Antonio Herraiz

DESDE EL ALTO TAJO

Antonio Herraiz


Es viernes de ferias

17/09/2021

Es viernes de ferias en Guadalajara. Habría pasado ya el chupinazo, la paella de las peñas, las primeras verbenas, algún encierro y la Virgen de la Antigua habría recorrido las calles de la ciudad acompañada de miles de alcarreños que con fe o sin ella se resisten a que pisoteen la tradición. Es viernes de ferias en Guadalajara. La comparsa de gigantes y cabezudos espera mejor momento y los feriantes han buscado otros lugares en los que llevar la diversión a los más pequeños. Tampoco hay vermú de Nipace, un evento al aire libre con el que esta fundación conseguía hacer un poco más felices a los niños con parálisis cerebral y a sus familias. Creo recordar que en el del año 2019, último de la normalidad, consiguieron recaudar algo más de 25.000 euros, lo que confirma que al personal le gusta colaborar. O pimplar colaborando.
Es viernes de ferias y nos dicen que no hay razones para la fiesta. Que puede esperar. Incluida la feria taurina, aunque se hayan celebrado festejos por toda España sin que los aficionados de esos pueblos o ciudades hayan caído como chinches. Sin ir más lejos, Albacete, cuya plaza de toros es un buen lugar para que se refugien los que no consiguen sacar adelante el ciclo taurino donde gobiernan.
Venden que es por respeto a los sanitarios y a los que nos cuidan. Por cuidado, por precaución y por todas esas frases recogidas en el argumentario de la conveniencia política. Te las contarán los mismos que se niegan a reconocer la cifra real de muertos que deja esta pandemia; o los mismos que escudados en la enfermedad son incapaces de poner freno a todo lo que vacía tu bolsillo sin que hayas hecho ningún exceso. Te lo pedirán -con tono inculpatorio si no atiendes a su requerimiento- los que han visto un escenario perfecto para prohibir aquello que siempre quisieron y no se atrevieron.
No conviene perder la perspectiva de la enfermedad ni tampoco la realidad que tenemos a día de hoy. Superado el 70% de la población con la pauta completa, ahora con ese porcentaje no se puede hablar ni de inmunidad de grupo ni de inmunidad de rebaño, aunque el conjunto hayamos sobrevivido a los mandatos con una disciplina borreguil. ¿Cuál será el baremo entonces? El que convenga y el que le cuadre al legislador. Nunca antes se habían encontrado con una herramienta tan golosa. De ahí que si a alguno se adelanta -véase Madrid- le tachen de temerario y de imprudente, a pesar de que el tiempo les haya dado la razón en ese equilibrio tan difícil de encontrar entre la salud y la economía.
Es viernes de ferias y uno se para a pensar en todos los que nos han ido dejando en silencio y en todos los que están y se les va pasando la vida sin la plenitud que merecen. Pero hay que mirar también a esa generación de jóvenes y adolescentes. Hay que acordarse de los que llevan dos años sin un referente festivo que hemos heredado de nuestros padres y de nuestros abuelos. Donde hay elementos muy puntuales que se transmiten a una edad determinada y que, si se pasa, luego es difícil reengancharse. Hemos sido arrollados sin enterarnos, sin ser conscientes de todo lo que hemos perdido y, lo que es peor, sin calibrar si algún día seremos capaces de recuperarlo.