Y como el del chiste, una voz tenebrosa se escucha desde el cielo y le dice: no te preocupes, déjate caer, que una pléyade de ángeles te recogerán antes de que llegues al suelo, y dice el afortunado, bien, bien, pero ¿hay alguien más? Eso es lo que hay que decirle a don Sánchez. Primero nos envió al paquete del Simón, ignorante e incompetente donde los haya nos dijo que como mucho iba a ver uno o dos infectados, eso después de chulearse de haber tenido ‘relaciones’ con el mundo enfermeril. Se ha ido a la chita callando poco a poco para que no notemos que lo han echado al corral por manso. Luego llegó el filósofo ministro y lió una con la compra de las mascarillas y los respiradores, que lo desterraron a Cataluña. Y así una tras otra. Ahora llega el tema de la energía eléctrica, y es vox populi que el precio ha subido porque el gas ha subido, y también es vox populi que el coste de la producción de energía procedente de las placas solares, de los molinos, de las nucleares y de las hidráulicas sigue siendo el mismo, porque el aire ni el plutonio, ni el sol, ni la gravedad con la que se sube el agua al pantano principal, ha subido.
Y también es vox populi que la energía se paga al precio más alto. Pero ¿toda? Está bien que paguemos la que procede del gas natural al precio que corresponda por los costes del gas, pero el sistema debe discriminar y pagar lo que corresponda en los distintos costes, porque a lo mejor el de gas está perdiendo dinero y estamos forrando a los que producen energía eólica o hidráulica. Eso lo han dicho en televisión y lo ha apuntado el presidente de Endesa, que supongo que aunque tenga la obligación de defender a su empresa no querrá salir mal parado de una solución visceral que es lo que puede ocurrir.
Luego está lo del Consejo General del Poder Judicial, donde le están echando la culpa al PP por no ‘tragar’ con consejeros nombrados por Esquerra Republicana o por la ETA, y dicen que está incumpliendo la Constitución por obstruir el nombramiento de esta gentuza. Pues en este caso, creo que la obstrucción está bien hecha, porque primero todos están clamando que los jueces se elijan a sí mismos sin que las sucias manos de la política elijan a los que impidan el ejercicio del tercer poder de una democracia.
Yo les recomendaría la lectura de una novela negra, perdón entre negra y sangre, en la que un magistrado pone patas arriba a determinados órganos del poder judicial y a muchos miembros trepa de una carrera que hasta el año 82 era inmaculada, y por culpa de éstos está perdiendo prestigio por momentos. La novela se llama Patria Olvidada, trepidante, sensual, de esos libros que no puedes soltar aunque te quedes con las piernas dormidas en el baño. Entre atentados, tramas corruptas y forajidos de guante blanco, nos ha dejado avinagrado el corazón a los que sabemos que casi todo lo denunciado es cierto, con nombres y casi apellidos. No se la pierdan.