Los que estamos acostumbrados a ver todos los días los campos de labor dedicados al cereal, más o menos llanos, de amarillentos rastrojos, y nos trasladamos a lugares de tan agreste naturaleza como la zona del río Jaramilla, es fácil experimentar la sensación de sentirte alejado y empequeñecido ante la altura que alcanzan algunos de Estos picos. Desde las cercanías de Cabida, pequeña y encantadora localidad encajada en una de estas interminables laderas, se ve el Pico Ocejón y otros muchos, casi a la misma altura desde donde nos encontramos para admirar Estos bellos paisajes.

El nacimiento de este río se encuentra a unos 1.900 metros en el Pico del Lobo. Su longitud es de casi veinte kilómetros, transcurre por un profundo valle hasta desembocar en el río Jarama y tiene algún arroyo que le aportan sus aguas como el Veguillas y el Cañamar. El desnivel es importante pues en tan poco recorrido, cuando llega al Jarama lo hace a unos 950 metros.

Una carretera de hormigón une Campillo de Ranas con Corralejo. Es de fuerte pendiente y con curvas muy pronunciadas. Precisamente en los meses invernales, cuando en algún tramo no llega el sol y por la altitud, puede permanecer nevada muchos días con importantes heladas. Este trayecto permanece cerrado al tráfico y es solo apto para experimentados caminantes y senderistas en buena forma que quieran una aventura, sobre todo cuando está cubierto de blanco que únicamente deja al descubierto las partes más verticales de los innumerables roquedales de atractivas y curiosas formaciones que sin duda nos darán la oportunidad de hacer unas buenas fotos.

El Barranco del JaramillaEn el fondo daremos con un puente de cierta altura con tres arcos, que lo llaman puente de la Muralla China. Es de moderna construcción –no tiene muchos años–, y es de piedra de pizarra. Une ambas laderas integrándose con el entorno. Es una parada casi obligatoria para ver el río y su vegetación, ahora de colorido cambiante con la llegada del otoño. Predomina el verde en gran parte del recorrido, incluso las rocas están fuertemente cubiertas de diferentes líquenes y musgos. Encontraremos algunos viejos árboles de las especies predominantes, destacando muchos robles de grandes dimensiones y extrañas formas que dan cobijo y alimento a la fauna del lugar, tanto aves como mamíferos e insectos, que agradecen la falta de pesticidas. Estas tierras están dedicadas mayormente a la ganadería. Son muchas las plantas menores y arbustos que crecen en estos montes pero sin duda la jara es la más abundante de ellas, cubriendo grandes extensiones.

Entre estas espesuras tienen sus encames los jabalíes y corzos, también hay zorros y tejones en sus intrincadas y escondidas galerías. De las aves oiremos y observaremos las más frecuentes de los cursos fluviales pero también en masas forestales y roquedales. El graznido del cuervo y la chova delatará su presencia en las alturas acompañados por los infatigables buitres y el águila real. Precisamente un ejemplar de esta especie sufrió aquí la descarga de un rayo. La familia de excursionistas que observó el accidente la recogió y llamo a los agentes forestales, que la depositaron en el Centro de Recuperación del Zoológico Municipal y la JCCM. Después de meses de injertos y operaciones por parte del servicio veterinario, fue puesta en libertad en estos espectaculares parajes en presencia de la familia que la rescató, los forestales, el veterinario del Centro y un servidor. El emisor que portaba nos demostró pasado un tiempo que la suelta fue todo un éxito.