Un hombre del renacimiento

Belén Monge Ranz
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El mundo de la cultura llora la pérdida de Francisco García Marquina, un intelectual polifacético y un poeta incuestionable que llegó a Guadalajara atraído por la lectura del 'Viaje a la Alcarria', obra de su amigo Camilo José Cela

Un hombre del renacimiento - Foto: Javier Pozo

El fallecimiento de Francisco García Marquina, escritor, periodista y biólogo, deja un poco más huérfano el mundo de la cultura en Guadalajara y provoca una avalancha de muestras de condolencia y de elogios tanto en las redes sociales como a través de los medios de comunicación. Amigos, colegas y amantes de las artes lloran la pérdida de un polifacético intelectual. ingenioso y divertido; un maestro de la palabra y un apasionado del verso, a quien se despedía, esta semana, en el cementerio de Guadalajara, a la edad de 84 años. Un gran poeta y articulista, conocido también por ser uno de los grandes biógrafos del Nobel Camilo José Cela, a quién le unió siempre una íntima amistad.

Escritores, fotógrafos, pintores y políticos coincidido en la calidad humana y literaria de un hombre al que se le debe la creación del Premio de Poesía Río Ungría. Además, junto a Manu Leguineche y Jesús Campoamor promovió el museo dedicado al libro Viaje a la Alcarria del Nobel Camilo José Cela, situado en el castillo de Torija.

Con la muerte de Don Paco el de las truchas -como también le conocían algunos por su trabajo como biólogo en una piscifactoría- se pierde un activo creador poético que colaboró en numerosos medios de comunicación a nivel nacional y local, entre ellos, La Tribuna de Guadalajara.

Un hombre del renacimiento Un hombre del renacimiento Aunque madrileño de nacimiento, siempre se sintió de tierras alcarreñas, donde llegó en 1974, precisamente fruto de su admiración por el texto Viaje a la Alcarria.

Así, para el hijo del Nobel, profesor y II marqués de Iria Flavia, Camilo José Cela Conde, Marquina ha sido «uno de los mayores conocedores del Viaje a la Alcarria». «Una persona con una mente muy abierta que sentía tanta pasión por la Alcarria como mi propio padre. He sentido muchísimo su muerte».   

El pintor y escultor Jesús Campoamor compartió con Marquina 45 años de amistad íntima ininterrumpida. «Recuerdo momentos maravillosos de tertulia con él y con Cela en mi casa». «Divertido, gracioso, irremplazable, culto, inteligente, y con un pico de oro. Era único». Estos son algunos de los  calificativos que Campoamor resalta de su amigo. «Estoy deshecho. Parece mentira que Paco se haya muerto», añade anunciando un próximo homenaje en Torija, en la próxima Noche de Versos. 

Un hombre del renacimiento Un hombre del renacimiento También se honrará su memoria en el Café Comercial de Madrid, lugar que frecuentaba junto al poeta poeta Rafael Soler. La misma mañana de su fallecimiento habían estado dando «un último repaso» a la antología de su obra completa, que llevará el título: De mi paso fugaz, donde se recogen poemas de más de una veintena de libros publicados. «Paco ha sido un hombre completo que tenía la difícil sencillez de los grandes. Un crítico de mirada precisa y muy afilada y un divulgador con una cultura vastísima y una precisión acertada», declara.

El escritor y columnista de este medio, Antonio Pérez Henares, más conocido como Chani, se refiere a Paco el de las truchas como «uno de los grandes poetas españoles de nuestros tiempos, reconocido internacionalmente. Su humildad y su gran capacidad de alegrar la vida a los demás le delataba». «Era un auténtico mago al que le gustaba tanto la vida que no perdía el tiempo en cosas superfluas; sentía una curiosidad absoluta por todo», subraya.  

No repara tampoco en elogios el fotógrafo Luis Monje, con quien en los últimos años Marquina  tuvo una relación muy estrecha. «La brillantez de su ingenio fue siempre impresionante. Al dolor de la pérdida de un gran amigo se une la desaparición de un grandísimo alcarreñista y de una de las mentes más lúcidas que ha tenido Guadalajara en el último medio siglo», subraya. 

También para el profesor universitario y fotógrafo, Juan Ramón Velasco Paco «ha sido, a través de su trabajo, un buen altavoz de la España vaciada y él lo sabía». Recuerda, además, que siempre se sintió orgulloso de ser el fundador del primer grupo Scout en Madrid.

Muy involucrado con la Fundación Siglo Futuro, su presidente, Juan Garrido, se ha referido a él como «un poeta reconocido en todos los círculos, optimista al cien por cien, y con el don de saber minimizar y humanizar los problemas».

Para el cronista provincial de Guadalajara, Antonio Herrera Casado, Marquina «ha supuesto un valor de alta calidad en el conjunto de la literatura escrita en y sobre Guadalajara». Asegura que también tuvo «la suerte» de ser el editor de su gran biografía sobre el Premio Nobel Cela, retrato de un Nobel y de varios estudios sobre la Alcarria, España y el Viaje a la Alcarria. "Siempre admiré su humanidad y su buen carácter», apunta. 

«Ha sido uno de los grandes poetas españoles y una persona de una simpatía y sociabilización muy acusada», desvela el poeta José Antonio Suárez de Puga -más conocido como  Josepe-. «Se aproximó al relato viajero de Cela creando una obra metafísica y sobresaliente que atrapa tanto o más que el texto original», resalta la diseñadora gráfica y promotora de viajes a la Alcarria uniendo literatura y vida, Laura Domínguez.

En la misma línea de elogios se pronuncia el catedrático emérito de Ciencias de la Información, Javier Davara, para quien «era un intelectual completo que sabía de todo; un hombre avanzado». «Era una persona sencilla y humilde, que no presumía de nada, con el que daba gusto compartir sobremesas», añade Javier del Castillo, columnista en La Tribuna y colaborador de la revista Viajar. 

El periodista y escritor Pedro Aguilar observa en Marquina «una persona muy sabia y vitalista, en la que he tenido la suerte de mirarme, que añade un poco de prosa poética a la literatura de viajes».   

Colaboró con la UNED de Guadalajara como profesor en numerosas ocasiones. El vicerrector de Centros Asociados de esta universidad, Jesús de Andrés, se refiere al poeta como «una persona con rigor intelectual y sentido del humor, que destilaba a través de las anécdotas que relataba y de su fina ironía anglosajona». 

Adiós, poeta.

También la clase política halaga al polifacético artista. El presidente de la región, Emiliano García-Page, se refiere a él como «un referente cultural en la Alcarria». Para el delegado de la Junta, Eusebio Robles, «su legado humano y cultural permanecerá siempre vivo en nuestra memoria y entre los fondos de la Biblioteca Pública, hoy un poquito más huérfana con la pérdida de uno de sus socios de honor». 

 De igual modo, el alcalde de la capital, Alberto Rojo, le recuerda como alguien «de una talla moral como pocos», que con su muerte deja «una huella imborrable». Y la  concejal de Cultura, Riansares Serrano, resalta su afabilidad y su faceta poética y adelanta que tendrá un homenaje «digno de él». De su lado, el presidente de la Diputación, José Luis Vega, se suma también a las muestras de condolencia y le agradece «su apego a la comarca de la Alcarria y a la provincia».