La conquista del asfalto

Fernando López Herencia
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La conquista del asfalto

Qué ejemplo de supervivencia nos dan muchas plantas que crecen en lugares tan poco apropiados como una pequeña grieta entre los adoquines de cualquier acera, en el asfalto, el cemento y el tránsito de coches y personas. Fuera de lo que son las zonas verdes y los jardines no parece el lugar más idóneo para el desarrollo de las plantas por las escasas condiciones ambientales para poder prosperar, sin embargo vemos como una y otra vez los encargados del mantenimiento de las calles y parques recortan, desbrozan, siegan o utilizan productos para evitar que muchas plantas alteren o deterioren los suelos y edificios. Tienen que hacerlo varias veces en el mismo sitio sobre, todo en estos meses de primavera, cuando se produce un incremento mayor de plantas, desde pequeñas hierbas de poco tiempo de duración así como brotes de árboles que si se les dejara llegarían a adultos sin dificultad.

Hemos visto desgraciadamente como en países que están sufriendo algún conflicto bélico, en poco tiempo las calles de algunas ciudades levantadas por los bombardeos se cubren de verde, censándose en ellas más de 300 especies diferentes.  Prácticamente son las mismas que en terrenos circundantes que no han tenido alteraciones y eso que las condiciones son mucho peores que en campo abierto, sin agua, con mayor problema para enraizar entre los escombros, con gases nocivos y contaminantes, exceso de sombra, falta de insectos polinizadores etc.

Sin ir más lejos, con frecuencia tras el derribo de algún edificio en plena ciudad quedando un solar de tierra descarnada sin rastro de vida, como se tarde unos meses en construir, poco a poco cientos o miles de hierbas, arbustos incluso árboles inundan la parcela como reclamando su antiguo hábitat. Semillas que llegan con el viento y las aves germinan. Aunque algunas son anuales otras como el ailanto árbol invasor de origen asiático y con un gran desarrollo, van formando una pequeña isla natural en medio del asfalto.

La conquista del asfaltoLa conquista del asfaltoEn Estos días hemos visto como los olmos, tan frecuentes ahora en muchas ciudades, han florecido expandiendo millones de flores y semillas que se alojan y penetran en los resquicios más reducidos y escondidos.Son capaces de derribar muros si han nacido en ellos y todos conocemos bien a las palomas torcaces, tórtolas turcas y estorninos negros.Son aves en la actualidad muy urbanitas que tienen la costumbre de pernoctar en las ciudades, donde se reúnen cientos o miles de ejemplares facilitando la llegada de semillas. Parte de su alimentación son las aceitunas maduras que en muchos lugares no se recogen y que son ingeridas por ellas, provocando esas manchas negras que tanto molestan por la suciedad de calles, paseos , parques y vehículos. Pero si nos fijamos también encontramos el hueso de la oliva, que si cae en lugares apropiados tendremos un nuevo árbol, como en el caso de algunos jardines y en el Zoológico Municipal. En los sitios donde no se los comen los animales se pueden ver gran cantidad de pequeños e incipientes olivos.

La conquista del asfalto
La conquista del asfalto
Crucíferas, leguminosas, gramíneas y malváceas son solo algunas de las primeras en aparecer en cualquier sitio de la ciudad, pero también otras muchas y varias exóticas ya que en muchas zonas verdes, para darle un mayor atractivo se han plantado especies foráneas. Para ellas no importa el origen o la procedencia, tan solo requieren unas mínimas condiciones para sobrevivir. Si el ser humano desapareciese del planeta, en pocas décadas o un siglo cambiaría la fisonomía de las ciudades por completo. Los edificios y sus calles serían conquistados por la vegetación y la fauna. El viento y la lluvia arrastrarían polvo y tierra que se acumularía en lugares donde las plantas germinarían, al igual que al hundirse un tejado, romperse un cristal o abrirse un nueva grieta.