El sabio refranero español dice Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. En las últimas semanas, han llegado noticias desde el Reino Unido sobre la escasez de profesionales de algunos sectores a raíz del Brexit. Uno de los más afectados, es el del transporte, lo que está ocasionando importantes problemas de abastecimiento en el país.

Pues bien, esta situación puede producirse en España, donde los transportistas advierten que no hay relevo generacional y que están sometidos a una inestabilidad constante desde que acabó la pandemia tanto a la hora de organizar los portes como a consecuencia del elevado coste del combustible. 

«Hay escasez de transportistas en el ámbito nacional e internacional. Ahora mismo, estamos teniendo una falta de gente porque hay muchos profesionales que se están marchando a otros puestos de trabajo. Ahora, un conductor cuando llega a cargar o descargar le piden que se espere y le dicen que ya le llamarán. La sociedad no se da cuenta pero tenemos un problema. Después de la pandemia, hay muchos saltos. Hoy, te sobran camiones y, mañana, te faltan. Si mañana no hay conductores, no va a haber yogures o pan bimbo en las tiendas. Lo mismo que se está viendo en Inglaterra nos puede llegar a pasar aquí porque la gente no quiere esta profesión. No puedo decir lo que puede tardar pero sí que hacen falta camiones y no hay conductores. Antes de la pandemia, había un poco más de lineal y ahora hay días que faltan conductores y otros que sobran. Los clientes tendrán que ir acondicionándose», declara Enrique Chinchón, presidente de la Asociación de Transportistas vinculada a Ceoe-Cepyme que tiene 160 empresas asociadas.

Los transportistas avisan que puede haber desabastecimiento - Foto: Javier Pozo Peño Javier PozoSegún ha podido saber este periódico, uno de los sectores que primero se están viendo afectados es el juguetero. Las tiendas ya advierten a los clientes de la idoneidad de adelantar las compras de juguetes de cara a la Navidad ya que, en este momento, se sufren retrasos de un mes o más en las entregas, con lo que creen que la situación empeorará al subir la demanda.

falta de relevo. La profesión de camionero siempre ha estado considerada como una de las más duras por el tiempo de conducción y, en muchos casos, porque es habitual que se pasen algunas jornadas fuera de casa para realizar portes nacionales e internacionales. 

Los profesionales en activo consideran que los jóvenes han perdido el interés: «Ahora mismo, lo que tenemos son conductores mayores de 50 años que, en 10 años, según se vayan jubilando, los vamos a perder y no vamos a tener ninguna referencia de gente joven que venga detrás. La gente que está trabajando está ganando un buen sueldo, podían ser mayores porque todo ha subido y no se ha repercutido tanto en el salario, pero creo que lo que no quiere la gente joven es este trabajo por lo duro que se está volviendo. Hace 35 años, cuando yo iba con mi padre, se le daba una propina a la gente que descargaba. Hoy, los conductores tienen que descargar. Ahora mismo, tú ves cifras y no vienen ni camiones alemanes ni franceses. Están viniendo camiones de países del este. Y esto, o se vuelve a hacer atractivo, o tenemos un problema a nivel mundial», valora Enrique Chinchón.

Por su parte, Jesús Segura Vicente, camionero desde hace 20 años,  pone otro matiz encima de la mesa y analiza que «un chaval joven, para sacarse el carné, tiene que poner mucho dinero por delante y ayudas no tiene ninguna. El curso CAP, si es un nuevo conductor, es de 200 horas de formación, que también hay que aportar mucho dinero. Y el que quiere comprar camión, arriesga más. Hoy por hoy, es difícil encontrar gente buena que trabaje con el camión», reconoce.

En esta cuestión, los colectivos de camioneros solicitan al Gobierno central que intervenga para abaratar, en la medida de lo posible, la inversión que tiene que realizar aquel que quiera obtener una licencia y un curso de capacitación para conducir un camión. 

«Lo que tienen que hacer es dar ayudas para motivar a la gente joven a tener una profesión como la nuestra. Y que el carné les salga a un precio razonable. Si tienes que hacer una inversión de seis a siete mil euros para tener un trabajo que, además, es muy sacrificado, la gente se va a la logística y a las fábricas. Si no lo incentivamos, la sociedad va a tener un problema. Por mucho que haya tren, avión y todo lo que tú quieras, la última milla la tiene que hacer un camión. Pero todavía no hay ninguna contestación por parte del Gobierno», explica Enrique Chinchón, quien alude a que en la provincia de Guadalajara todavía «no se han quedado camiones parados como hay muchos en la zona de Levante» pero, al mismo tiempo, reconoce que «en los últimos años, se han ido dando de baja socios por jubilaciones o fallecimiento y que hay empresas que eran más grandes que han ido dejando camiones».

A toda esta problemática por el relevo generacional, se añade la crisis energética por el incremento del precio de la luz y del combustible que afecta a toda la población pero, especialmente, a los camioneros por el incremento de sus gastos fijos que, solo en gasóleo, supone un 75% de su facturación.

«El principal problema que tenemos ahora es el precio del porte. Se ha reducido totalmente y se nos han incrementado los costes. Eso da pie a que nosotros no podamos incrementarles a los chóferes. Soy con un autónomo de 23 años y con cuatro camiones, y estoy montado encima de un camión. La oficina es mi cabina. Está generando que no podamos encontrar a gente. No he incrementado a mis cargadores y clientes el precio igual que me ha subido el gasoil porque si lo hago, abren el cajón de las ofertas y encuentran que hay empresas que lo pueden hacer igual que tú pero más barato», denuncia Fermín Sanz Pérez, con 23 años de experiencia y siendo la tercera generación en el sector del transporte en su familia. Es por ello que mira al futuro con preocupación porque «pueden surgir problemas de no poder dar servicio a clientes. Si yo tengo cuatro camiones y se me van conductores porque las condiciones no les gustan, puede haber problema de abastecimiento y de servicio a clientes de 20 y 25 años».