El presidente de los hosteleros en España, José Luis Yzuel, tuvo que venir un par de veces a Castilla-La Mancha en invierno. Hacía frío, los números de contagios no paraban de subir, la hostelería estaba cerrada y los hosteleros protestaban en las calles. Hoy ha vuelto Toledo y la situación es bastante distinta, no solo por el calor. En estos momentos la hostelería en Castilla-La Mancha puede abrir hasta la una de la madrugada y poner mesas de hasta diez comensales. Con todo, quieren seguir avanzando hacia la normalidad que había antes del coronavirus y piden recuperar aforos y horarios. 

El presidente de la Federación regional de Hostelería de Castilla-La Mancha, José Crespo, reclama una «pronta apertura de servicio en barra», que además es crucial para algunos locales que son más pequeños y que no tienen posibilidad de poner terraza. Reivindica asimismo que «el aforo crezca en virtud de cómo estamos de contagios». Según los datos del Ministerio de Sanidad la incidencia acumulada a 14 días supera los 100 en Toledo y Guadalajara, está entre 50 y 100 en el caso de Cuenca y Ciudad Real y por debajo de los 50 en Albacete. Es decir, toda la comunidad estaría en riesgo medio salvo Albacete que estaría en riesgo bajo.

El ocio nocturno es otro de los caballos de batalla que también tienen y que se puso sobre la mesa en la reunión de la Federación regional. «Hay dentro del sector secciones que agonizan y no podemos permitir con esta situación que va mejorando perder otro porcentual de compañeros que tienen un área de actuación como la del ocio nocturno», reivindicó Crespo. Pide más horario para estos locales y que puedan cerrar más tarde, acercándose así a los límites que tienen en sus licencias de negocio. Apostilló que no se trata solo de economía, sino que también desde el sector se puede evitar que se propaguen los contagios:«Se está demostrando que porque se cierre la hostelería a la una, nadie se va a casa a la una».

Botellones. Yzuel insistió en lo mismo. «Es muy difícil asimilar para las empresas que están arruinadas y en una situación dramática, que las calles estén abarrotadas porque la gente no renuncia a seguir en la calle, lo estamos viendo prácticamente en todas las ciudades de España», expuso. Insistió en que al final se está propiciando que «la gente siga en espacios públicos con botellones o de alguna manera de fiesta y las empresas que se ganan la vida de manera ordenada, que pueden hacer cumplir las restricciones estén cerradas». Recordó que en el caso del ocio nocturno llevan alrededor de un año sin trabajar prácticamente. «Ha sido demonizado», concluyó.

Por eso reclaman más amplitud en los horarios de cierre. «Hasta la hora que se pueda, cuanto más mejor», comentó. Yzuel explicó que si solo se permite, por ejemplo, cerrar una hora más tarde que la hostelería tradicional, el ocio nocturno no tiene así margen para hacer algo de negocio:«Impide que se ganen la vida».

También se volvió a quejar de que a lo largo de esta pandemia se haya optado por «medidas medievales de cierres, de confinamientos, de limitaciones gravísimas». Pide que no se les limite tanto y que se les diga en qué condiciones se puede trabajar. «Si son con medidas tecnológicas, que lo sean», señaló.

Al menos se queda con que el Gobierno de España reculó con la propuesta de la semana pasada de obligar a establecer restricciones en la hostelería según fuera subiendo o bajando la incidencia por las comunidades autónomas. «Las que acumulan el 65% de la población habían votado que no», expuso, «pero es que el resto, a pesar de las que apoyaron, nadie las aplicó en su territorio». Castilla-La Mancha fue una de las que no se opuso. Yzuel destaca que al menos «ha vuelto la sensatez» después de la propuesta de la semana pasada, que calificó como «un gran disgusto».

Turistas extranjeros. Estando en Toledo, hablaron también de la llegada de turistas extranjeros. Crespo propone hacer mucha promoción, pero asume que va a ser «una carrera de fondo». Yzuel también cree que será un «crecimiento más lento» que el turismo nacional, que espera sea más «explosivo». «Para que Toledo se llene, Madrid tiene que estar lleno de turistas y eso todavía no es posible y va a costar», avisa.