"La Ley del Vino debe proteger la calidad y la trazabilidad"

M Lillo
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Milagros Romero se ha convertido en la primera mujer decana de la enología en España. Está al frente del Colegio de Enología de Castilla-La Mancha, en el que ha cogido el testigo de Miguel Ruescas.

"La Ley del Vino debe proteger la calidad y la trazabilidad" - Foto: ABEL VALDENEBRO

Milagros Romero se ha convertido en la primera mujer decana de la enología en España. Está al frente del Colegio de Enología de Castilla-La Mancha, en el que ha cogido el testigo de Miguel Ruescas. Aunque nació en Madrid, reside en Alcázar de San Juan y ha desarrollado parte de su amplia carrera profesional en Tomelloso, en Virgen de las Viñas, pero también ha trabajado en Villarta o en Membrilla. Actualmente desarrolla su labor profesional en Bodegas Soledad, en Fuente de Pedro Naharro (Cuenca). Una profesión, la de enóloga, en la que las mujeres han ido ganando presencia en los últimos años, comenta tras hacer un amplio repaso al sector del vino de la región y tras comentar que su intención es también aumentar el número de colegiados, que es de 110 actualmente. 

¿Cómo afronta el hecho de ser la primera mujer en presidir un Colegio de Enólogos de España?

Es un honor porque han sido mis compañeros los que me han dado la oportunidad de estar representándolos y, al mismo tiempo, lo afronto con mucha responsabilidad, porque es un sector muy importante dentro de Castilla-La Mancha y tenemos que trabajar en muchos ámbitos del sector vitivinícola. También lo asumo con mucha ilusión por conseguir los objetivos que tenemos marcados desde el Colegio de Enología. 

¿Qué retos se marca al frente del Colegio de Enología de Castilla-La Mancha?

Hay dos pilares muy importantes. Uno es el de participar en la Ley del Vino de Castilla-La Mancha, puesto que el consejero nos ha dado la mano diciendo que quiere que tengamos un papel muy importante en el desarrollo de esta ley, lo que para nosotros es un honor y también una responsabilidad el poder desarrollarla. Y el segundo pilar es que las competencias profesionales que los enólogos tienen en las bodegas estén cada vez más marcadas y podamos desarrollar nuestro trabajo de una manera más firme. Luego tenemos otras como la formación o la divulgación, pero los más importantes son esos. 

¿Cómo cree que debe ser la Ley del Vino de la región?

La Ley del Vino es una ley muy importante para la región porque parte del ciclo de vida del producto se hace en el territorio, creando riqueza y cultura y manteniendo un sistema circular que fija la población en ese medio rural. La Ley del Vino debe amparar y proteger la calidad, la trazabilidad del producto, la seguridad alimentaria, la enología y la viticultura, debe ser garante de que cualquier producto que salga de nuestras bodegas cumple estos preceptos. 

En cuanto al segundo pilar que ha comentado, el de las competencias profesionales, ¿cuál es el objetivo del Colegio en ese sentido?

Los enólogos tenemos definidas en el estatuto de nuestro Colegio y en toda la normativa que hay respecto a nuestra profesión las competencias profesionales y actualmente, como digo, las tenemos definidas, pero no las tenemos completamente implantadas en nuestro trabajo diario, porque no tenemos un marco legal que nos dé esta presencia obligada, del enólogo en las bodegas o en muchos aspectos del sistema productivo del vino. Por tanto, a través de la Ley del Vino pensamos que las competencias profesionales van a estar más implantadas y tendrán una mayor representación. 

¿Cómo está viviendo el sector del vino la situación derivada de la pandemia?

Con mucha preocupación porque debido a la bajada del consumo general que se ha producido, sobre todo por el cierre del canal de la hostelería, del canal Horeca, en todo el mundo y también en España, se han producido excedentes, con lo cual éstos son un handicap muy importante. Tenemos problemas financieros y de otro tipo porque el producto no está saliendo con la velocidad que tendría que salir. 

¿Será un enlace de campaña muy importante?, ¿cómo se puede gestionar esa salida al mercado?

El enlace de campaña, si se toman las medidas para retirar estos excedentes, se normalizará; si no, se toman medidas de mercado para reducir el stock. El enlace de campaña va a tener muchas tensiones, porque vamos a tener mucho vino en la bodega. 

El sector viene reclamando fondos extraordinarios para poner en marcha medidas como la destilación, precisamente para reducir ese excedente, ¿es necesario adoptar estas actuaciones?

Desde hace muchos años que el sector no ha requerido de fondos extraordinarios de la Comunidad Europea, pero la situación actual que atravesamos todos los países productores europeos requiere ese esfuerzo presupuestario para dar salida a los excedentes. Las medidas que tienen que tomar, sean las que sean, tienen que ir en esa vía, la de reducir los excedentes. 

¿Y otro tipo de medidas como la cosecha en verde, el pago por calidad o la reducción de los rendimientos por hectárea?

Son, creo, dos temas distintos. Por un lado, tenemos la situación coyuntural, de este año y del año pasado por la pandemia, y por otro lado, por ejemplo, el tema del pago por calidad, que es una realidad y los enólogos somos m0uy partidarios de que cualquier medida que se tome fomente una mayor calidad del producto y también la seguridad alimentaria, pero todo esto sin olvidarnos de la rentabilidad que tienen las explotaciones vitivinícolas. Los agricultores tienen que tener también una rentabilidad para seguir trabajando. Creo que el equilibrio entre la oferta y la demanda es lo más rentable para las explotaciones y ellos tienen que definir ese equilibrio. 

¿Cómo han evolucionado las exportaciones? ¿Ha habido más venta al exterior a costa del precio?

En todo el mundo se ha cerrado el canal Horeca y por ello los consumos han sido pequeños. Realmente las exportaciones se han mantenido, pero lo han hecho sacrificando el precio, claro está. 

¿Ese sigue siendo el temor para la vendimia que viene?

Al final es la ley de la oferta y la demanda. El precio es siempre muy volátil dependiendo de la oferta que tengamos del producto, de la calidad de ese producto y de la demanda que haya por otros países. El tema del precio es absolutamente global. 

¿Qué perspectivas hay para la vendimia de este año en cuanto a producción y calidad en la región?

Tenemos muchos tiempo todavía por delante. Aunque queden tres meses, son tres meses muy largos para hablar de producciones y de calidad. Lo que tenemos, a día de hoy, no obstante es que en la zona norte de Castilla-La Mancha, en Toledo y en Cuenca, se están peritando viñedos por heladas de invierno debido a la tormenta Filomena y estas heladas van a bajar la cantidad. En cuanto a calidad, todavía es muy pronto, las viñas están pequeñas, quizás hay algunas diferencias de brotación de unas zonas a otras, por lo que todavía es pronto para saber la cantidad. En cuanto a cantidad sí que es posible que baje, pero aún no sabemos en qué porcentaje. 

En el caso de Ciudad Real no hubo mucha afectación por Filomena...

Hubo menos afectación que en las zonas más frías como Cuenca o Toledo. En este caso no ha habido demasiados problemas de heladas de invierno, pero todavía nos quedan meses para ver cómo evoluciona el viñedo. Luego podemos tener problemas de sequía. El año pasado tuvimos una cosecha importante y este año es normal que haya menos cosecha, ya que cuando un año hay más, al año siguiente suele haber un poco menos. Habrá que evaluar realmente cómo está la cosecha. 

¿Cómo valora que la Universidad de Castilla-La Mancha pusiera en marcha en Ciudad Real el grado de Enología?

Para nosotros era un objetivo prioritario y desde hace ocho años que el Colegio está trabajando por conseguirlo. Nos parecía que una comunidad tan importante como la nuestra, con su sector vitivinícola, el tener un grado de Enología era una obligación. Hemos trabajado mucho para poder implantar este grado de Enología en Ciudad Real y es imprescindible que nuestros futuros profesionales puedan formarse aquí. Tenemos viñedo, tenemos bodegas y nos faltaba la Universidad para cubrir esa necesidad. 

¿Qué desafíos tienen por delante los enólogos en un mercado en continua evolución como el del vino?

Los retos son muchos, tantos como consumidores. Nuestro reto es conseguir que el sector vaya evolucionando en pos del gusto del consumidor. Al final, nuestra obligación es elaborar vinos y lograr productos que al consumidor les sean gratos y pueda consumirlos. 

¿Han evolucionado mucho los vinos? Antes quizás se demandaban unos vinos más contundentes y ahora la tendencia parece a una menor graduación, más afrutados y azucarados, ¿no?

Hay muchos sí, y de hecho en las bodegas hay unos portfolios muy grandes porque hay muchos consumidores, muchos tipos de vino, blancos, con más grado, con menos grado, en barrica, tintos más comerciales, tintos de crianza, de distintas variedades... Hay mucho mercado y muchos productos, porque el consumidor es diferente, tiene cada uno su gusto, y a ellos son a los que tenemos que llegar. 

¿Por dónde pasa el futuro de la enología de la comunidad autónoma?

El futuro pasa por llegar a la calidad de los productos que tenemos que elaborar, tenemos que tener una calidad que nos haga posicionarnos en todos los mercados internacionales. Tenemos un futuro muy importante con los vinos ecológicos porque nuestra región está especialmente preparada para poder elaborar vinos ecológicos, tenemos buen clima, buen suelo y es una vía en la que tenemos que seguir trabajando. Las exigencias son cada día más importantes porque, como ya he comentado, el mercado es global, y la formación de nuestros profesionales es indispensable.