El aspirante serio y soso para unir a la izquierda

Agencias-SPC
-

El socialista Ángel Gabilondo intenta ahora movilizar al electorado pasando al ataque y dejando a un lado su imagen de moderación

El aspirante serio y soso para unir a la izquierda

En el cuarto día de campaña para las elecciones madrileñas, el socialista Ángel Gabilondo marcó un punto de inflexión en su estrategia política y se abrió a pactar con el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, del que había renegado las semanas anteriores por su «extremismo y radicalismo», para así evitar un «Gobierno de Colón» en la Comunidad de Madrid formado por PP, Vox y Ciudadanos. Quien se presentase a los comicios como un aspirante «soso, serio y formal», es consciente de que la única forma de llegar al poder (si Ayuso no lograse una mayoría bien en solitario o bien a través de un pacto con Vox y quién sabe si con Ciudadanos) es con la unión de todas las fuerzas de la izquierda, a pesar de sus reticencias previas.

El acercamiento de Gabilondo hacia Iglesias sorprende, ya que hasta ahora había rechazado pactar con él, en un intento de atraer los votos de los indecisos y de Cs que jamás darían su confianza al líder de los morados. Según el socialista, él no ha variado su estrategia y responsabiliza de ello a la formación naranja, por la insistencia de los de Inés Arrimadas en «volver a optar por el PP».

Este resurgir de la unión de las fuerzas de izquierda ha cobrado fuerza tras las recientes polémicas protagonizadas por Vox, como el cuestionamiento a las amenazas recibidas por Iglesias y la difusión de un cartel electoral sobre menores extranjeros no acompañados. Para Gabilondo estos episodios han marcado un «nuevo rumbo» en la campaña electoral contra «el fascismo», y el candidato ha llegado incluso a instar a elegir en las urnas entre «democracia y ultraderecha». Un discurso demasiado extremo para quien siempre ha huido de la crispación y de la confrontación y para quien ha priorizado las propuestas a la ideología. De hecho, él siempre ha defendido que no es militante socialista sino «independiente», y esa independencia y su carácter moderado han contribuido a levantar una imagen de serenidad en medio de las tormentas políticas y dialécticas que día a día se viven en la política.

 

Cerca del Pacto de Estado

Ahora, los socialistas confían en el dicho de «a la tercera será la vencida», ya que es la tercera vez que Gabilondo (San Sebastián, 1949) se presenta a las regionales madrileñas, después de ganar las elecciones de 2019 pero no lograr una mayoría suficiente para gobernar. Así, a sus 72 años recién cumplidos, el cabeza de lista del PSOE sigue su aventura política en la Comunidad de Madrid, a la que llegó en 2015 procedente de la Universidad Autónoma, donde era docente y catedrático de Metafísica.

Exfutbolista, exfraile, exdecano, exrector, exministro, exportavoz... Gabilondo aterrizó en la vida política por primera vez de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, que le nombró ministro de Educación entre 2009 y 2011, por su profundo conocimiento del ámbito universitario y su carácter dialogante. En esa etapa, Gabilondo estuvo a punto de lograr el Pacto Social y Político por la Educación, que hubiera sido un hito histórico nunca logrado en la democracia española, pero ni siquiera su afán por el compromiso público y el consenso logró que fructificase la firma de un acuerdo de estado.