Las plazas de toros de Castilla-La Mancha podrán celebrar festejos taurinos con una ocupación de las tres cuartas partes de su aforo. La última resolución de la Consejería de Sanidad amplía la capacidad de estos recintos y posibilita la rentabilidad económica de las funciones de toros. «Los espectáculos taurinos podrán celebrarse con un aforo de hasta el 75% en espacios abiertos y conforme a los protocolos en vigencia en cada caso. Se deberá contar con butaca preasignada, y en caso justificado de que no fuera posible, establecer las medidas pertinentes para asegurar en todo momento el mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal», reza la nueva normativa.

La posibilidad de cubrir tres de cada cuatro asientos anima a un sector decaído y seriamente golpeado por un 2020 sin apenas actividad. Empresarios y promotores se aferran a la seguridad demostrada en aquellas corridas, como la de El Puerto de Santa María, en agosto de 2020, o Almendralejo, el pasado sábado, que reunieron a varios miles de espectadores sin que surgieran casos de Covid-19 asociados a estas concentraciones en los días posteriores. Asimismo, el mundo de los toros acoge con el alivio el final del agravio comparativo que suponían unas trabas que afectaban tanto a estos espectáculos al aire libre como a otros que se celebran en espacios cerrados y de difícil ventilación.

La nueva normativa facilitará la organización de más festejos y ferias. Los tres cuartos de aforo hacen rentables muchas combinaciones sin necesidad del sustento de la televisión o de otros ingresos atípicos. Los aficionados de la región aguardan el anuncio de los carteles para 2021. Las ferias septembrinas de Albacete, Guadalajara o Villaseca de la Sagra, tres de las más importantes de la temporada, además de decenas de corridas o novilladas por todo el territorio autonómico, emergen en el horizonte.