Alegría contenida es el sentimiento que tienen los muchos aficionados taurinos en la provincia ante las disposiciones de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas en una guía para la celebración de espectáculos y festejos taurinos populares en la región para evitar la transmisión del Covid.

Por un lado, se levanta la prohibición expresa que impedía que se pudieran organizar sueltas de reses y encierros en plazas, vías urbanas y por el campo. Pero, por otra parte, aficionados y ayuntamientos consideran que se marcan unas condiciones que, en muchos casos, hará inviable su organización.

Según los textos publicados en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha los días 20 de julio de 2020 y 25 de julio de 2021, la celebración de estos festejos taurinos está condicionada a la elaboración de un plan de contingencia que deben presentar los organizadores previamente a la concesión de la autorización por las delegaciones provinciales de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas. 

Fin de la prohibición para la celebración de encierros - Foto: Florencia ForesiLa delegada de este área en Guadalajara, Pilar Cuevas, apunta que este documento está definido por «lo que dice Sanidad en el decreto 55/2021, que tiene que acompañar a la solicitud de una celebración de un evento multitudinario. El organizador tiene que elaborar una autoevaluación del riesgo para evitar la transmisión del Covid-19. Esta guía facilita la elaboración de ese plan de contingencia para los festejos taurinos. No digo que sea fácil pero sí que facilita».

La normativa sí que especifica claramente que no se autorizarán concentraciones de personas donde no se pueda controlar el aforo.

Así, se dice que en una plaza de toros, habrá que numerar localidades para su asignación de forma previa sin superar el 75% del aforo; mientras que en el caso de los encierros tradicionales de reses por vías públicas se establece que la ocupación de la calle se medirá por cuatro metros cuadrados de superficie por cada persona y que la presencia de espectadores se limitará a zonas en las que se puedan instalar gradas, aplicándose en este caso, los mismos criterios de distancia y ocupación que para las plazas. Además, en el caso de los encierros se especifica que los participantes tendrán que estar previamente inscritos e identificados. 

Fin de la prohibición para la celebración de encierros - Foto: Raquel TrigueroEl criterio para los encierros por el campo establece que la zona de suelta esté reservada a caballistas y miembros de la organización, respetándose la ocupación de cuatro metros cuadrados de superficie por cada persona, y que el público deberá permanecer en el interior de sus vehículos o también en gradas.

«Las disposiciones para mantener la distancia hay que cumplirlas en el encierro por las calles, en el encierro por el campo y en cualquier festejo», dice Pilar Cuevas. 

aficionados. La Federación Taurina de Guadalajara, con el apoyo de 42 ayuntamientos, presentó, a mediados de junio, ante la Junta un manifiesto solicitando la posibilidad de celebrar encierros por el campo y por vías urbanas, prohibidos por decreto, en los pueblos de la provincia durante este verano. 

Esta solicitud estaba acompañada por un protocolo Covid en el que se contemplaban medidas para facilitar la realización segura de este tipo de festejos.

Las disposiciones publicadas ahora por la Junta, para la federación, plantean muchas dudas a la hora de su publicación: «Estamos satisfechos a secas porque hay que presentar un plan de contingencia por parte del organizador pero no hay ninguna pauta», declara Raúl Cuevas, portavoz de la Federación Taurina, que quiere consultar a la Junta sobre la posibilidad de que este organismo redacte un plan de contingencia matriz que luego puedan utilizar todos los municipios que quieran celebrar un festejo taurino, además de creer conveniente la constitución de una mesa de trabajo con los responsables del Gobierno regional para ir estudiando la evolución de la pandemia y las medidas a adoptar.

«Queremos que se cree una de mesa de trabajo y, mientras, vamos a hacer un plan de contingencia para celebrar los encierros por el campo de Uceda y Galápagos y ya que todo el mundo pueda tirar de él si quiere», señala Raúl Cuevas.

En el calendario, ya está marcada la fecha del 10 de julio en Uceda y el 17 en Galápagos. Por el momento, no se han convocado más encierros, aunque Brihuega, como ha manifestado su alcalde a este periódico, ha adelantado su deseo de organizar el que es el encierro más importante de la provincia, que ya tendría cartel elaborado por al asociación ‘16 de Agosto’, y que aspira a convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional. 

«Creo que se van a poder hacer encierros en Guadalajara, lo que tengo más dudas es a qué altura del verano. Confiamos en la Junta porque sabemos que apuesta por la tradición y por la economía de los pueblos. Por eso, pensamos que más tarde o más temprano llegaremos a un acuerdo», comenta Raúl Cuevas, que también llama a la responsabilidad de los aficionados para que sea posible: «Pedimos que la gente sea consciente de que esto no es una fiesta ni un botellón. Tiene que ser un encierro, la suelta, y cuando acabe, lo sentimos mucho, pero cada uno se tiene que ir a su casa. No puede pasar lo que ha ocurrido en Mallorca. Pedimos que el aficionado sea lo más responsable posible. Como en el primer o segundo encierro, la liemos, no va a haber encierros en Guadalajara. Somos el espejo de toda España». 

Pilar Cuevas recoge el guante y asegura que la Junta está abierta al diálogo, al tiempo que, sobre el plan de contingencia matriz, aclara que «cada municipio tiene sus particularidades pero si la federación quiere ayudar, siempre que se cumpla con la normativa, no veo ningún problema».

Los corredores, por su parte, están deseando que comience la temporada pero tienen sus dudas. «La inscripción no está mal para controlar el aforo pero lo que peor veo es el tema de gradas. Habrá pueblos que con estas medidas, no puedan realizar sus encierros porque no cumplan con esos requisitos», apunta Paco Henche de Trillo. 

Unas palabras que suscribe César García Navarro de Yunquera que entiende que «en un encierro por las calles, que plantees a un pueblo de la provincia de Guadalajara colocar una grada, es simplemente decir, no quiero que lo celebres. Nadie tiene medios para hacer eso. Entiendo que los encierros por el campo tienen más viabilidad». El yunquerano, no obstante, no duda «que va a haber encierros. Entiendo que a finales de julio o agosto debería haber más gente vacunada y ya estaremos en disposición de celebrarlos.»

Ambos, Paco y César, agradecen el trabajo y el esfuerzo de la Federación Taurina y los ayuntamientos para que haya festejos populares.

ALCALDES. La Federación Taurina de Guadalajara pidió que se levantara la prohibición de organizar encierros con el apoyo de 38 municipios, a los que se sumaron seis más.

En Uceda, se trabaja a contrarreloj. «Queremos reflotar la economía guardando todos los protocolos que marca el decreto. Con las medidas de seguridad, se puede ir haciendo cositas. Por eso, me adherí al manifiesto», declara el alcalde, Francisco Javier Alonso.

En Almoguera, también están animados a organizar dos o tres encierros por el campo, descartando la posibilidad de hacerlo por las calles por la dificultad de controlar a los corredores: «Por las calles, la gente se junta más, quieras o no. Pero en el encierro por el campo, el 80% van en vehículos. Si empieza a subir para arriba lo del Covid, tendremos que echarnos para atrás, pero, de momento, según está, hacemos encierro por el campo. Dos como mínimo, si no son tres», asegura el primer edil, Luis Padrino.

En cambio, en Illana, su alcalde tiene muchas dudas sobre los vacíos que deja esta normativa en cuanto a la asistencia de un corredor si no está inscrito y discrepa sobre la colocación de gradas para el público: «Cómo vamos a controlar que venga cualquier vecino o espectador y se salte ese vallado perimetral, tenga un incidente o una cogida, y a mí me plantea la duda de que el seguro se eche para atrás y no quiera cubrir ese percance. Me parece una falta de respeto o un desconocimiento de la realidad  porque plantear que los espectadores tienen que estar instalados en gradas, no se puede llevar a efecto de ninguna forma. Creo que se ha querido, por parte de la Administración que tiene que dar la autorización, contentar o decir que en ningún caso se están poniendo trabas y que todos los ayuntamientos que quieran realizar este tipo de festejos lo pueden hacer, pero la dura realidad es que los alcaldes vamos a asumir riesgos. Hay cosas que no vamos a poder cumplir y que son irrealizables. Es mi percepción», dice Francisco Pérez del Saz.

En esta misma línea, se manifiesta el aficionado José María Alonso, el fue concejal de asuntos taurinos en los ayuntamientos de Orea y Guadalajara, así como ex empresario taurino: «Tal y como está, para controlar el aforo en las plazas, está bien, pero la modificación para los encierros, desde mi punto de vista, lo veo muy complicado. Mantener a la gente en una grada y las inscripciones de las personas que van a participar en el encierro, es muy complicado. El que ha legislado no tiene las cosas muy claras de cómo es un encierro. ¿Y los participantes que no estén registrados están cubiertos por los seguros? Si hubiese algún tipo de accidente o cogida, ¿en quién recae la responsabilidad? He sido concejal y te pones en esa situación y no sabría por dónde cogerlo. Como en todos los contratos, hay que leer la letra pequeña».

La delegada de Hacienda y Administraciones Públicas mantiene que ningún ayuntamiento ha presentado solicitud ni ha recibido asesoramiento por parte de la Junta. Asimismo, Pilar Cuevas sí considera que habrá encierros: «Creo que había interés por parte de muchos municipios para hacer compatible la lucha contra el virus con el impulso de la actividad económica. Algunos ya han anunciado que no van a celebrar ni fiestas ni festejos taurinos, pero alguno se realizará», al tiempo que concluye reconociendo que «fácil no es pero tenemos un virus que está entre nosotros y que tenemos que controlar. No podemos permitir que haya aglomeraciones y tenemos la responsabilidad de evitar la transmisión del virus».