Junqueras tiene visión panorámica. Se nota que tiene ojo con eso de la política. Primero hizo un referéndum para declarar la independencia de Cataluña, con unas urnas que cuando las iban a instalar ya iban llenas de votos. Después de ese ‘referéndum’ declararon que la independencia había ganado, por lo que tuvo que ir la Guardia Civil a poner orden. Pero ahí no se acabó la cuestión, porque los Mossos d´esquadra recibieron instrucciones en contra de la legalidad vigente, y dos organizaciones que tenían de apoyo y que subvencionaban los independentistas, pararon a la Guardia Civil en medio de la calle, le rompieron los cristales de los coches, se llevaron las armas y se subieron al techo de los mismos como si hubieran cazado un elefante. Mientras esos ocurría nos hicieron un ‘catálogo’ de putaditas menores, como por ejemplo, nuestros policías no encontraban donde alojarse, fueron declarados personas non gratas en distintos pueblos, se nos cerraron las puertas de los hoteles y al final, tuvieron que irse a dormir algunos a unos barcos que estaban en el puerto de Barcelona. Casi nada. El gobierno suspendió la autonomía por el 155 con el apoyo del PSOE, y al tiempo que acabó con la fiesta, la Fiscalía procesó a los cabecillas por malversación, sedición y otros. Su jefe el Puigdemont, salió de naja en un coche y se marchó y a su barco le llamó libertad como la canción de José Luis Perales, y ahí sigue. El Junqueras, que la Guardia Civil lo detenía habitualmente porque lo confundían siempre con un célebre atracador de Sierra Morena del siglo XVIII, ‘El Cintas Verdes’, fue de nuevo detenido, esta vez por instrucciones de nuestro más alto Tribunal, el que lo condenó junto con sus compinches a penas de cárcel.
Al principio ‘El Cintas Verdes’, digo, el Junqueras, no tuvo la visión panorámica que se le exigía a un líder, y dijo que nos metiéramos los indultos por donde nos cupiesen, gran frase para que hubiera sido mantenida hasta el final, como hacen los héroes. Antes morir que pecar.  Pero no, aunque estaban muy bien instalados en sus ‘cárceles modelos’, y solo querían amnistías y cosas así, el machejo flojeó, y rodilla en tierra ha terminado por decir que se precipitaron, que no se puede declarar la independencia cuando un 50% estaba en contra, y que lo hicieron mal, por lo que admiten la aplicación del indulto para irse a casa.
Como el matrimonio es siempre la primera causa de divorcio, la pena de cárcel que les ha caído ha sido absolutamente imprescindible para que Sánchez los indultase, máxime cuando ya hay uno al menos que parece que le da ‘acidez’ seguir en el trullo. Ahora solo queda que lo digan también los Rufianes, para que así, recíprocamente, Sánchez y ellos se vuelvan a cargar al PSOE y necesiten todavía más ayuda de los pro etarras y otros delincuentes del estilo. Y es que donde pone el ojo pone la bala.