La Diputación prepara un proyecto para impulsar las botargas

Inmaculada López Martínez
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Entre otras iniciativas, incluye un mapa interactivo que recorre los municipios donde se celebran este tipo de festividades, actividades didácticas y vídeos documentales

La Diputación prepara un proyecto para impulsar las botargas

La Diputación de Guadalajara tiene muy encauzado un interesante proyecto encaminado a promocionar las fiestas de botargas y enmascarados que se celebran en numerosos municipios de la provincia. En concreto, la institución firmará próximamente un convenio de colaboración con la Asociación La  Tradición Oral con el propósito de poner en marcha de manera conjunta una serie de iniciativas para resaltar y difundir estas manifestaciones tradicionales tan peculiares y representativas de nuestra tierra. 

En principio, el objetivo marcado por la Diputación era presentar las líneas generales de este proyecto integral en el marco de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) 2021, pero el aplazamiento de este evento al mes de mayo y su dudosa celebración como consecuencia de la pandemia del coronavirus hace barajar otro posible momento para su lanzamiento. «Si finalmente Fitur no se celebrase o si se hiciese en un formato diferente, tendríamos que ver la posibilidad de buscar otra fecha potente para dar a conocer esta iniciativa», indica Rubén García, vicepresidente de la Diputación y responsable del área de Turismo. 

El diseño de un mapa y una ruta que recorre los cerca de 40 municipios de la geografía provincial que cuentan con este tipo de festividades es uno de los ámbitos en los que ya se está trabajando. Aparte de una edición en papel, este mapa contará con una versión digital de carácter interactivo. Asimismo, se editará un completo calendario en ambos soportes que recogerá las fechas en las que salen estos llamativos personajes grotescos en cada localidad así como unas pinceladas de su historia, sus características principales y los detalles de la fiesta que protagonizan. Otra de las líneas de actuación que se contemplan es la organización de talleres y actividades didácticas en los centros educativos parar dar a conocer a los escolares de Primaria el enorme valor etnográfico y patrimonial que atesoran las botargas y seres enmascarados de la provincia (mascaritas, vaquillones, diablos, bufones, etc.). «Nos hemos dado cuenta de que se ha perdido el hilo conductor de estas fiestas de origen ancestral, que han quedado reducidas a los núcleos rurales y es necesario recuperar el ámbito de su conocimiento para que no se desvirtúen», explica Isabel Nolasco, representante de la Junta Directiva de la Asociación La Tradición Oral y una de las guadalajareñas que más y mejor conoce todo lo relacionado con el folclore y etnografía provincial.

Por otro lado, habrá una parte dedicada a los protagonistas de estos festejos tradicionales mediante la elaboración de pequeños vídeos documentales que incluirán los testimonios de las personas que se están encargando de mantener vivo este valioso legado cultural en los diferentes pueblos. A ello se sumarán otro tipo de actividades complementarias como pueda ser la organización de conferencias temáticas o la participación en jornadas y congresos especializados en este ámbito. «Es un proyecto bastante amplio que abarca diferentes ramificaciones y que, en su conjunto, pretende impulsar la tradición de las botargas y enmascarados como patrimonio inmaterial cultural. Se trata de darle un empuje y una mayor visibilidad en el panorama cultural de la provincia», argumenta Isabel Nolasco. 

Al margen de fomentar el conocimiento y la historia de estos singulares seres burlescos, la intención de la Diputación es que también se conviertan en «un referente turístico». «Queremos que la gente venga a la provincia a disfrutar de las botargas como si fuese una ruta, que sea una manera más para atraer visitantes», apunta Rubén García. Y es que, tal y como recuerda el vicepresidente de la institución provincial, las fiestas de botargas, mascaritas, vaquillones y otras mascaradas «son nuestra historia y raíces» y contribuyen a que los pueblos «tengan actividad y una identidad propia». «Que los pequeños pueblos recuperen o fomenten este tipo de fiestas hace que la gente tenga un mayor contacto y que los pueblos se visiten, estén más vivos y vayan a más», añade. 

De la misma forma, la Diputación pretende que las botargas y otros personales afines sean un recurso mucho más presente y visible en las campañas y estrategias promocionales de la provincia de Guadalajara a nivel turístico y de imagen.

Como en tantos otros ámbitos de la sociedad, la crisis del coronavirus ha afectado de lleno en las previsiones y expectativas de este ilusionante proyecto.  «La idea era que hubiese visto la luz en diciembre de 2020, pero llevamos meses de retraso por el tema de la pandemia», reconoce Nolasco. En este sentido, la representante de la Asociación La Tradición Oral explica que muchas de las propuestas que inicialmente estaban planteadas «estamos estudiando si se pueden adaptar de alguna manera a las circunstancias y limitaciones actuales», siempre bajo la máxima de que «lo que se haga, se hará bien». 

Sin duda, la suspensión actual de la gran mayoría de estas festividades de invierno como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid también ha supuesto un hándicap importante para culminar en tiempo y forma de esta iniciativa. «Queremos que el parón de este año nos sirva para coger fuerzas y retomar todo el próximo año con muchas más ganas», declara el vicepresidente de la Diputación. 

Hay que recordar que casi todos los pueblos de la provincia que mantienen este tipo de manifestaciones populares, que se celebran en su mayoría entre enero y marzo vinculadas a algún tipo de celebración religiosa o al propio Carnaval, han tenido que cancelarse como consecuencia de las medidas sanitarias impuestas por la pandemia por conllevar la concentración de personas. 

Es el caso, entre otras, de la Fiesta del Niño Perdido de Valdenuño Fernández (el domingo siguiente al día de Reyes) cuya botarga acompaña a los danzantes desde primera hora de la mañana pidiendo naranjas y dinero a cambio del típico baile del paloteo. También fue reducida a una misa la emblemática Botarga de San Sebastián de Montarrón (20 de enero), la Soldadesca y Botarga de Mazuecos, el pasado 24 de enero con motivo de la festividad de la Virgen de la Paz. «Hay algunas botargas que han salido o que tienen previsto salir, pero sólo en los pueblos pequeños de escasa población y sin que haya personas en la calle. Se hace de manera testimonial para que anímicamente la gente no se desmotive y que sientan que la vida continúa», comenta Isabel Nolasco. Además, también han sido suspendidos, tal y como anunció el Ayuntamiento de Guadalajara hace una semana, los actos del Carnavales de la capital (incluido el colorido desfile del viernes en el que participan todas las botargas y enmascarados de la provincia) y otros eventos multitudinarios como es el caso del Carnaval de Almiruete (13 de febrero), protagonizado por su espectacular desfile de botargas y mascaritas, o los Vaquillones de Villares de Jadraque, entre otros. 

Aparte de este proyecto, en materia turística, Rubén García destaca que ha arrancado una nueva etapa en el Centro de Interpretación Turística de la Provincia, que acoge el Castillo de Torija, tras ser adjudicada su gestión a una nueva empresa. «Debido a las nuevas restricciones el Castillo de Torija tiene que estar cerrado al público, pero la empresa ya está trabajando a puerta cerrada aprovechando para actualizar contenidos y poner en marcha nuevas iniciativas. Tenemos muchas ganas de que pueda abrir sus puertas», afirma el vicepresidente provincial. 

Por último, García  anuncia que la Diputación Provincial está ultimando la convocatoria de una línea de ayudas (tanto directas como indirectas) destinadas al sector turístico, hostelero y de organización de eventos de la provincia con el objetivo de contribuir a paliar las pérdidas económicas que arrastran como consecuencia de la compleja situación generada por el Covid.