La mejora genética duplica la productividad del trigo

L.G.E.
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La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales presenta en Toledo un informe sobre la mejora en las variedades del trigo en los últimos treinta años

La mejora genética duplica la productividad del trigo - Foto: David Esteban

«Es el cultivo más importante para la alimentación en el mundo». Antonio Villarroel, el director general de Anove (la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales) se refiere al trigo. España es un país importador, pues no produce toda la cantidad de trigo que consume y además en el horizonte hay amenazas para este cultivo, algunas más inmediatas como la guerra de Ucrania, y otras que condicionarán el futuro como el Cambio Climático. 

Por eso el trigo es uno de los cultivos en los que están investigando las empresas y centros que se integran en Anove con el fin de conseguir variedades más productivas o resistentes. La ciencia está dando sus frutos porque Villarroel destaca que «a consecuencia de la mejora genética, hemos duplicado la productividad de las variedades en los últimos años». 

Esta mañana Anove presentó en Toledo un informe sobre el impacto que han tenido estas mejoras de las variedades del trigo en las últimas tres décadas. El estudio lo ha realizado el Instituto Cerdà y lo ha detallado Luis Inglada, coordinador del mismo, que señaló que en comparación con 1990 se producen al año medio millón de toneladas más de trigo en España. Sumando todos los años de 1990 a 2018, eso supone un incremento de la producción de 14,7 a 20 millones de toneladas. Inglada explicó que dan esta horquilla porque trabajan con dos hipótesis sobre el efecto concreto que tiene la mejora vegetal. 

En ingresos el incremento adicional desde 1990 estaría entre los 2.600 millones y los 4.000, con lo que la media al año sería de 94 millones. En la parte laboral se traduce en un aumento de 3.400 a 5.200 puestos de trabajo anuales. Además aumentar la producción reduce las importaciones (y eso es menos contaminación por transporte) y las nuevas variedades también han permitido rebajar el uso de fitosanitarios. 

El consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, participó en la presentación de este informe y constató el incremento «extraordinario» de la producción con este trabajo en mejora de variedades. «Es la clave en la que tenemos que centrar nuestros esfuerzos para hacer mejor a nuestro sector», apuntó. Además recalcó que en Castilla-La Mancha un 34 por ciento de los cultivos herbáceos se siembra con semilla certificada «y esto da mucha más garantía de trazabilidad, de calidad sobre la semilla y en la producción».  

Guerra y cambio climático. Si ese trabajo en la mejora de las variedades ya era importante, ha cobrado más relevancia con conflictos como la guerra de Ucrania, pues este país y Rusia suponen el 25 por ciento de la producción. Pero el reto a futuro estará en el Cambio Climático. Villarroel avisa de que hay producciones que ya se están adelantando una quincena de días y que hay variedades que se plantan ahora que «no nos van a servir en pocos años». Incide en que además es más crucial en estos cultivos que son de secano, que ahora tendrán que ser más resilientes para adaptarse a las nuevas condiciones meteorológicas.