Víctor Arribas

VERDADES ARRIESGADAS

Víctor Arribas

Periodista


Recaudar y recaudar

16/05/2021

No hay comparecencia en público que el presidente del gobierno no aproveche para lanzar su eslogan de nuevo cuño, el que tapa derrotas electorales, caos pandémicos por inacción y desastres económicos. Sirve para taparlo todo. El empeño de Pedro Sánchez es vacunar, vacunar y vacunar, lo demás forma parte del pasado efímero, aquello que pudo perturbarnos en el pretérito pero que no perturba la euforia poética y rimbombante de un futuro selectivo, en el que por supuesto ni oír hablar de paro o de recesión. Los fracasos son de los demás: la vacunación muy lenta al principio ha sido responsabilidad de Europa, y las colas en los centros de inoculación fue culpa de las comunidades autónomas, personificadas en ese ogro malsano que es la autonomía madrileña, rompeolas de todos los fracasos y las borracheras a base de libertad y berberechos. Vacunas, vacunas, vacunas. Lo demás, ¿qué importa?

Por ejemplo, nada parece importar el contenido del documento que se mantuvo oculto hasta que pasaron las elecciones madrileñas, enviado a Bruselas como justificante para recibir los fondos europeos que se supone nos van a sacar de la crisis post pandémica. Un hachazo a las clases medias y bajas ocultado con la habitual propaganda de la subida de impuestos solo a los ricos, sin un solo recorte de gasto en el gobierno más aparatoso de la historia. Frunciendo el ceño como sólo los muy implicados pueden hacerlo, la ministra Yolanda Díaz ha asegurado esta semana que nunca más se escuchará en éste país a un gobierno decir que toca ajustarse el cinturón. Nunca más la austeridad, prohibido el austericidio que cometieron los anteriores gestores de lo público cuando tuvieron que evitar el rescate del país. Justo lo que ahora se va a consumar, el rescate de la economía española, por valor de 140.000 millones de euros, a cambio no de un austericidio como entonces sino de una fiesta del derroche que pagaremos usted y yo con nuestros impuestos. Ahora encaja todo, ahora conocemos cuál era la alternativa a las medidas de Rajoy y Montoro hace una década: sablear al contribuyente por todos los flancos imaginables, desarmar su bolsillo y dejarle en paños menores ante la cesta de la compra y los pagos corrientes de su rutinaria vida.

El mayor recorte de derechos sociales llevado a cabo en democracia lo hizo Zapatero hace justo diez años. Nadie había congelado las pensiones hasta entonces. Los hombres y mujeres de Sánchez aprendieron la lección y han elegido otro camino que emula al eslogan vacunativo: recaudar, recaudar, recaudar. Ya sea usted autónomo, contratado, pensionista, directivo, raider o kelly, pagará con su dinero la fiesta del rescate europeo al que España se ha visto abocada.