Las otras proteínas

M.H. (SPC)
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Los insectos, consumidos habitualmente en muchas zonas del planeta, cuentan con gran potencial en la alimentación humana y animal con un coste económico y ambiental menor que la ganadería

Las otras proteínas

LLevamos tiempo escuchando que los insectos serán la proteína del futuro, que cuando la ganadería no dé para alimentar a toda la población mundial estos pequeños animales serán la salvación. Pero lo cierto es que no son el alimento del futuro, sino del presente (y del pasado). La FAO estima que alrededor de 2.000 millones de personas en el mundo cuentan con los insectos como un elemento más de su dieta, sobre todo en Asia, América Central y África. En muchas culturas estos invertebrados son una fuente importante de nutrientes desde hace siglos o milenios, pero en los países considerados occidentales no hay tradición y existe un cierto rechazo hacia los «bichos» (lo cual, por otra parte, no es muy lógico cuando estamos dispuestos a pagar un buen dinero por quisquillas, nécoras o percebes).

En cualquier caso, a día de hoy la ingesta de insectos es una realidad que se va extendiendo por países sin ninguna tradición de este tipo. Ya es posible encontrar alimentos con harinas o ejemplares enteros sin demasiado problema en grandes superficies. Desde golosinas para niños hasta barritas energéticas, pasando por pastas, paté, bebidas, galletas, hamburguesas y otros muchos productos. Y, por supuesto, se perfilan como un componente de enorme importancia en la alimentación animal a medio plazo.

No en vano, estos pequeños seres son nutritivos. Tienen un gran contenido en proteínas, que cuentan con un alto valor biológico, es decir, se digieren bien y además ofrecen muchos aminoácidos esenciales. Por si fuera poco, tienen grasas «de las buenas», como los ácidos oléico y linoléico, y apenas presentan un 0,1% de colesterol. Y, al igual que la carne, tienen la imprescindible vitamina B12. La concentración de estos nutrientes dependen de la especie (la FAO habla de más de 2.000 especies empleadas en alimentación humana) y del momento del ciclo en el que se consuman (larva, pupa, adulto…), pero lo que está claro es que constituyen un alimento como otro cualquiera que en Europa solo cuenta con un gran obstáculo: las costumbres de sus habitantes.

Las otras proteínasLas otras proteínasPero ya son numerosas la empresas que pretenden cambiar esos hábitos y hacer de los insectos un ingrediente habitual en nuestras cocinas, en nuestras dietas y en las tolvas de alimentación ganadera. Tebrio es una de ellas y Adriana Casillas es su CEO (además de presidenta de la Plataforma Internacional de Insectos para Comida y Alimentación). La firma fue creada en 2014 y es líder a nivel mundial en la producción y transformación del insecto Tenebrio molitor, el llamado gusano o escarabajo de la harina. Afincada en Salamanca, Casillas explica que utiliza una tecnología propia y maquinaria industrial patentada en más de 126 países para hacer frente al reto tecnológico que supone la industrialización de la cría masiva de insectos. Sus procesos, basados en la innovación y la tecnología, se apoyan en la Industria 4.0 y desarrollan cuatro productos principales: abono orgánico para plantas, alimentación con proteína sostenible para mascotas, acuicultura, porcino y avícola y la quitina obtenida a partir de la cabaña del escarabajo para desarrollar un plástico que sea biodegradable.

Todo ello basado en soluciones sostenibles industriales que contribuyen al cuidado del medio ambiente y posicionan a Tebrio como compañía de residuo cero. De hecho, en comparación con otro tipo de ganadería, Tebrio necesita un 90% menos de agua y un 80% menos de tierra cultivable (se puede realizar la cría en vertical) para producir la misma cantidad de proteína. Además, la compañía no emite gases de efecto invernadero, incluidos el metano y el amoniaco.

Tebrio tiene previsto aumentar su actividad a corto plazo, según cuenta su CEO. Se invertirán más de 50 millones de euros para la creación del mayor complejo biotecnológico de industria sostenible a nivel mundial, que estará en Salamanca y contará con una extensión de 78.000 metros cuadrados. Las obras arrancarán en el primer semestre de 2022, pero se prevé que la planta no estará a pleno rendimiento hasta 2024. Este proyecto supondrá la creación de más de 200 empleos directos de alta cualificación en Salamanca y pretende posicionar a la compañía y a la industria de España a nivel global como líder en el sector de la producción y transformación de insectos. Con esta nueva instalación, Tebrio podrá alcanzar una producción de 100.000 toneladas de productos derivados del Tenebrio molitor, en especial de productos para la alimentación animal, para la fabricación de fertilizantes y para usos medicinales y cosméticos.

Las otras proteínasLas otras proteínasEl pasado mes de mayo, además, Bruselas dio luz verde a esta especie como insecto comestible tras conocerse el dictamen positivo adoptado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Tras su rigurosa evaluación científica, la Unión Europea autoriza su consumo en forma de insecto seco entero como aperitivo o bien como ingrediente en varios productos alimenticios como por ejemplo el polvo en productos proteicos, galletas o productos de pasta.

 

Propiedades.

Ante la situación actual de aumento de la demanda de carne y pescado y un consumo cada vez mayor de recursos, uno los objetivos principales de Tebrio es impulsar un entorno de economía verde para mitigar el impacto climático de la producción de alimentos. Tebrio, expone Casillas, ha trabajado ya en la utilización de la proteína de insecto en la elaboración de alimentos funcionales, por ejemplo, obteniendo péptidos que controlan los niveles glucémicos en personas con diabetes y podrían llegar a reducir completamente su insulinodependencia. Según la evaluación de la EFSA, el gusano de la harina tiene un alto contenido de proteínas, grasas y fibra (quitina). Además, considera la composición de este nuevo alimento y sus condiciones de uso como un producto «seguro», estable y que «no es nutricionalmente desventajoso». La única advertencia que hacen desde la Agencia es que el consumo de este tipo de insecto puede provocar reacciones alérgicas a sus proteínas en personas que ya han manifestado alergias a los crustáceos o a los ácaros del polvo.

Pero ¿cómo se crían y se procesan gusanos a escala industrial? Casillas explica que Tebrio ha desarrollado una tecnología única dentro del nuevo marco de Industria 4.0 con la que consigue producir en masa y de forma 100% sostenible el insecto Tenebrio molitor. El concepto de producción industrial de insectos es muy reciente y tan sólo unas pocas compañías, entre ellas Tebrio, han dado pasos en el desarrollo de tecnologías habilitadoras para su producción en masa, trabajando a caballo entre el secreto industrial y la protección intelectual en base a patentes. De hecho, el fin último de la compañía es aportar soluciones sostenibles industriales basadas en insectos para restablecer el equilibrio natural global. Todos estos avances tecnológicos han sido desarrollados por la propia biotecnológica, desde el diseño de maquinaria para trabajar con los insectos y de los almacenes automatizados para que estos lleven a cabo su ciclo vital, hasta los envases específicos, sistemas de gestión ambiental, optimización de dietas y procesos innovadores de transformación y alimentación de los animales.

En cuanto al cómo se procesan, se extrae la proteína y la grasa de la fase larvaria a través de maquinaria industrial, se procesa el estiércol generado para convertirlo en fertilizante y, a través de una planta de extracción específica, se extrae la quitina del caparazón de los adultos (escarabajos).

Las otras proteínasLas otras proteínasCasillas participó la pasada semana como oradora en la feria tecnológica Web Summit, celebrada en Lisboa. En este evento citaba a los insectos como una materia prima que, incluida en los piensos, supone la producción de un alimento «tremendamente sano» para los animales que luego forman parte de la alimentación humana, por lo que a las tiendas de alimentación llegarán productos de mayor calidad. Además revelaba que su objetivo es lograr con su negocio un cambio en el modelo productivo para «aportar una sostenibilidad que la cadena alimentaria a día de hoy no tiene». De hecho, añadía que su apuesta por las energías renovables, entre otras fuentes, posiciona a la compañía como una entidad con huella de carbono negativa. «Eso significa que tu actividad es mejor que exista a que no exista en nuestro planeta».

 

Permitido el uso de gusanos de seda para la alimentación animal.

La Comisión Europea ha aprobado esta semana la introducción de gusanos de seda (Bombyx mori) a la lista de especies de insectos autorizadas para la producción de proteína animal transformada destinada a la fabricación de piensos para animales de granja. El Diario Oficial de la Unión Europea ha publicado este lunes el reglamento que lo permite y lo hace después de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria haya informado favorablemente al respecto. En el texto justificativo se expone que la sericultura tiene una «larga tradición» en algunas regiones de la Unión Europea. Además, dado que el gusano de seda doméstico solamente consume hojas de morera, no existe riesgo de contaminación con piensos de origen animal, que no están autorizados para la alimentación de insectos.