Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Deslealtad interterritorial

24/02/2023

Los gobernadores republicanos de los Estados Unidos fletan aviones o contratan autobuses para trasladar a los inmigrantes a las ciudades de Washington o Nueva York. Les descargan en las calles o en las plazas como ganado manso y crean problemas a los demócratas de su país. Seguro que los gobernadores republicanos toman estas decisiones tras consultarlo con Dios. Solo que Dios prefiere el silencio, de lo contrario tendría que aparecer su hijo con el látigo, como ya hiciera con los comerciantes del templo de Jerusalén. En los Estados Unidos de América la deslealtad territorial cotidiana comercia con personas humanas menesterosas.
Algo parecido sucede en España, solo que con el agua. Con el Trasvase Tajo- Segura. El presidente del PP, de la Comunidad de Murcia, invoca como un 'derecho propio' el despilfarro del agua de una cuenca distinta. No es que carezcan de posibilidades de disponer de agua, es que la ajena resulta más barata que la propia. ¿Cómo es posible? Privilegios antiguos que aún no se han tocado. Los derechos de unos se fundamentan en la anulación de los derechos de otros. El presidente del PSOE, de la Comunidad Valenciana, va a solicitar medidas cautelares para que se paralicen los acuerdos del gobierno, basados en un Directiva Europea, sobre la aportación de agua limpia para el mantenimiento ecológico del cauce del río a su paso por Toledo y Talavera. Ya ven, da igual las siglas bajo las que se amparen. La deslealtad territorial se confunde con discursos identitarios. No les afecta la realidad de un río contaminado, entre otras razones, por carencia de agua limpia. Demasiados intereses especulativos en juego, disfrazados de agricultura intensiva o abastecimientos sin freno.
Y, por si el panorama no estuviera suficientemente enredado, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, que debiera ser el máximo defensor de la cuenca y el bienestar del río, se presentó en Toledo para decir algo así como que tiene poco personal y lo del cauce ecológico resulta complicado de conseguir. La carencia de funcionarios, según el citado, dificulta soltar agua limpia de cabecera para sanear el transcurso del rio en su viaje hacia el Atlántico. No pasa lo mismo con el personal para trasvasar agua limpia hacia los territorios de Levante. Algo huele a podrido y no precisamente en Dinamarca.