Editorial

Un plan para rebajar el consumo y la factura energética

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El Gobierno dio ayer un paso más para apretarnos un agujero más el cinturón energético con la aprobación del Plan Más Seguridad Energética, para reducir el consumo de gas del país entre un 5,1 y un 13,5 por ciento hasta marzo. Las 73 medidas, algunas de ellas aprobadas o lanzadas en las últimas semanas como la rebaja del IVA del 21 al 5 por ciento o la reforma de la tarifa eléctrica regulada, incluyen también mecanismos para aliviar la factura a los hogares, especialmente a los más vulnerables y a los que cuentan con caldera comunitaria. La iniciativa es ambiciosa y aspira a mantenerse en el tiempo con acciones enfocadas a medio y largo plazo, sin embargo habrá que esperar como evoluciona el contexto internacional, principalmente la invasión de Ucrania, para saber si hay que reajustar el plan antes de que finalice el próximo invierno.

La hoja de ruta desvelada ayer debe ser remitida a Bruselas por España y los otros 26 países de la UE, cada uno con sus objetivos de ahorro energético, que en el caso de nuestro país se sitúa en un 7 por ciento. No obstante, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica presumió del esfuerzo del Gobierno para impulsar medidas que han permitido reducir "un 33%" la factura del gas en agosto, con respecto a lo que calculan que habría sido necesario pagar sin la excepción ibérica y otras iniciativas. Habrá que comprobar la evolución de estos datos en los próximos meses, algo que requiere la 'complicidad' de comunidades autónomas y ayuntamientos o incluso el sector empresarial, ya que todos ellos pueden y deben aportar iniciativas y esfuerzos para alcanzar el objetivo español y europeo.

Indudablemente, las medidas estrella del plan de contingencia son las que afectan directamente a los ciudadanos. La mayor cobertura para el bono social eléctrico y el bono social térmico, con mayores descuentos para los consumidores más vulnerables, y la reducción de la factura de 1,6 millones de hogares con calderas comunitarias con vistas a este próximo invierno son actuaciones urgentes, pero que tienen aún muchos interrogantes sobre cómo se van a implementar. La medida sobre las calderas comunitarias se trata de una reivindicación que venían haciendo los administradores de fincas, que alertaban de subidas de entre cuatro y cinco veces en las facturas este otoño e invierno, ya que dado el elevado consumo de las calefacciones centrales, estas no se podían acoger a la tarifa regulada de las calefacciones individuales.

La otra gran medida que el Gobierno ha anunciado son las ayudas fiscales para las inversiones de los hogares en transición energética, pero tampoco ha detallado cómo ni cuánto. El camino de este plan es el adecuado, pero habrá que esperar a conocer su desarrollo para ver si de verdad alivia al consumidor y cumple los objetivos.