propios jefes, los hermanos Layna, que "hablaban más de la cuenta" y  decían que tenían contactos en la Junta, ha apostillado.

Juan José G. L ha prestado declaración como acusado de un delito de participación en grupo criminal, por el que se pide para él la pena de dos años de prisión, así como cuatro años más por otro delito de gestión peligrosa de residuos y otros tres años por falsedad de documento mercantil.

Un interrogatorio en el que el imputado ha apuntado también que cuando se cerró la planta por no tener autorización para su actividad y se rescindió el contrato a Layna, los hermanos le "apretaron" para que metiera más residuos en la instalación "porque querían irse con los bolsillos más llenos".

"Las órdenes siempre las daban Manuel, Sergio y Pablo Layna", ha dicho. Gutiérrez ha incidido en que todas las decisiones eran adoptadas por los tres hermanos y ha hecho especial hincapié en que él cobraba 1.400 euros y que no tomaba decisiones.

"Parece que yo maté a Kennedy", ha dicho en referencia a las manifestaciones realizadas hace varios días por los hermanos Layna y la responsabilidad que hacían recaer sobre él en cuanto a la forma de funcionar de la planta, al ser él el responsable.

El acusado ha asegurado también en su declaración que desconocía el destino final que el Grupo Layna reservaba para los residuos que llegaban a la planta de Kuk y si se hacían mezclas en la misma, que luego se sacaban al vertedero de Salmedina porque ni estaba allí ni era su labor, ha subrayado.

"Aquí hay muchas mentiras y se esconden muchas cosas y es muy sencillo, sigan el dinero", ha aseverado.

En todo caso, cuando se han puesto en la vista dos audios de una llamada telefónica de Juan José con unos compañeros de trabajo, en la misma se daba por hecho que él podía ser el responsable de la planta ya que les pedía que cuando declarasen como testigos no dijeran que tenía esa responsabilidad. "No me da miedo, solo quiero que esto se esclarezca", ha subrayado.

Una jornada en la que también ha declarado el entonces gerente de la empresa Salmedina, José Antonio M., a quien también se le acusa de un delito de participación en grupo criminal y otro de gestión peligrosa de residuos, pidiéndose para él la pena de nueve años en total, asegurando que él no conocía si debajo de los escombros que llegaban a la planta podían llegar también otro tipo de residuos.

Por su parte, Elena O.R. ha prestado declaración como representante legal del vertedero de Salmedina, interrogatorio en el que ha apuntado que si hubieran llegado al vertedero sustancias peligrosas por parte de su cliente Layna, hay tantos controles y analíticas que se hubieran dado cuenta de rápido de que se estaba produciendo una contaminación y hubiesen buscado el origen.

Por último, ha negado que la empresa haya obtenido beneficios directos o indirectos con motivo de estas presuntas entradas de residuos peligros mezclados con inertes. "Layna era un cliente con muy escasa relevancia", ha subrayado.

El juicio continuará el próximo lunes con la declaración de nuevos acusados.