Cinco años han pasado de aquella nube de humo negro que se visualizaba a lo largo de todo el Corredor del Henares. Este lunes ha arrancado el macrojuicio por el incendio originado el 26 de agosto de 2016 en una planta de tratamiento de residuos peligrosos de Chiloeches. Lo hacía a las 9.30 de la mañana con las cuestiones previas de las partes, aunque será este martes cuando comiencen los interrogatorios de los acusados. El primer turno será para el que fuera director general de Evaluación Ambiental entre 2005 y 2008 en el Gobierno de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Yuste; y el director general de Evaluación Ambiental entre 2009 y 2011, Carlos José Blázquez Orodea.

Un juicio que va a sentar en el banquillo de los acusados a (18 particulares y tres empresas, fijándose inicialmente en 53 las sesiones a celebrar hasta mediados de diciembre.

La vista oral se va a desarrollar en una sala habilitada especialmente para esta compleja vista en los antiguos juzgados de Guadalajara, en la que también se han tenido en cuenta las normas Covid, y donde los letrados se sientan en pupitres individuales, situándose detrás de esta sala los acusados.  Se prevé también la declaración de unos 130 testigos. 

Dos ex altos cargos de la Junta, los primeros en declarar - Foto: Pepe Zamora

Para los dos ex altos cargos que declaran mañana, el Ministerio Público los considera autores de un delito continuado de prevaricación administrativa medioambiental y ha pedido para ellos penas que llegan hasta los tres años de cárcel y 13 de inhabilitación.

Entre los encausados también se encuentran las empresas Kuk Medioambiente, Grupo Layna y Salmedina, y otrso exaltos cargos y cargos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha entre los que se encuentra el exviceconsejero de Medio Ambiente, Sergio David González (PSOE), y por otro lado, el ex alcalde de Chiloeches, César Urrea (PP).

Un juicio que llega cinco años depués de originarse un incendio que ha sacado a la luz el supuesto reciclado inadecuado de residuos peligrosos con escombros que no lo eran y en cuya primera vista, que concluía cerca de la una de la tarde, el magistrado de la Sala de la Audiencia Provincia, José Aurelio Navarro Guillén, no ha visto ningún inconveniente en admitir las alegaciones previas presentadas por varios letrados para que los acusados puedan ausentarse de de la sala, salvo la obligación de acudir el último día, con motivo del derecho a la última palabra.

Dos ex altos cargos de la Junta, los primeros en declarar

También se ha aceptado otra petición compartida por varios de los letrados como es el hecho de que, ante la prolongación de la vista durante casi tres meses, se les otorgue la posibilidad de que un abogado pueda ser sustituido por otro de su despacho en alguna ocasión.

En lo concerniente a las pruebas documentales, se han admitido todas las que se han presentado; sin embargo, sobre la petición de una de las partes para que no se tuviera en cuenta una prueba audiovisual realizada por un detective privado con anterioridad al incendio en la nave que ardió el 26 de agosto, el presidente de la Sala ha señalado que "son cuestiones que se valorarán en el juicio" para ver si tienen o no eficacia jurídica y naturaleza probatoria. 

En la sala también ha estado el representante de la empresa Altamira, la inmobiliaria que ejecutó las hipotecas que tenía sobre el terreno; desde donde se ha reclamado el dinero que se han tenido que gastar -casi millón y medio de euros- en la descontaminación de la parcela por expresa petición de la propia Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Una cantidad que ahora reclaman, al igual que han solicitado a la Audiencia instrucciones para ver cuál debe ser su actuación de nuevo con relación a la petición que también se les ha requerido para proceder a la descontaminación del subsuelo, algo que resolverá en la pieza separada de responsabilidad civil. 

Altamira está en este juicio como actor civil, una figura que no acusa pero que si se ha personado para reclamar los daños que ha sufrido como consecuencia de estos hechos. 

La primera jornada de este macrojuicio ha concluido con la intervención del magistrado que ha presidido la Sala pidiendo "calma y paciencia" a todas las partes en una vista que se prevé ardua y compleja tanto por la duración como por el elevado número de acusados y de letrados que los representan. 

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