«Creo que hay que ir por la vida con ojos de cuentista»

Inmaculada López Martínez
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Rosa María García Ruiz, periodista y actual concejala de Cultura del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, acaba de publicar su primer libro, 'Érase una vez un fin', una original propuesta lúdica para incentivar la escritura entre todos públicos

La periodista, escritora y concejala del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, Rosa María García. - Foto: Javier Pozo

Es periodista, fanática de las letras, activista cultural, usuaria afanosa de las redes sociales, concejala del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo y, sobre todo, una mujer ingeniosa, creativa, culta, comprometida y carismática. Rosa María García acaba de dar el paso de publicar su primer libro, Érase una vez un fin, a través del cual nos invita a sacar el escritor que todos llevamos dentro de una manera jugona y divertida.

¿De qué trata Érase una vez un fin?

Son 50 juegos creativos para motivar a la gente que no escribe, a la que nunca se habían planteado que podían escribir bien, a aquellos que les gusta escribir pero que tienen miedo a arrancar o a quienes siempre escriben lo mismo. Son 50 juegos para que empiecen 50 historias. No es un manual técnico de escritura sino que son juegos creativos, divertidos y muy fáciles de hacer tanto de manera individual como colectiva (en talleres, colegios, institutos, etc.).

La periodista, escritora y concejala del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, Rosa María García.La periodista, escritora y concejala del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, Rosa María García. - Foto: Javier PozoCreo que ha probado todos estos juegos creativos. ¿Funcionan?

Estos disparadores, estos juegos de escritura espontánea son válidos para cualquier edad y todos los he probado previamente tanto en talleres infantiles como de adultos, dando unos resultados fantásticos. Llevo muchos años impartiendo talleres de escritura creativa porque me encanta. Fui tallerista durante años y me lo pasé estupendamente, tengo muchísimo escrito de aquella época. Después, con el paso del tiempo y, sobre todo, cuando monté mi propia librería, sentí la necesidad de ser yo misma la que motivara a otras personas a escribir, que es algo que también me gusta mucho. 

¿Cómo surge escribir este libro?

La periodista, escritora y concejala del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, Rosa María García.La periodista, escritora y concejala del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, Rosa María García. - Foto: Javier PozoFue en plena pandemia. Llevábamos diez días confinados, ya habíamos hecho todos los pasteles y bizcochos posible y habíamos limpiado toda la casa. Recuerdo que era domingo y me levanté con la idea de colgar en Facebook (soy muy de redes sociales) el inicio de un cuento para que la gente lo fuese continuando, es decir, crear un cuento conjunto. Estuvimos así todo el día, la gente iba escribiendo cada vez más y salió un cuento súper mágico. Debido al éxito, al día siguiente, me levanté de nuevo con la idea de colgar el comienzo de otra historia y la gente empezó no sólo a escribir sino a comentar lo que otros escribían. Cada vez había más participación. Al final, estuvimos 50 días ininterrumpidamente escribiendo historias a través de Facebook. Cuando decidí ponerle el punto y final, lo que hice fue copiar todos los comentarios, todo lo que habíamos escrito y hacer un libro en autoedición para que cada participante tuviese su propio ejemplar. Pero la gente por privado me decía que hasta ese momento nunca había escrito, que jamás se lo había planteado y que, a través de estos juegos, había descubierto cuánto le entretenía escribir. También había gente que estaba sola y que comentó que le había servido como entretenimiento y terapia. Ahí fue cuando pensé que tenía que abrir el foco y escribir algo para incentivar a la gente a escribir.

¿Cree que todo el mundo es capaz de escribir?

Todos somos capaces de contar lo que llevamos dentro. Siempre lo he dicho, todos estamos hechos de historias y somos las historias diarias: las que no cuentan, las que vemos, las que escuchamos en el autobús o en el médico, lo que nos cuentan nuestros hijos, lo que soñamos, los recuerdos que nos vienen... Si somos capaces de contarlo de viva voz, seríamos también capaces de escribirlo. Lo que pasa es que escribir conlleva un esfuerzo que muchas personas no se lo plantean. A mí me parece que siempre hay que llevar un cuaderno y un bolígrafo e ir por la vida con ojos de cuentista porque todo es susceptible de formar parte de una historia.

¿Qué ha supuesto personalmente la publicación de este libro?

No llega en el mejor momento de mi vida en el sentido de que, ahora mismo, no tengo tranquilidad ni puedo dedicarle todo el tiempo que me gustaría. Estoy dedicada a lo público y eso me llena prácticamente las 24 horas del día. Pero, muchas veces, la vida te sorprende con estas cosas. De repente, surgió la idea. Este libro está dedicado a mis dos hijos, ellos nacieron y crecieron rodeados de libros, y me apetecía que el día de mañana tuvieran ese recuerdo. También es cierto que ahora es fácil publicar, el tener tu propio libro. Hay muchas plataformas que te facilitan esa tarea. Unas, con la edición tradicional, y otras, como es mi caso, en autoedición. 

¿Cómo fue la presentación oficial en su querida Cabanillas?

Fue uno de los días más felices de mi vida porque estaban mis padres, mis hijos, marido, un montón de gente que no vive en Cabanillas y que quiso venir a estar conmigo ese día. Y luego muchísima gente de Cabanillas que me conoce mucho, que sabe lo que hago porque estoy metida en todos los fregaos (risas). También había muchas personas que yo había presentado su libro o sus exposiciones anteriormente y que quisieron acompañarme. La gente es muy agradecida, recibe y da. Ésa es la magia. Fue una velada maravillosa.

¿Habrá más actos en otros puntos de la provincia?

Sí, mi intención es sacar este libro de Cabanillas y llevarlo a las bibliotecas cercanas. Sobre todo, cuando tenga tiempo, me encantaría llevarlo a los colegios e institutos. Quiero hablar sobre el libro a los alumnos y a jugar con ellos en una clase. Considero que hay cultivar mucho la escritura desde niño porque, cuando eres adulto, es una competencia que se adquiere, al igual que la oralidad, el saber hablar en público. 

¿Y habrá más libros de Rosa?

De momento, me he comprometido a que haya una segunda parte más centrada en las partes del cuento: el narrador, el espacio, la trama, el punto de vista, los distintos géneros, etc. Será del mismo estilo de Érase una vez el fin, con una explicación y un ejercicio, pero un poco más teórico. Y luego, dentro de unos tres meses, con otra editorial tradicional voy a publicar mis propios relatos, relatos que tenía guardados desde que comencé a escribir hace 30 años. Ahí estará mi propia esencia. Creo que es un gesto de nobleza el decir «yo os animo a que escribáis y leo lo vuestro, leed también lo mío».

¿Qué elementos imprescindibles debe tener un buen relato?

Soy una amante de los relatos breves. Me parece maravilloso poder contar historias en poco espacio. Y dentro de los relatos breves, me apasionan los microrrelatos, son un reto todavía mayor. Contar una historia, su presentación, su nudo y su desenlace en, por ejemplo, 100 palabras, me parece como la esencia del perfume. Debería tener unas primeras frases que enganchen al lector por el gaznate y le metan en la historia. Luego, siempre debe contar con un desenlace potente. A mí, los finales abiertos no me gustan, me gustan los finales rotundos. 

¿De dónde surge su amor declarado por la literatura?

Desde muy pequeña leía mucho, fue  como algo innato. Recuerdo que leía muchísimo en la biblioteca del colegio. Cuando empecé la carrera de Periodismo, tuve un profesor que nos dio un repaso maravilloso por la historia de la Literatura Universal y ahí fue cuando me adentré en el mundo de los clásicos y a darme cuenta de la enorme variedad de estilos que existía. Se me daban muy bien las redacciones, en prensa me tiraba más a los reportajes y así, poco a poco, hasta que pasé una década regentando una librería, que es como el sueño de cualquier lector empedernido. Ahora, como concejala de Cultura en Cabanillas, estoy organizando actividades desde la otra parte. El círculo se va cerrando. 

¿Tiene algún escritor favorito?

Tengo muchísimos libros de escritura creativa. Todo lo que sale sobre esta temática, lo tengo. Como he dicho antes, me encantan los cuentos breves. En este género, me fascinan los microrrelatos de Ana María Shua, que es como a mí me gustaría escribir. Por otro lado, me gusta mucho la literatura vasca y, por ello, autores como Fernando Aramburu, Ramiro Pinilla y Bernardo Atxaga. Bernardo Atxaga que tiene un libro que ya es la cuarta vez que leo y que trabajo mucho en clubes de lectura que se titula Obabakoak, que tiene un hilo conductor con muchas historias cortas alrededor y algunas tratan sobre el arte de escribir y son auténticas clases magistrales.

Sus orígenes como escritora están en el periodismo. ¿Echa de menos estar al otro lado del micrófono?

Sí. Ese mono lo enmascaro colaborando con la emisora local de Cabanillas. La satisfacción laboral más grande de mi vida ha sido la radio. Durante un tiempo, era responsable de informativos de Ser Alcalá de Henares y cada día que terminaba un boletín era como chute de adrenalina, era feliz. Surgieron otras oportunidades laborales, pero estoy contenta porque todo lo que he hecho me ha llevado hasta el punto en el que estoy. 

Otra etapa fundamental fueron sus diez años como regente de una librería en Sitges. ¿Qué supuso aquella experiencia?

Fue una etapa muy bonita, trabajaba con mi pareja y hacíamos un tándem perfecto. Dedicarte a los libros, las novedades, leerlos, recomendarlos, vivir San Jordi de aquella manera tan intensa, fue algo maravilloso.

Después, recaló en Cabanillas, se adentra en la actividad cultural del municipio y está a punto de cumplir cuatro años como edil de Cultura, entre otras áreas. ¿Qué balance realiza de esta aventura política?

Tenía mucho miedo y mucha ilusión. Había trabajado ocho años en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares en labores de comunicación, tanto en el Gobierno como en la oposición, y me parecía muy valiente dar el paso a la política porque era consciente de que se tienen más sinsabores que cosas bonitas. Pero, cuando llegue a Cabanillas y empecé a hacer voluntariamente un programa en la radio local, comencé a conocer a la gente de aquí y me pareció que había unas personas tan interesantes que eso me dio pie a pensar a que yo podría hacer algo por toda esa gente maravillosa. Al final, cuajó. Opino, por el feedback que recibo, que se está haciendo bien el trabajo tanto en mis áreas como en el conjunto del equipo. Creo que Cabanillas del Campo, siendo un municipio tan pequeño, tiene una gran variedad de actos culturales, sociales y lúdicos. 

¿Le gustaría repetir otro mandato?

Si el alcalde cuenta conmigo, desde luego que sí. Cuando tú entras en un cargo como éste, no sabes muy bien cómo vas a terminar. Personalmente, no me he quemado. Me gusta mucho hablar  con los vecinos, ser una persona cercana, hacer cosas por el pueblo y tenemos proyectos.