Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Regalar un anfiteatro romano

18/06/2021

¿Y sí en vez de pensar solo en nuestro presente pensáramos en el futuro de nuestros herederos y sucesores? ¿Podríamos regalarles un anfiteatro romano? Sería algo así como dejar en herencia un trozo de historia, un patrimonio cultural envidiable y, tal vez, una fuente de actividad económica. Ya, ya sé que es un regalo poco frecuente, pero debemos aprender de los errores del pasado y no repetir lo que hicieron nuestros antecesores. Cuando contemplamos las fotografías del ‘Toledo Olvidado’, hay quienes suspiran de nostalgia por la ciudad que ya no es, otros por localismo folclórico y los más, supongo, por la ciudad que se perdió en base a decisiones equivocadas.
Observemos atentamente las fotografías que nos muestran el Alcázar y sus alrededores tras la guerra civil. Impresiona la destrucción general, pero también vemos lo que perdimos. Quienes plantearon la reconstrucción dejaron unos lugares sosos y vulgares como la subida al Alcázar o desgajados del entorno, como la unión entre el Puente de Alcántara con la ciudad y el castillo de San Servando. Podían haber recuperado la ciudad tal como estaba antes de la contienda. En muchos lugares, después de guerras, la reconstrucción fue repetición exacta de lo que ya existía. Sobran los ejemplos.
Desconocemos cómo será el futuro del centro histórico de Toledo y sus barrios. Ignoramos si existirá el turismo como actividad económica. Imaginamos, solo imaginamos, que nuestros sucesores serán más sensibles que nuestros antecesores y nosotros mismos al patrimonio cultural. Tal vez sea gente que disfrute y sueñe viviendo entre los vestigios visibles de una historia de siglos. Por su progreso y por los adelantos científicos entenderán mejor el lugar que habitan. ¿No nos gustaría contemplar ahora el acueducto romano que tuvimos? ¿No disfrutaríamos con el ingenio arquitectónico de Juanelo Turriano, que subía el agua desde el río para que la ciudad tuviera agua corriente? ¿No enseñaríamos, orgullosos, los palacios que se derrumbaron, el circo enterrado, la judería que se destrozó? Contar con un anfiteatro romano que poder utilizar para representaciones diversas y enseñarlo a los visitantes resultaría una afirmación suprema de identidad local y una valoración sostenible de la Historia. Tiempos mejores.