Tras el cerrojazo casi total que sufrió el sector cinegético durante la pasada temporada debido a la pandemia, arranca la temporada de caza 2021 con unas perspectivas iniciales en la provincia de Guadalajara bastante halagüeñas. Pese a la necesidad de mantener unas medidas anticovid actualizadas como es la obligatoriedad de llevar la mascarilla al aire libre en el caso de no poder respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros o la prohibición de participar a todo aquel que presente síntomas compatibles con la Covid-19, el sector tenía ganas de volver a salir al campo a cazar. Eso sí, también se recomienda al cazador, llevar consigo el certificado de vacunación, así como disponer de un listado de todos los participantes en la cacería, donde figuren todos sus datos. El documento tendrá que conservarse dos meses por si se detectase algún caso en ese periodo. Y en caso de manipular alguna pieza, se recomienda el uso de guantes.

La veda arrancaba el pasado ocho de octubre, tanto para las especies de caza menor (mamíferos, aves no migratorias, aves migratorias no acuáticas, salvo la tórtola común y la codorniz) como de caza mayor (ciervo, gamo, muflón y jabalí),  y este viernes 15 quedaba abierta también para las aves migratorias acuáticas en caza menor y la cabra montés para caza mayor.

El delegado de Desarrollo Sostenible, José Luis Tenorio, confirma que «el primer fin de semana ha sido de locura. Había muchas ganas de cazar». Así, aunque sin poder aportar aún datos objetivos, apunta que, «la primera impresión es que esta temporada hay bastante caza», especialmente de especies como el jabalí. «Después de un año muy marcado por las restricciones, parece que será un buen año para los cazadores. Esperemos puedan disfrutar de una afición que, además de reportar beneficios económicos a la provincia, permite la regulación de especies», apunta. 

En Guadalajara, donde hay numerosos cotos sociales, la actividad cinegética sigue contribuyendo de forma importante al sostenimiento económico de muchos pequeños municipios. Si bien para los cazadores es un deporte del que disfrutan, también mueve los pequeños negocios, crea empleo y contribuye a aminorar la creciente despoblación del medio rural. En general, todos esperaban la apertura de la veda con menos restricciones. Aunque hay negocios que han echado el cierre debido a la crisis sanitaria, aún son muchos los que tenían puesto el punto de mira en este otoño para evitar el cierre de su bar, su restaurante o de la pequeña tienda de ultramarinos, incluso muchas gasolineras subsisten gracias a este sector, al menos eso piensan desde la Asociación de Cotos de Caza en provincia Atica. 

En cuanto a los 110.000 euros que percibe la Administración regional en concepto de tasas de licencia de los cazadores, parece que tiene los días contados si se materializa el anuncio, en el Debate del Estado de la Región  del presidente Emiliano García-Page. Una noticia que ha sido bien recibido por el gremio y cuya supresión será «un aliciente más para el cazador», especialmente tras un año complicado como fue 2020, reseña Tenorio.

La pasada temporada se solicitaron en la provincia un total de 1.012 cacerías (monterías, ganchos y ojeos) pero se anularon alrededor de 300, en su mayoría debido a las restricciones de la pandemia. Pero el indicador de que las cosas van mejor lo da el hecho de que este año, de momento se han solicitado unas 400 cacerías y tan solo se han anulado cuatro. Un dato revelador para el delegado, que prevé un incremento «importante» en las solicitudes de cacerías así como una «drástica» reducción de las anulaciones, motivado igualmente por la clara mejora de la situación de la pandemia.

Licencias. En lo que va de temporada se han emitido en Guadalajara unas  2.500 licencias frente a las 3.204 emitidas el pasado año y se espera cerrarla con un número similar. 

Pero si bien el campo tiene caza, en el sector hay cierto descontento. Las Organizaciones Españolas de Caza (OEC) han anunciado una gran movilización en Madrid para el próximo mes de noviembre a la que se sumará Atica Guadalajara. «Hay problemas para la caza desde todos los costados», señala su presidente, Juan Manuel Rodríguez. 

La prohibición de la caza de la tórtola, la inclusión del lobo en el Lestre (Listado de especies en régimen de protección especial) o el fin de las municiones con plomo en Castilla-La Mancha, tienen al sector en contra. Y más teniendo en cuenta que esto parecer ser tan solo un tibio avance de las limitaciones que se auguran para el mundo de la caza. 

Rodríguez teme que estos anuncios se traduzcan en la pérdida de miles de licencias. «Hay muchas familias que están tocadas, incluso hundidas por la crisis. Y estos anuncios no ayudan a mejor la situación», afirma preocupado el presidente de la asociación que agrupa más cotos de caza en la provincia