Pasión por conocer y contar

Antonio Abril
-

Unos cinco mil artículos, veinte mil fotografías y ocho libros conforman su producción periodística y literaria, que empezó porque su pueblo, Humanes, estuviera presente en los periódicos al igual que otros de la provincia

Pasión por conocer y contar - Foto: Javier Pozo

Sería septiembre de 1986, estábamos montando la redacción de Guadalajara Dos Mil y Ángeles Oliver, la responsable de Provincia, me habló de él. Paco, para los amigos, se convirtió en colaborador habitual del periódico desde el primer número. Corresponsal de Humanes y de otros pueblos de La Campiña y La Sierra, fue considerado como uno más del periódico. Asiduo a todos los actos programados, tanto públicos como privados, se le tenía en cuenta para cualquier detalle que pudiera haber con el personal. Un ‘alma libre’ que solo le faltó figurar en nómina o que hubiera habido alguna remuneración para los colaboradores, aún por exigua que hubiera sido. Aunque, bastante complicado era cumplir con la nómina en tiempo y forma. Sobre todo en los primeros años.

Paco siempre colaboró de manera altruista en los medios en los que lo hizo: La Prensa Alcarreña, Nueva Alcarria, Ser Guadalajara, Guadalajara Dos Mil. Sin duda el verdadero compromiso de Paco no era con los medios sino con sus pueblos, con sus gentes, con sus lectores… Un compromiso por divulgar, por dejar constancia escrita de tradiciones, de oficios y de esa infrahistoria que se genera en estos pueblos en el devenir diario «porque esas cosas si no se recogen y se escriben se olvidan; las devora el tiempo», reflexiona Paco.

Su vena periodística estuvo siempre por encima de lo crematístico. Se mantuvo en los medios y luego como Cronista Oficial de Humanes y agregados y como Cronista Oficial de Robledillo de Mohernando, por esa pura pasión suya de relacionarse, de conocer y de contar. 

Paco no olvida a ninguna de aquellas personas que fueron claves para que pudiera convertirse en uno de los corresponsales más prolíficos de la prensa provincial en las décadas de los ochenta, noventa y comienzos de los dos mil. «Ana Amador Sastre, redactora jefe de La Prensa Alcarreña fue quien me puso en el camino. Me dio ese impulso que necesitaba», me cuenta. 

Del ochenta al ochenta y tres colaboró con éste diario y a partir de ahí empezó su relación con Nueva Alcarria. «Luis Monje Ciruelo fue una especie de tutor para mí en el periódico. Le tengo un cariño especial. Y admiración. Si no hubiera sido por él no sé cuanto tiempo hubiera estado allí. Cuando Nueva Alcarria se convirtió en diario, Pedro Aguilar y Geles López Valle, director y subdirectora, me mantuvieron y me dieron libertad para que escribiera de lo que quisiera». En el Dos Mil firmaba como El Gamo, «con la L de Lozano y mi segundo apellido», matiza. 

Paco trabajaba a turnos en una factoría del Corredor del Henares y los fines de semana los dedicaba a viajar por los pueblos, «me hacía kilómetros y kilómetros que dieron lugar a los miles de artículos que tengo publicados, ahí está la hemeroteca. En Nueva Alcarria todos los viernes sacaba una página, algunas veces con informaciones de siete u ocho municipios, casi siempre acompañadas con fotografías realizadas por mí», recuerda. El archivo gráfico de Paco puede rondar las veinte mil instantáneas, con los pueblos, sus paisajes, panorámicas y sobre todo actos sociales, como motivo.  

Su primera máquina de fotos, una Praktica, se la compró en Tenerife, cuando estuvo haciendo la mili, en el Sáhara. «Setecientas cincuenta pesetas me costó. Mis compañeros se gastaban el dinero en cervezas o en cubatas, yo  sin embargo…», rememora. 

Francisco Lozano Gamo ha vivido como nadie el asociacionismo en el medio rural. Fundador de la Asociación Cultural Pennafora, de Humanes; Raud’, en Razbona; El Roble, en Robledillo; El Fresno, en Málaga del Fresno: o de la Agrupación Provincial de Asociaciones de la Sierra Norte Aguzón. Y puede presumir con orgullo de haber rescatado tradiciones como la Botarga o los Vaquillones de Humanes y Robledillo, respectivamente. O de haber conseguido el reconocimiento de fiesta de interés turístico provincial y luego regional para la Procesión del Fuego, también de Humanes. O de ser el artífice del retorno de Ramón de Garciasol a su Humanes natal.

No hay espacio suficiente en esta sección para abundar más en tan prolija trayectoria. Si tuviera que definir a Paco diría que es de esas personas absolutamente transparente. Y que rezuma bonhomía por todos los poros de su piel.