La dura empresa de muchos alcaldes coraje: fijar población

Belén Monge Ranz
-

Regidores como el de Campisábalos, Fuentelsaz, Alcocer o Almoguera, ponen en marcha distintas iniciativas en sus respectivos municipios con el fin de combatir la despoblación; una lucha extenuante por la supervivencia que se deja notar

La dura empresa de muchos alcaldes coraje: fijar población - Foto: Javier Pozo

Cada vez son más los alcaldes de municipios de Guadalajara, de mayor o menor tamaño, que echan mano de la imaginación para poner en marcha todo tipo de iniciativas con el fin de conseguir captar a nuevos pobladores que fijen su residencia en el pueblo y evitar así el éxodo rural y el progresivo cierre de muchas pequeñas localidades.

Estos regidores no buscan solo el asentamiento de nuevos vecinos sino que sus nombres y apellidos pasen a formar parte del censo de sus municipios, porque ahí radica el quid de la cuestión a la hora de poder recibir ayudas del Estado. Se trata de ediles coraje que, sin retribución alguna, luchan para que su pueblo no desaparezca del mapa provincial.

En Campisábalos, la Corporación tiene previsto sacar a la venta a un precio simbólico cinco parcelas municipales de unos 500 metros cuadrados, con el agua y el alcantarillado metido y la acera hecha, con la clara intención de atraer a nuevos habitantes, aunque sean de fin de semana. A las personas interesadas se les dará un plazo de un par de años para que puedan edificar y la licencia de obras será gratuita. "No queremos hacer negocio sino nuevos poblaciones porque tampoco hay casas que se alquilen y si hay gente interesada en alquilar o comprar algo", afirma su alcalde, José María Huete, sin descartar tampoco sacar más fincas a la venta si tiene éxito la iniciativa.

En Fuentelsaz, el Ayuntamiento quiere atraer a nuevos vecinos poniendo a su disposición apartamentos de propiedad municipal a precios muy económicos (entre 150 y 200 euros). Además, desde hace unos meses hay una nueva familia de seis miembros asentada en este municipio molinés que es la que lleva el bar y como ayuda no se le cobra nada de alquiler por el bar, ni tampoco paga luz ni calefacción.

Igualmente, nueve vecinos de la comarca van a montar una destilería de lavanda, otra forma de fijar empleo a través de un proyecto de medio millón de euros que nace con vocación de continuidad.

Alcocer es también otro ejemplo de resistencia. Su alcalde, Borja Castro, está bonificando en un 95% la licencia de obra en viviendas que estén inventariadas por Patrimonio. Es otra forma de conseguir la recuperación de edificios protegidos y poner en el mercado casas en desuso. Además, también han creado un banco de venta de viviendas a través de la web municipal que "va de maravilla", afirma el regidor.

En la localidad alcarreña de Almoguera. su alcalde, Luis Padrino, ha apostado de lleno por conseguir que los jóvenes no se vayan del pueblo y por ayudar a los desempleados y a las familias. Para que no se vaya la juventud, desde el Ayuntamiento se otorgan ayudas a los jóvenes para los estudios . A los parados con ingresos mínimos se les completa la ayuda, y también hay para las empresas una bonificación de 600 euros si contratan a gente del pueblo.

Pero no se queda ahí, este alcalde da por cada nacimiento 500 si es el primero; 700 si es el segundo y si es el tercero, y con ello familia numerosa, llega a los 2000 euros. El único requisito para ello es que la familia permanezca empadronada al menos año y medio. Esto es tan solo un ejemplo de las numerosas localidades que empiezan a tomar partido en esta lucha con propuestas y triquiñuelas muy diversas.