Puede parecer ya muy lejano, pero el pasado invierno los tractores salieron a la calle. El campo se movilizó por toda España en protestas que se tuvieron que interrumpir por el Estado de Alarma. Entonces los tractores siguieron saliendo a las calles, pero para desinfectarlas, y también porque la tierra se tenía que seguir cultivando. Sin embargo, el secretario general de Asaja en la región, José María Fresneda, avisó esta mañana de que un año después su tabla de reivindicaciones sigue intacta y han sumado problemas nuevos en sectores como el vino por culpa del coronavirus. El campo está a punto de volver a la ciudad.

«Decidme a mí si los agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha no tienen algún motivo para no enganchar con el período del año pasado y lanzar unas movilizaciones salvajes en defensa de lo nuestro», clamó Fresneda en una rueda de prensa. «Hemos sido respetuosos con la pandemia y dejamos las movilizaciones para preservar la salud», recordó. Además precisó que en caso de retomarlas  no harán «nada que atente contra las medidas de seguridad» por el coronavirus. «Con lo de bloquear ciudades con tractores no pasa nada», puso como ejemplo, «mil cosas podemos hacer para llamar la atención».

Fresneda cree que si retoman las protestas se reencontrarán de nuevo con «una sociedad que está al lado de los que producen alimentos, desinfectan las calles». Pero reconoce que también hay grupos y movimientos que «atentan contra el sentido productivo». Los que puso de ejemplo son de corte ecologista, como las plataformas contra las granjas o contra la caza del lobo, que puede ocasionar daños en el ganado, o del conejo y corzo, que puede perjudicar los cultivos.

 «Está pasando una cosa que no terminamos de entender bien», comentó, «en esta región todos los Gobiernos socialistas que ha habido, jamás yo he notado, y llevamos muchos años, que se atentase contra el sistema productivo». Y es que el secretario general de Asaja lamenta que desde el Ejecutivo regional se «amparan» estas plataformas y se las «alienta».

Toda la ayuda del vino, a destilación. Si las reivindicaciones del campo se mantienen un año después, Fresneda añade que todos los sectores vinculados al canal de la hostelería tienen un problema añadido por el impacto del coronavirus. Reconoció que en el caso de Castilla-La Mancha el sector del vino «es un drama». 

Por eso plantea que todo el dinero del Plan de Apoyo al Sector Vitivinícola que venga a la región se destine íntegramente a la destilación. Cuenta que hace dos semanas vino el ministro de Agricultura, se reunió con las organizaciones agrarias y del vino solo se habló diez minutos.

Otra de las novedades de las quejas de este año podrían venir con la PAC. Fresneda avisa de que  los ecoesquemas planteados (medidas medioambientales para cobrar ayudas) «no son de fácil aplicación en Castilla-La Mancha».