Victoria Lafora

Victoria Lafora


De dislate en dislate y tiro porque me toca

09/02/2023

La cercanía electoral está llevando a la política española de dislate en dislate. No hay día en que algún grupo no se meta en un jardín, no solo de declaraciones inoportunas o desafortunadas, sino de errores cuyo coste afecta a la seguridad de la sociedad.

Así, mientras el anciano economista y antiguo miembro destacado del Partido Comunista, Ramon Tamames, prepara su discurso de investidura, encabezando la moción de censura de VOX, el mundo
asiste estupefacto y horrorizado a la tragedia del terremoto de Siria y Turquía, donde se demuestra el papel fundamental de las administraciones públicas (en este caso deberían haber ejercido un papel de vigilancia y control de la edificación en una de las regiones con mayor actividad sísmica del mundo).

Lo malo es que consentimos la banalización de la política hasta que una tragedia sísmica o una pandemia demuestran la labor imprescindible de gobiernos y administraciones. La necesidad de una gestión honesta del dinero público porque, una catástrofe semejante en Japón, no habría dejado los miles y miles de muertos entre los escombros.

Y, mientras el plazo para salvar a los atrapados bajo los escombros avanza inexorable, Ramón Tamames escribe su discurso e invita a comer a su casa a Núñez Feijóo. Le ha explicado que piensa trazar un "cuadro global de la situación". Asegura también que no es la primera vez que cambia de ideas, (cosa que es evidente) y se describe como "la mejor muestra de Darwin para la evolución de las especies".

Lo que parecen haber olvidado él y Abascal, su mentor, es que se presenta a candidato a presidente de Gobierno y que, además de su evolución desde el comunismo a la extrema derecha, si ganará la moción, algo metafísicamente imposible, acabaría en Moncloa con noventa años. Lo inexplicable es que alguien se preste a esta pirueta grotesca. Pero este es el nivel que tenemos...

Y al otro lado del arco parlamentario la bronca entre los socios de Gobierno sube de decibelios pero con mucho cuidado de no romper nada. Irene Montero considera imprescindible su presencia al frente de Igualdad para garantizar que el consentimiento siga siendo la piedra angular de una ley tan imperfecta que ha permitido que más de cuatrocientos agresores sexuales hayan visto rebajadas sus condenas.

En lugar de pedir perdón, la ministra crítica que los socialistas se hayan decidido, por fin, a poner remedio a este inmenso error. Porque el PSOE alarmado por el coste electoral de la chapuza ha decidido presentar en solitario una reforma. Sánchez, en una reunión con su grupo parlamentario, ha reconocido que la ley del "sí es sí" ha tenido "efectos indeseados y me quedo corto".

¿Tanto le ha costado darse cuenta? ¿Puede un presidente del Gobierno mirar para otro lado en un tema tan grave por no poner en riesgo la estabilidad de su mandato?. ¿De verdad le preocupa la seguridad y la libertad sexual de las mujeres?. Y no se lleven las manos a la cabeza. Ahora resulta que hasta VOX es feminista y va a votar a favor de la reforma. Y eso que no reconoce la violencia machista y pretende calificarla como violencia intrafamiliar...

Y así hasta mayo, y después hasta diciembre, para seguir perdiendo el tiempo. Cada uno atento a lo suyo.