Sierra Norte, 'laboratorio nacional' frente al lobo

Belén Monge Ranz
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Acaba de ponerse en marcha un proyecto piloto innovador en esta comarca que, auspiciado por el Gobierno regional, pretende reducir los ataques al ganado de este depredador mediante el método de «aversión condicionada»

Presentación en Cantalojas de un proyecto piloto para combatir los ataques del lobo al ganado en la Sierra Norte de Guadalajara Foto: Javier Pozo

El conflicto entre el lobo y la ganadería viene de tiempo atrás. Desde hace décadas, los ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara tienen que soportar como su ganado es atacado por este cánido mientras que las ayudas del Gobierno de Castilla-La Mancha para prevenir o paliar los daños causados son claramente insuficientes. Los pocos dueños de explotaciones que permanecen en la comarca se enfrentan cada día a la incertidumbre de no saber si el depredador volverá a atacar a sus vacas, terneros, ovejas o cabras.
A medida que la presencia del lobo se incrementa y gana en protección, se desencadenan más y más conflictos que requerían de la búsqueda de soluciones al margen del uso de mastines y de vallados. Era necesario encontrar algo para conseguir esa convivencia del lobo y el ganado, y parece que la solución podría estar más cerca. 
Se trata de un proyecto piloto, auspiciado por el Gobierno regional con fondos Feader, en el participa el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC) -centro de investigación que depende de la Universidad de Castilla-La Mancha y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)- y colabora la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG).
olor a vainilla. Este estudio surgió a raíz de una línea de ayudas de la Unión Europea dirigidas a solventar los problemas que se dan en la ganadería. El Gobierno regional se puso en contacto con el IREC y se creó un grupo operativo. 
El proyecto piloto acaba de ser presentado a los ganaderos de la Sierra Norte, la zona de Castilla-La Mancha más afectada por los ataques del lobo. Para la gran mayoría de los ganaderos supone un motivo de esperanza para el que tendrán que esperar aún entre dos y tres años. Auque fue realizado previamente con perros, zorros y lobos en cautividad, nunca hasta ahora se hizo con el depredador en campo abierto. El proyecto incorpora nuevos elementos distintivos para conseguir que el cánido sienta «asco o repulsa» por lo que come. Eso se conseguirá añadiendo una sustancia química en la comida y un olor neutro, la vainilla.
El propósito es modificar el comportamiento del lobo para que no ataque al ganado. Según explicaba a los ganaderos, durante la presentación, el director del IREC, Rafael Mateo, se va a utilizar una técnica que se denomina «aversión condicionada». Lo primero que se hará es tratar de localizar los puntos más frecuentados por el lobo y colocar cebos con carne de vaca, oveja o de la presa que interese que deje de atacar. Para ello se introducirá en la pieza de carne, «de forma controlada», una sustancia química que les provcará vómitos e indigestión, y se añadirá también un olor desconocido por el cánido como es en este caso el de vainilla. 
En principio, parece que será suficiente con una vez. El paso siguiente será aplicar el olor a vainilla también al ganado. Todavía no se determinó cuál será el método más efectivo, aunque es probable que varíe en función de que se utilice con vacas o con ovejas. En todo caso, una de las opciones en las que se está pensando es en la colocación de dispositivo impregnado de vainilla en el ganado. 
De esta forma, cuando el lobo vaya a acercarse, asociará ese olor con la carne que le provocó la indigestión y no atacará sino que se retirará. Al menos eso es lo que se pretende. De momento, se trata de un proyecto piloto para el que ya han pedido la colaboración de los ganaderos, y cuya técnica quieren aplicar también con el cruce de lobo y mastín, ya que saben que también hay casos en la Sierra Norte. 
El director del IREC se muestra optimista porque la experiencia previa que tienen con animales en cautividad funcionó. Se utilizó con éxisto con el zorro para reducir los ataques a nidos de perdiz y «aquí aportamos algo nuevo, la vainilla», precisa Mateos. En cualquier caso, previamente a estos pasos, un grupo de trabajo se encuentra ya en la comarca para identificar los lugares en los que podrían estar asentadas las manadas. Además, están entrevistando a los ganaderos para conocer mejor la problemática de cada uno. El paso final será la monitorización de estos puntos para ver los resultados. 
Mateo reconoce que aún no saben si funcionará porque es algo innovador, pero «con los zorros lo ha hecho, y si funciona ayudar a reducir los ataques». «Puede ser una herramienta muy útil para rebajar los daños del lobo en la ganadería extensiva, y ese es el objetivo», afirma por su parte Jorge Tobajas, ingeniero de Montes que trabaja también en el proyecto.
«Es un proyecto totalmente innovador en el que tenemos muchas esperanzas. Puede ser una gran solución para los ganaderos y también al lobo. Al fin y al cabo, tenemos que convivir con él y si esto funcionara, sería una solución y una ayuda inestimable para la seguridad y tranquilidad del sector», declara el presidente de APAG, Juan José Laso. Desde APAG colaborarán en todo lo que haga falta para que el estudio funcione, y piden «paciencia» a los ganaderos, no sin admitir que los daños de este depredador continúan siendo un «problema importante que pensamos que puede ir a más si no se ataja», subraya Laso, aludiendo a nuevos ataques en la zona de Molina de Aragón, en Tortuera, aunque aún no tienen total certeza de ello.
La iniciativa es acogida con prudencia pero con esperanza por el sector, qu está expectante por los resultados. Daniel Moreno sufrió en varias  ocasiones los ataques del lobo en su ganado y piensa que «si sale, es barato y sencillo. A mí me ha convencido, pero tenemos que estar unidos». Para María Ángeles Martín, que está a punto de jubilarse, «si diera resultado, no parece que esté mal», y en el caso del ganadero David Santos, «cualquier sistema que pueda evitar estos ataques, bienvenido sea, aunque esto se tenía que haber hecho un poquito antes», declara.

Esta herramienta se aplicará también con los zorros, tras haber verificado un relevante número de ataques en Guadalajara. 

Presentación en Cantalojas de un proyecto piloto para combatir los ataques del lobo al ganado en la Sierra Norte de Guadalajara - Foto: Javier Pozo
Presentación en Cantalojas de un proyecto piloto para combatir los ataques del lobo al ganado en la Sierra Norte de Guadalajara - Foto: Javier Pozo
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