Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


La falsedad del reencuentro

21/06/2021

Poco ha sorprendido que los obispos catalanes se alineen con los independentistas y hayan sumado su voz a quienes reclaman los indultos para los cabecillas del procés. Los prelados de esa región siempre han optado por secundar a una parte de la población, precisamente la que castiga y hostiga a la otra parte, en vez de asumir su condición de católicos, de representantes de una Iglesia universal, que ha de velar por todas sus criaturas. nada nuevo y así le va a los curas en Cataluña, con iglesias cerradas y sin apenas feligreses. Tampoco ha extrañado la actitud de los empresarios de la zona, tan entregados siempre al núcleo del poder. Lo que más ha llamado la atención ha sido la actitud del presidente de la CEOE, el señor Garamendi, que tras mostrarse muy ambiguo con la medida de gracia, más bien complaciente, intentó luego arreglar el desaguisado para, finalmente, complicarlo todo más.
Pedro Sánchez está a las puertas de aprobar este gesto hacia los cabecillas del golpe al Estado en contra del criterio del Tribunal Supremo, de un sector enorme de la judicatura y, muy especialmente, en contra la la mayoría de la opinión pública que rechaza abrumadoramente esta iniciativa, calificada por la máquina propagandística de la Moncloa como la operación ‘reencuentro’. Se trata, por supuesto, de una medida exigida por los separatistas que nada ofrecen a cambio, salvo apoyar a Sánchez a mantenerse en el poder. Nunca los nacionalistas han cedido en exigencia alguna por más gestos de ‘amistad y de cariño’ que  les hayan dispensado los gobiernos de Madrid. Siempre ha sido así y ahora también lo será. 
Ni han pedido perdón, ni han dado muestras de arrepentimiento, ni han cumplido, por tanto, requisito alguno reclamable para ser merecedores de un indulto. Es más, se mantienen en que ‘lo volveremos a hacer’. Este viernes, incluso, Puigdemont y Aragonès subrayaron algo que todo el mundo sabe, incluido Sánchez: que el indulto no basta, que ellos quieren la amnistía y la autodeterminación, dos cuestiones que no se recogen en nuestra Constitución. Sánchez ha desplegado una operación propagandística de dimensiones colosales para amainar el rechazo general a su amable guiño hacia los independentistas catalanes. Incluso ha implicado al Rey en sus montajes con el mundillo empresarial catalán, tan servir e hipócrita. Piensan en Moncloa que, pese al general rechazo de la sociedad, este asunto quedará olvidado en muy pocas fechas. Tanto que incluso ha hecho coincidir el anuncio de la retirada de la obligatoriedad de la mascarilla con el indulto. 
No hay tal ‘reencuentro’. Los independentistas jamás han buscado ‘reencontrarse’. pretende imponer sus postulados y, por supuesto, dinamitar el estado de derecho y la estructura territorial de nuestro país, que se remonta ya cinco siglos.