«El autocuidado es importante para sobrellevar la pandemia»

Inmaculada López Martínez
-

La directora del Servicio de Psicología Aplicada del Centro Asociado de la UNED en Guadalajara hace balance del funcionamiento de este recurso y analiza los efectos que la crisis del Covid está teniendo en las personas a nivel emocional

«El autocuidado es importante para sobrellevar la pandemia» - Foto: Javier Pozo

El Servicio de Psicología Aplicada (SPA) del Centro Asociado de la Universidad de Educación a Distancia (UNED) en Guadalajara lleva funcionando desde septiembre de 2008 con un balance muy positivo. Dedica su actividad tanto a la intervención psicológica individual  como a la grupal y la docente, dentro del ámbito de la Psicología Sanitaria. Además, organiza cursos y talleres para los estudiantes sobre diferentes aspectos de la Psicología (autoestima, habilidades sociales, etc.) y, gracias al convenio de colaboración que mantiene con el Ayuntamiento capitalino, promueve periódicamente actividades grupales gratuitas como es el caso de la Escuela de Madres y Padres. Desde 2015, la psicóloga y docente universitaria Mónica Ahrendt se encarga de dirigir este interesante recurso.

¿Qué valoración general realiza de la trayectoria del SPA?

Personalmente, llevo vinculada a este servicio desde sus comienzos. Primero, realicé mi proceso formativo,luego fui coordinadora y, finalmente, ocupé la dirección. A lo largo de todos estos años, el servicio ha ido creciendo, se ha ido consolidando y cada vez vamos siendo más referencia, eso sí, teniendo en cuenta que tampoco pretendemos sustituir a nadie y que siempre hemos dicho que somos un complemento a la atención de salud mental del Hospital, que es la referencia central en este ámbito. En general, podemos decir que el balance es muy satisfactorio. 

¿ Qué perfil de usuarios utilizan este servicio?

Es bastante variado, como lo es nuestra población (niños, adolescentes, adultos y parejas). Se trabajan mucho los aspectos relacionados con la ansiedad y el estado de ánimo bajo. Y luego hay temas que no abordamos como es el consumo de sustancias porque eso requiere de una especialización y nuestro enfoque es que, en esos casos, se debe acudir a un especialista. 

¿Las relaciones con el Ayuntamiento de Guadalajara son positivas?

Sí, es una colaboración muy positiva. De hecho, la actual concejala de Educación estaba muy interesada en poner este año en marcha la Escuela de Madres y Padres, que se está haciendo online por la pandemia.

En estos momentos tan complicados por la pandemia del Covid, ¿ha aumentado la demanda de la atención psicológica en el SPA? 

Es cierto que algunos problemas de ansiedad están aumentado por este motivo: miedo a contagiarse, miedo a salir, etc. A raíz del confinamiento, nosotros hemos avanzado mucho en la atención online, se ofrece con más normalidad y mucha gente lo prefiere. 

Desde el SPA, ¿se ha participado en algún tipo de servicio especial con motivo de la pandemia?

Durante el confinamiento, el Ayuntamiento de Guadalajara puso en marcha un servicio de atención psicosocial para el que contó con todos sus profesionales, pero al existir un único psicólogo municipal, que precisamente es el antiguo director del SPA, nos llamó para ayudar en la intervención de situaciones de emergencia. Y, evidentemente, colaboramos de manera voluntaria y altruista. Muchos miembros del SAP se pusieron a disposición de este servicio especial y estuvimos apoyando psicológicamente a personas que lo necesitaban: en casos desahogos, en situaciones de duelos, etc. 

¿Cómo fue esa experiencia?

La pandemia era una situación nueva para todos, pero es cierto que uno de los objetivos principales del SPA cuando se creó fue el de intervenir en situaciones de emergencia y para ello nos formamos tanto yo como varios de mis compañeros. En ese sentido, no fue algo tan distinto de lo que habíamos hecho. Evidentemente, si no hubiésemos tenido esa formación en Emergencias hubiese sido mucho más complicado.

¿Cuáles son las afecciones psicológicas más relevantes que está dejando esta crisis sanitaria?

Existen dos circunstancias. Por un lado, hay personas que ya tenían algo incipiente y que esta pandemia, el confinamiento y las restricciones lo están disparando. Por otro lado, estamos viendo que bastantes personas están sufriendo lo que se denomina «fatiga pandémica». En un primer momento, fue una situación muy impactante pero, claro, parecía que tenía un fin. El problema es que volvemos a esta «nueva normalidad» y vemos que el fin ya no está tan claro. La pandemia ha propiciado que las obligaciones no hayan desaparecido (la mayoría de la gente sigue trabajando, haciendo las tareas de casa, tiene sus obligaciones familiares, etc.), pero el ocio y el disfrute sí (reuniones sociales, salir con amigos, viajar, etc.). Esa parte de nuestras vidas está muy restringida y, antes, suponía una válvula de escape, jornadas de disfrute y de desahogo. Perder o reducir ese tiempo de ocio y disfrute, sobre todo en personas que viven solas, está produciendo agotamiento, la sensación de no poder más y un deterioro progresivo en el estado anímico de las personas. 

¿Cuáles son los síntomas característicos de esa «fatiga pandémica»?

Depende de la predisposición de la persona. Podemos tener ánimo bajo, apatía, cansancio, pero también irritabilidad, insomnio, estados ansiosos,  sentirse encerrado, etc.

¿Cómo se puede «digerir» emocionalmente la situación actual?

Lo más importante para sobrellevar esta situación de pandemia a nivel emocional y que se nos olvida muchas veces es el autocuidado. Me da la sensación de que, a veces, acabo diciendo obviedades, pero realmente, no se nos puede olvidar que aunque tengamos ciertas limitaciones hay muchas otras cosas que podemos hacer:salir a pasear a que te dé el aire, comer sano, hacer algo de ejercicio, intentar dormir y descansar bien, no sobreexponerse a las noticias ni hablar todo el rato de la pandemia ya que es algo agotador y que sobrecarga, etc. En resumen, tenemos que intentar recordarnos a nosotros mismos las cosas que podemos hacer y que está bien que hagamos. A lo mejor, también es un buen momento para la lectura, para apuntarse a ese curso online que siempre habías querido hacer, en definitiva, intentar hacer esas cosas que nos gustan, que son autocuidado. Es algo que necesitamos y para nuestra salud mental es muy importante. 

¿Y cómo hacer frente al miedo?

Si el miedo es excesivo y llega al punto de que nos paraliza, quizá sea bueno pedir ayuda a un profesional para poder gestionarlo. En este momento que vivimos, es importante tener poco miedo pero sí mucho respeto, es decir, cumplir las normas (lavado de manos, uso de mascarilla, distancia de seguridad, etc.), pero intentar que eso no nos lleve a un extremo excesivo. En todo caso, también habría que analizar las circunstancias externas a las que está expuesta cada persona para valorar cuál es el riesgo real.

¿Habrá traumas post-coronavirus?

Pues depende. No es lo mismo una persona que «haya tenido suerte» y que simplemente tenga ese pequeño miedo a contagiarse que una persona que, por ejemplo, haya estado ingresada en una UCI y haya visto la muerte cerca o una persona que haya perdido a familiares. Dependiendo de la gravedad del evento vivido, sí que se puede producir un trauma. El trauma habitualmente se produce cuando la persona es expuesta a una situación donde hay un riesgo vital. Ahora mismo, hay muchísimos investigadores recogiendo datos, precisamente, porque estamos viviendo la situación y para ver cómo evoluciona. Normalmente, el trauma lo bueno que tiene es que la mayoría de las personas tenemos suficientes recursos para superarlo y acabamos manejando la situación aunque sea muy dolorosa. Es un índice muy pequeño el de las personas en que eso se complica y que necesitan ayuda profesional. Entonces,¿se pueden producir traumas post-coronavirus? Sí. ¿Se van a producir? Seguramente en algún caso sí se vayan a producir. 

Dicen que los niños se adaptan a todo y son quienes mejor están llevando todo esto. ¿Es así o la pandemia también dará lugar a problemas psicológicos infantiles?

En este ámbito podemos encontrar dos opiniones. Los niños, efectivamente, tienen mucha capacidad de adaptación y ellos enseguida hacen normal esa «nueva normalidad» y la aceptan. Son mucho más flexibles de lo que somos los adultos. Pero también es verdad que con algunos profesionales con los que he podido hablar, hay una ligera preocupación a si el uso excesivo de la mascarilla va a tener efectos, no por el niño sino por la falta de información emocional que recibimos de la cara. Los niños, dependiendo de sus edades, aprenden en base a ver la emocionalidad en  la cara del otro. Si ahora los adultos llevan todos la mascarilla, no se sabe si eso puede tener alguna consecuencia y, seguramente, no lo sepamos hasta que la tenga. Habrá que ver esa evolución de los niños y si su capacidad de gestión emocional puede sufrir alguna afectación por ese motivo.

¿Habría que darle a la Psicología una mayor importancia en la Atención Primaria y, en general, en el sistema sanitario público de salud?

Es algo que, poco a poco, yo creo que se está haciendo. Ya no solamente está el psicólogo de Salud Mental, que sería el especialista, sino que se está intentando ver la utilidad que, evidentemente la tiene, del psicólogo de Atención Primaria, es decir, el que hace una primera prevención antes de que el caso sea más grave. Se están llevando a cabo algunos proyectos, algunos que conozco personalmente, de intervenciones previas a un nivel lo más preventivo posible para evitar que se desarrollen patologías problemáticas y funcionan muy bien. Ojalá se vaya viendo esa necesidad, que existir existe, y que cada vez haya una mayor dotación de recursos en este sentido. 

¿Hay algún proyecto o actividad próxima por parte del SPA?

Dentro de dos semanas se va a poner en marcha un taller gratuito de iniciación en el mindfulness, esa práctica que desde fuera puede parecer hasta esotérica pero que realmente es muy útil para ser capaz de frenar un poco, de relajarse, de aprender esas estrategias de autocuidado. Queremos hacerlo en formato online y ver qué acogida tiene. 

¿Es importante ejercitar nuestra mete con este tipo de estrategias?

Sí, por supuesto. Tengo un compañero que siempre dice que las relajaciones a la salud mental es lo que el ejercicio físico al cuerpo. Si supiésemos el valor que tiene la relajación, la practicaríamos muchísimo más. Nos permite trabajar bien nuestro cerebro, oxigenar nuestro cuerpo y bajar el estrés. Tiene muchas consecuencias positivas. Si la conseguimos implantar como una pequeña rutina, los beneficios para nuestra salud serán muy importantes.