Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


Estragos mortales entre los no vacunados

26/11/2021

El personal tiende cada vez más a encresparse cuando se comienza a hablar de vacunas y Covid. Sobre todo, si hay alguno que manifiesta que él no quiere vacunarse.
No voy a entrar en la opinión ni contribuir al desparrame. Prefiero dedicar estas líneas a darles una información que desde luego y al menos habría que servir para reflexionar. Porque estos son datos. Las cifras son frías, y quizás sea bueno para no levantar calenturas, pero me parece que resultan muy, muy elocuentes. Sobre todo, cuando estamos ya tentándonos las barbas al ver lo que ya está pasando por Europa. Y que tiene, desde luego, mucho que ver con las vacunas.
 La estadística ofrece, con una claridad pasmosa un retrato de lo que está sucediendo. Lo primero es que, en efecto, el estar vacunado no inmuniza totalmente ni impide al cien por cien el contagio. Es evidente. Pero la diferencia entre vacunados y no vacunados es, desde luego, determinante y ojo, vital o letal, según se mire, cuando la infección se produce
Con los datos en la mano, resulta todavía más impactante lo que sucede cuando se ha producido el contagio. La diferencia es dura. Vean: entre los 12 y 30 años, el porcentaje de hospitalizados es de 0,1% para los vacunados y ya un 1,4% para los no vacunados, sube al 0,4 y al 3,9 entre los 31-59, al 2% y ya al 35,7 entre los 60-79 y al 6,3 y 38,8 % entre los mayores de 80. Diferencias similares se producen en el siguiente y preocupante caso, ingreso en UC. Y todo ello teniendo en cuenta, que los vacunados son 38 millones y lo no vacunados alrededor de los 4
 Sin embargo, lo que debiera hacer reflexionar todavía más aún, es lo que está sucediendo cuando la infección acaba en muerte. Y esto sí que es significativo, el 0,0 de porcentaje entre los vacunados asciende hasta los 59 años, es de solo un 0,1 % entre los 60-79 y de un 1,3 en los mayores de 80. La muerte se ceba, como es palpable entre quienes han rechazado la vacuna. De hecho, llega ya a un 2,5% entre los 60-79 y al 11,6 % entre los mayores de 80. Para que lo entiendan sin tanto número. Las posibilidades de muerte se multiplican por ¡25! En quienes no han querido vacunarse, mientras que los que se infectan, y son muchos menos en proporción, entre los vacunados superan casi en su totalidad la enfermedad.
 Ahí lo dejo. Para pensárselo antes que comenzar a encresparse. Hoy no voy a dar opinión más allá de exponer lo que hay y a lo que algunos se arriesgan. No voy a entrar en lo que hacen que, a otros, sin quererlo, nos pueden comprometer con ello.  Lo dejaremos para otro día, aunque me temo y me temo mucho, que, de aquí a nada, espero que no sea mucho ni por mucho tiempo, tengamos las barbas en remojo de nuevo.

 

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