Como en tantos lugares de estas agrestes sierras, la principal actividad desde la antigüedad ha sido la ganadería. Sorprende al visitante cuando llegas al pueblo ver cientos de hectáreas de pastizales, terreno de suaves ondulaciones sin grandes desniveles con algún arroyo en donde crecen árboles de no mucha envergadura al estar sometidos a la presión de las reses que limitan su desarrollo, aunque la disminución generalizada de ganado en toda la comarca ha dado un respiro a muchos de estos árboles reconquistando prados ahora despoblados.

Interesante ecosistema de grandes herbazales y pastos que reúne las suficientes condiciones ambientales para que en ellos, además de los animales domésticos, se puedan ver en ellos numerosas especies de fauna salvaje y en particular aves que fácilmente localizaremos con los prismáticos tanto en el aire como en el suelo, ya que la falta de vegetación espesa nos amplía y facilita su observación a mayor distancia. Sólo requiere el colocarnos en un lugar prominente y paciencia como es natural.

Una de las curiosidades, aunque poco común, es ver por aquí al escaso chorlito dorado ahora presente.  Antaño era mucho más abundante. Viajaba cuando lo hacían las avefrías, mezclándose con ellas y con los estorninos pintos para buscar alimento entre la hierba. Pequeñas semillas, lombrices, larvas, insectos y pequeños caracoles componen su dieta, como la mayoría de las aves que frecuentan este entorno. Posiblemente, los últimos temporales de  Centroeuropa han provocado su llegada y el del resto de invernantes, cuando se provocaba el vuelo deestas especies  que en el suelo estaban juntas. En el aire formaban bandos separados de cada una.

Alpedrete de la SierraLos estorninos, como un sistema de defensa ante los depredadores alados, se agrupan en vuelo formando una masa impenetrable que cambia de forma continuamente. Así intentan protegerse cuando se ven amenazados por el fugaz esmerejón. También veremos cernícalos. Su técnica de caza es bien distinta al suspenderse en el aire para lanzarse sobre topillos, ratones, musgaños e insectos. Como el esbelto y vistoso milano real, que con una alimentación parecida además de la carroña, frecuenta los pastizales observando el movimiento de los córvidos que siempre encuentran algo que sirva para llevárselo al pico.

Como es lógico, las pequeñas aves, tanto granívoras como insectívoras, sobrevuelan no solo los campos ganaderos, también las zonas boscosas que no son pocas. Espesos pinares dan cobijo a jabalíes, zorros y otros pequeños mamíferos, como en el resto del término, que tiene múltiples atractivos naturales con diferentes paisajes como el Pico de la Centenera. Éstas son cuevas para los aficionados a la espeleología. Una de ellas es la llamada de la Bruja. Las descarnadas cárcavas donde la erosión ha ido formando extrañas figuras en la tierra arcillosa de tonos rojizos.El extremo de alguna de ellas suele ser posadero de buitres y otras grandes rapaces.

Son muchas las rutas que se pueden hacer, caminando o en bici, con mayor o menor grado de dificultad y de kilómetros. El algunasse puede  emplear toda la jornada por lo que tenemos que tener en cuenta la preparación física de cado uno y el material necesario para que la marcha sea agradable, además de comida y bebida. Las más conocida es la de las cárcavas, la que nos lleva a la Presa del Pontón de la Oliva o al río Lozoya. También se puede practicar la escalada, aunque a partir de éstas fechas en algunos lugares el paso se ve restringido pues comienza el periodo de reproducción de algunas aves y conviene informarse antes.

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