«Estamos en medio de un debate a mi juicio muy estéril». Así definió Page el cruce de declaraciones del pasado fin de semana sobre la reforma laboral. El presidente de la Junta admite que a él, más que sobre «qué leyes se van a cambiar», le gustaría escuchar «qué leyes queremos tener sobre el mercado laboral». «Escucho mucho problema sobre lo que hay que quitar, pero a mí como ciudadano y presidente me interesa saber qué tipo de mercado laboral vamos a tener», expuso. 

Otra advertencia que lanzó sobre esta cuestión es la importancia de que una reforma laboral salga con consenso. Avisa de las consecuencias de que no sea así:«La experiencia me demuestra que a esa reforma, le sigue una contrarreforma, y a esta otra y estos no son formas». Señala que eso al final genera falta de certidumbre y de seguridad jurídica. 

Desde el Centro de Recuperación de Fauna de Sevilleja de la Jara, Page instó a «menos debates, menos polémicas y más modelos sobre la mesa en los que ponernos de acuerdo». Insistió en avisar de que en caso contrario «se puede producir un problema de inseguridad extraordinario». Aprovechó además para recalcar que Castilla-La Mancha es de las pocas comunidades con una tasa de ocupación similar a la que había antes de la pandemia.