La prohibición a una alumna de 12 años de nacionalidad española y padres de religión musulmana a usar el velo en el aula del Liceo Caracense de Guadalalajara, de acuerdo a  las propias normas de conviviencia, organización y funcionamiento (NCOF) del centro, ha llevado este viernes a unas cien personas de la comunidad musulmana a concentrarse ante las puertas de este instituto para exigir un cambio de la normativa de este centro educativo.

Farah inició el curso escolar sin haberse planteado aún si quería o no llevar el velo pero hace varias semanas tomó la decisión de ponérselo porque se sentía mejor. Así, a partir de ese mismo día, según ha apuntado su madre Sana Mahir a este medio, comenzaron los problemas. Primero, el centro la amonestó verbalmente en varias ocasiones para que se retirará el pañuelo. Al no retirárselo e insistir en no descubrirse la cabeza dentro del centro en horario de actividad docente, este mismo 22 de octubre la familia ha recibido del propio instituto un nuevo parte de amonestación hacia Farah, en este caso, por escrito.

En dicho parte, firmado por el jefe de estudios y su profesor, la dirección del centro le recuerda a la familia de la alumna que de acuerdo a las Normas de Convivencia, Organización y Funcionamiento (NCOF) del IES, la comisión de conductas "gravemente perjudiciales la convivencia o la reiteración de conductas contrarias puede acarrear la suspensión del derecho de asistencia al centro por un periodo de uno a quince días lectivos.

Sin embargo, Sana Mahir asegura que su hija no entra ya en clase desde hace varias semanas. Concretamente desde el pasado 11 de octubre, momento en el que  decidiera ir con velo a clase "por su propia voluntad". 

Para Sana, "esto es solo es una norma, no una ley", de ahí que la familia no quiera optar por la posibilidad de trasladar a Farah a otro centro educativo a estudiar, tal y como les ha ofrecido la Delegación de Educación tras conocer la situación, sin que tienen intención de acudir donde haga falta porque "la niña está sufriendo mucho porque lleva dos semanas sin asistir a clase. La dejan fuera", afirma la cabeza de familia. Una versión que no coincide con lo que a este medio han apuntado fuentes de la Consejería de Educación, desde donde han querido dejar claro que la niña no ha sido expulsada y que aunque se está valorando el caso con la dirección del centro, no se la impide entrar en el aula, aunque han reconocido que este instituto tiene unas normas de funcionamiento, aprobadas por su Consejo Escolar, que "si no las cumples, se te da un aviso previo para que las cumplas".

La familia de Farah insiste en que ella entra cada día en el instituto y que "no la dejan acceder" a clase "Mamá, soy musulmana y es mi identidad, y si me piden que me quite el pañuelo, me quitan mi identidad", señala la estudiante a su madre, quien insiste en que el Liceo es "un centro público y en España no hay ninguna ley en España que prohiba llevar el velo en ellos". "Mi hija es más española que árabe y sabe hablar español, solo que es musulmana", ha subrayado. 

Por su parte, la propia Farah lamenta que le esté pasando esto porque ella "sigue siendo la misma. Solo me he tapado el pelo pero ellos no lo ven así". 

En todo caso, la Delegación de Guadalajara está tratando de mediar para que no salga perjudicado el centro pero tampoco la alumna decisión.