Ángel Villarino

RATAS DE DOS PATAS

Ángel Villarino


El ciempiés humano

30/04/2021

Isabel Díaz Ayuso ha dicho que una de las cosas buenas de Madrid es que resulta casi imposible encontrarse por la calle con tu -ex . No ha dicho -quizá no tuvo tiempo en la entrevista con Alsina- que los encuentros casuales resultan mucho menos extraños para quienes forman parte de la elite. Para ese cogollo de personas poderosas que frecuentan los mismos restaurantes, los mismos bares, los mismos teatros, los mismos actos, los mismos sitios, que acaban imitándose unos a otros hasta en los gestos.
La cosa me recuerda un poco a esa película de terror en la que un sádico cose las bocas y los anos de sus víctimas hasta formar un ciempiés humano. Lo que entra por la boca del primero acaba saliendo antes o después -perdonen la crudeza de la metáfora- por el culo del último. Ya sean argumentos , licitaciones, contratos, incluso tendencias gastronómicas. Cualquiera con un poco de práctica es capaz de reconstruir la digestión entera analizando las heces.
Más incluso que las redes sociales, el ciempiés humano -los ciempiés humanos, si concedemos que hay más de uno- acaban dibujando estados de ánimo, poniéndole adjetivos a lo que ocurre y, en general, marcando la agenda de lo que se supone que está pasando. Aunque el tracto combinado de estómagos agradecidos acaba provocando que cualquier parecido con la realidad sea pura coincidencia.
Integrarse en el insecto tiene infinitas ventajas -la primera es la comida asegurada- pero algún que otro inconveniente. El más evidente es que hay que tragar mucha mierda. A no ser que el psicópata de la película te ponga en cabeza. Y ni con esas.