Javier del Castillo

Javier del Castillo


¿Y si Colón fuera alcarreño?

25/10/2021

Mañana otoñal en una terraza del centro de Madrid no muy alejada de la Plaza del Descubrimiento. Alfonso C. Sanz Núñez, autor del libro Cristóbal Colón. Una historia por completar, llega puntual a la cita y pone sobre la mesa las investigaciones que forman parte de su vida y que le permiten asegurar que el almirante tendría raíces alcarreñas.

Mientras va señalando en el libro algunas informaciones y documentos que avalan su tesis, me recuerda que está esperando que la Universidad de Granada termine el estudio sobre el ADN de Colón, comparándolo con el de los restos extraídos en la Iglesia de Santa María de los Remedios, en Cogolludo. Mientras tanto, seguiremos sin saber – quinientos años después – el lugar donde nació realmente el almirante.

Al margen de que naciera o no en Espinosa de Henares, como sostuvo el padre de Alfonso, o que hubiera visto por primera vez la luz en Génova, Barcelona, Pontevedra o Lisboa, me parece encomiable el trabajo desarrollado por este licenciado en Geografía e Historia, además de ingeniero técnico en Topografía, para seguir avanzando en las investigaciones iniciadas por su progenitor, el médico militar Ricardo Sanz García.

"Yo acompañaba a mi padre – confiesa Alfonso – a los archivos e iglesias y, tras su fallecimiento, decidí completar muchas de las investigaciones que él había iniciado sobre los orígenes del almirante". Se siente, de alguna forma, orgulloso de ser el heredero de tan ambicioso trabajo. En este nuevo libro – el anterior se tituló "Don Cristóbal Colón, almirante de Castilla" y lo publicó en 2014 – Sanz Núñez aporta nuevos datos que refuerzan la tesis paterna: el descubridor de América nació en el año 1435 en Espinosa de Henares y era hijo de Doña Aldonza de Mendoza - duquesa de Arjona, hija bastarda de Enrique II y hermanastra del Marqués de Santillana – y de Cristóbal Genovés. La ascendencia materna explicaría la estrecha relación que mantuvo Colón con el Duque de Medinaceli. En el testamento de Doña Aldonza también aparece una donación de 13.000 maravedíes a nombre de Cristóbal Genovés.

Los restos encontrados en la Iglesia de los Remedios, puestos a disposición de los investigadores de la Universidad de Granada, pueden aclarar un enigma que dura más de cinco siglos. El ADN encontrado en esos huesos, una vez contrastados con el ADN de Hernando Colón, hijo del navegante, y de su hermano, Diego, echaría por tierra la tesis más extendida de que Colón era genovés.

Aunque conlleve asumir algún riesgo, tampoco estaría de más que nuestras instituciones provinciales apoyaran este tipo de iniciativas. La tesis de que Colón era de los nuestros tiene su fundamento. Y más argumentos, incluso, que la de quienes defienden la ascendencia gallega del almirante, a la vez que promocionan con entusiasmo el libro titulado "De Galicia al nuevo mundo". Y ¿por qué no podría haber sido "De la Alcarria a las Américas"?

En las actuales circunstancias de revisionismo y enajenación histórica, cuando las estatuas del almirante Cristóbal Colón en Hispanoamérica se derriban y caen de sus pedestales como fruta madura, deberíamos reivindicar aquí la historia y la obra de nuestro gran almirante.

Y si Alfonso C. Sanz Núñez y el ADN logran confirmar que el descubridor de las Américas era hijo de Doña Aldonza de Mendoza y natural de Espinosa de Henares, levantarle un gran monumento.

Al almirante y a quien está dedicando tanto tiempo en indagar sus orígenes alcarreños.