«No voy a parar hasta recuperar la Casa del Pueblo»

Inmaculada López Martínez
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Tras 15 años en Madrid ocupando diferentes responsabilidades en UGT, el pasado octubre, Paco Sánchez retornaba a Guadalajara y era elegido nuevo secretario provincial del sindicato

«No voy a parar hasta recuperar la Casa del Pueblo» - Foto: Javier Pozo

Aunque madrileño de nacimiento, Paco Sánchez lleva viviendo más de tres décadas en Guadalajara y se siente un alcarreño más. Su intensa vida sindical dio comienzo con tan sólo 18 años cuando trabajaba en la Central Nuclear de Trillo y decidió crear, junto con otros compañeros, uno de los primeros comités de empresa que hubo en la provincia. A partir de ahí, desarrolló toda su carrera profesional ligado a la Unión General de Trabajadores (UGT) ocupando diferentes cargos a nivel provincial, regional y nacional. Tras 15 años en Madrid, el pasado octubre, fue elegido nuevo secretario provincial del sindicato.

Lleva cinco meses en la secretaría provincial de UGT, ¿qué balance realiza de esta toma de contacto?

Un balance distinto al de otros cargos que he ocupado en la organización por la situación tan extraordinaria que estamos viviendo. Ante todo, estamos intentando que se cumplan los requisitos de prevención frente al Covid en las empresas así como la situación de los Ertes. Por desgracia, cada día somos de las provincias con más accidentes laborales en Castilla-La Mancha y en toda España. Es algo que me preocupa y que tenemos que atajar. A nivel interno del sindicato, también estamos empezando a poner en marcha algunas iniciativas como es la constitución del departamento de igualdad y muy pronto el de juventud. Además, en próximas fechas, abriremos la sede de Azuqueca que estaba cerrada. La vorágine de la pandemia a la hora de poder cubrir todas las necesidades que nos demandan los trabajadores está siendo especialmente complicada e intensa. Gracias a la unidad de acción de todos los compañeros y delegados de UTG junto con Comisiones Obreras, estamos llevando la situación lo mejor posible. 

Después de tantos años trabajando en Madrid en diferentes responsabilidades del sindicato, ¿por qué se anima a regresar a Guadalajara?

Cuando en Guadalajara el compañero Pedro del Olmo decidió no presentarse a la reelección por su merecida jubilación, gente de la antigua Ejecutiva de Guadalajara que había trabajado conmigo me pidió que me presentase. Consiguieron contagiarme la ilusión, me picó el gusanillo y me animé. Además, yo nunca he dejado de vivir en Guadalajara, Guadalajara es mi casa y dirigir la UTG de esta provincia es lo más para mí.

¿Cuál es el principal objetivo que se plantea al frente de UGT?

Vengo a intentar rejuvenecer el sindicato, es algo que UGTtiene que empezar a hacer. Hay que dejar paso a las nuevas generaciones porque el sindicato de clase lo necesita. 

¿Cómo valora el legado recibido de Pedro del Olmo y sus predecesores?

El legado de Pedro es el legado de alguien que se ha dejado la piel. Me he encontrado una organización sana, limpia y con ganas de trabajar. Por supuesto, agradezco todo el esfuerzo tanto de Pedro como del resto de secretarios generales que han pasado por la historia de UGT en Guadalajara. Habrán podido tener más o menos aciertos, pero estoy seguro que todos han dado todo lo que podían dar por el bien de la organización y de los trabajadores. 

¿A qué se debe la reestructuración del sindicato en los últimos años?

Hace unos ocho años, UGT empezó a reestructurar sus federaciones a través de fusiones. UGT llegó a tener 11 federaciones y, hoy en día, tiene tres:la FESP (Empleados de Servicios Públicos), la FICA (Industria, Construcción y Agro) y la FeSMC (Servicios, Movilidad y Consumo). Lo que se ha pretendido con esto es optimizar recursos dentro de la organización porque los tiempos cambian. El sindicalismo de hace 30 ó 40 años no es el mismo que el de ahora. Los sindicatos nos hemos tenido que adaptar a las necesidades, a las tecnologías y es verdad que en algunas cosas nos hemos quedado anticuados, al menos en UGT. En este sentido,  tenemos que dar un paso adelante.

¿Qué índices de afiliación tienen a nivel provincial? ¿Se marca algún objetivo en este sentido?

Somos unos 3.500 afiliados. Mi primer objetivo es que los afiliados de UGT reciban un buen servicio y que el sindicato siga creciendo porque sigue defendiendo los derechos de los trabajadores. 

Las medidas económicas que se han tomado para paliar los efectos de la pandemia, ¿cree que han sido las correctas?

Los Ertes son el mejor ‘invento’ que se  pudo sacar entre UGTy CCOO y este Gobierno porque están evitando que muchos trabajadores vayan al desempleo. Además, el Ingreso Mínimo Vital que ha sido de lo mejor que ha pasado en España humanamente hablando porque, no hay que olvidar, todavía en este país se hacen colas para comer todos los días. Eso sí, desde UGTya dijimos que había que desburocratizarlo porque, a día de hoy, no llega a mucha gente que debería cobrarlo.

¿Hay que prorrogar los Ertes?

Pienso que sí, pero también lógicamente hay que vigilar. No es la mayoría, pero UGT y CCOO más de una vez hemos tenido que hacer denuncias de una mala praxis con el tema de los Ertes y sé que la CEOE también persigue estos hechos. . 

¿Qué opina de la nueva Ley del Teletrabajo?

El teletrabajo ha llegado para quedarse. No nos engañemos, empresas que han tenido que adaptar el teletrabajo corre que te corre a la actual situación han visto que el trabajador rinde más en su casa y que los costes laborales directos e indirectos son menores. Por tanto, no van a volver a establecer los centros de trabajo. Se hizo una Ley del Teletrabajo deprisa por las circunstancias y creo que fue un acierto, pero hay que perfilar y profundizar muchas cuestiones porque hay que ver cómo se hace ese teletrabajo. Una cosa es  trabajar para vivir y otra diferente vivir para trabajar. En estos momentos, hay teletrabajadores que viven para trabajar y eso no se puede permitir, el trabajador tiene derecho a desconectar. No se puede estar continuamente tirando de él con la telefonía móvil, con las videoconferencias, los sábados, los domingos, etc. 

La pandemia ha evidenciado la dependencia de España por el sector servicios y la falta preocupante de tejido industrial. ¿Hay que replantearse nuestro modelo productivo?

Por supuesto, España tiene que dar un vuelco, adaptarse a los tiempos y hacer un proceso de industrialización con empresas propias. Cuando estalló la pandemia, ni siquiera fuimos capaces de fabricar mascarillas ni geles. Poco a poco, se fueron adaptando empresas que se dedicaban a otras cosas. El sector servicios supone el 70 por ciento de nuestro PIB y eso es un grave problema, no podemos seguir siendo únicamente un país de turismo de sol y playa. España tiene que salir hacia adelante y la forma de hacerlo es a través de un programa de industrialización. Tenemos la capacidad para hacerlo, el producto, la gente y la preparación, pero hay que apostar por ello. 

 ¿Cómo valora la importancia que ha adquirido el sector logístico en la provincia?

Ahora mismo, la precariedad laboral de los trabajadores de la provincia es enorme. La diferencia salarial entre Madrid y Guadalajara por idénticos empleos puede llegar a alcanzar entre el 12 y el 15 por ciento. En el tema logístico sólo hay que cogerse el convenio sectorial y comprobarlo. Es verdad que la logística está en auge, que da muchísimos puestos de trabajo, pero también es cierto que la precariedad laboral del sector es enorme. 

A pesar de los Ertes, las cifras del paro en la provincia y en todo el país son alarmantes. ¿Cómo analiza el futuro laboral que nos espera?

Hoy por hoy, el futuro laboral hay que adaptarlo según avance la pandemia y soy de los que piensa y espera que la vacunación funcione. Lo primero que tiene que hacer este Gobierno, como así prometió, es desmontar la actual reforma laboral porque lo único que ha creado es más precariedad, más desigualdad y sólo vale para que algunos sigan haciendo trampas en el mercado laboral. Hay que hacer que los contratos indefinidos sean los máximos posibles y rebajar la temporalidad. También es esencial incrementar el Salario Mínimo Interprofesional y, por otro lado, es urgente abordar la Ley de las Pensiones. Si se no se crea riqueza hacia la clase trabajadora, no saldremos de esta crisis porque quien consume y pagan las fac turas somos los trabajadores. Y, por supuesto, tenemos que intentar que los trabajadores coticen y que no haya tanto empleo sumergido.

La brecha salarial entre hombres y mujeres crece. ¿Tiene solución este grave problema?

Con este tema voy a ser duro. Estamos en una sociedad machista y hay que decirlo. Hemos avanzando, pero no lo suficiente. Aunque parezca mentira, en pleno siglo XXI, en los centros de trabajo se sigue despidiendo a mujeres que se quedan embarazadas, se les pregunta si tienen pareja, se le pregunta si tienen idea de tener hijos, las mujeres cobran salarios más bajos por desempeñar los mismos empleos que los hombres, muchas se quedan en el ostracismo y sin posibilidad de promocionar por el hecho de ser mujer, etc. Todo esto sucede en la actualidad, lo que pasa es que no queremos verlo. Y esto ocurre en empresas privadas y no tan privadas. Habría que analizar también los cargos de la administración. Por supuesto, en este ámbito los sindicatos también nos lo hemos tenido que hacer mirar. Por ello, estoy muy contento de que la nueva secretaria general de UGT Castilla-La Mancha sea una mujer.

Cuando tomó posesión se su cargo, prometió reclamar la emblemática Casa del Pueblo de UGT. ¿En qué punto se encuentra esta cuestión?

No voy a parar  hasta recuperar lo que jamás debió perder la UGT de Guadalajara que fue su Casa del Pueblo. Así se lo he transmitido a los responsables de todas las instituciones. Hasta ahora, he recibido buenas palabras e intenciones de todos ellos, incluido el delegado de la Junta. El tema ya está puesto en manos de Patrimonio, ya he tenido reuniones a nivel estatal y la Comisión Ejecutiva Regional también conoce la situación. La Casa del Pueblo es patrimonio sindical acumulado que en su día, considero que se gestionó mal. Tenemos una sentencia que se ganó que dice claramente que ese solar es de UGT y que hay que construir la Casa del Pueblo con el esfuerzo de todos porque no es que sea patrimonio de la UGT es que es patrimonio de los trabajadores de Guadalajara porque fueron ellos quienes la levantaron. El problema actual radica en la financiación. Tenemos que ver cómo se aborda. Pero lo no que no me parece lógico ni ético es que la UGT, el primer sindicado que hubo en Guadalajara, esté mendigando una sede que por derecho nos pertenece. UGT va a hacer todo lo posible con buenas intenciones y legalmente hablando para tener su Casa del Pueblo y que sea el emblema de la clase trabajadora de toda la provincia. En la actualidad, UGT Guadalajara está dividida en tres espacios diferentes y nos urge tener una sede grande y unificada. Lo vamos a conseguir, estoy seguro. 

¿Qué tal es la relación con la patronal y con el resto de sindicatos?

Llevo pocos meses en el cargo, pero puedo decir que la relación con la patronal es buena. Ellos tienen una función y nosotros tenemos otra, pero creo que con respeto y diálogo se puede evitar que haya las menores confrontaciones posibles en la provincia. Por otro lado, mis puertas están abiertas al resto de sindicatos, pero yo siempre he dicho que mi relación es con Comisiones porque los dos únicos sindicatos de clase que hay en España son UGTy CCOO. La relación con CCOO es buena y con el compañero José María Rey es muy buena. La unidad de acción sindical, hoy en día, es imprescindible.

 ¿La lucha sindical ha perdido la fuerza y protagonismo de antaño?

La mentalidad de la sociedad es cierto que ha cambiado y los sindicatos nos tenemos que adaptar a los nuevos tiempos. Pero desde que el movimiento sindical empezó a luchar en España hasta llegar al día de hoy, se ha tenido que recorrer un camino largo, penoso y muy difícil. Por tanto, UGT es parte de la democracia, la libertad y  los derechos de la clase trabajadora de este país. El movimiento sindical está fuerte y si esta maldita pandemia nos deja, el próximo 1 de mayo lo vamos a demostrar una vez más y, por supuesto, con responsabilidad.