Puede haber lío con la nueva Ley de Agricultura Familiar de Castilla-La Mancha. Lo advierte la organización agraria Asaja, que alerta de la posibilidad de hacer expropiaciones para crear un banco de tierras. "Queremos proteger la propiedad privada de los agricultores", avisó esta mañana el presidente en funciones de Asaja, José María Fresneda. Es más, contó que ya se han reunido con los tres grupos parlamentarios para que presenten enmiendas y quiten esos artículos. "Yo creo que todos van a presentar alguna enmienda, algunos para salir del paso, otros porque quieren y otros para socavar la credibilidad del Gobierno".
María Ángeles Rosado, de la directiva de Asaja, desveló cuál es el quid de la cuestión. Explicó que la normativa permite a la Junta expropiar terrenos infrautilizados para luego crear el banco de tierras y cederlos a jóvenes que se quieran incorporar. Rosado cuestiona que falta imprecisión a la hora de definir qué es un terreno infrautilizado. Argumenta que a un agricultor "no se le puede quitar la propiedad de una tierra porque no la haya cultivado". Explicó que según aparece en la normativa "a los dos años te hacen un informe y al tercer año pueden entrar en el banco de tierras".
Rosado avisa de que, por lo general, las mejores tierras suelen estar cultivadas, así que cabe la posibilidad de que al final se haga un banco de tierras con parcelas poco produtivas. "¿Se las vamos a dar a los jóvenes?", se pregunta. Por otro lado, también comenta que puede darse el caso de que un terreno esté sin cultivar porque está en un proceso de herencia o porque el agricultor esté enfermo. En todo caso, se niegan a que se expropien. Ofrecen otras soluciones, como la posibilidad de que la Junta ejerce el derecho de 'retracto' ante una operación de compraventa entre dos personas y ofrezca el precio de mercado para adquirir esa parcela. O también que quite el IBI para que se arriende esa parcela y que otro agricultor la trabaje. Otra opción sería la de llegar a acuerdos de cesión o arrendamiento de un particular a la Administración, siempre que sea voluntario y previo acuerdo.
De todas formas, desde Asaja tampoco creen que el banco de tierras vaya a ser muy efectivo. Rosado preferiría una ley "que apueste por el relevo generacional, que con un banco de tierras no se solventa". Alertó de que en estos momentos el 44,5% de los agricultores tienen más de 65 años. También señaló que esta normativa defiende explotaciones familiares "que son muy pequeñas, que son inviables". "Nosotros pedimos que en nuestro sector también se apoye ser grande", apuntó Rosado, que cree fundamental que la explotación tenga una cantidad de superficie que sea lo suficientemente grande para poder "subsistir".
Fresneda recalcó que desde Asaja venían avisando de los problemas que trae el planteamiento de esta ley. Recuerda que ya mostraron una posición "contundente" en el Consejo Asesor Agrario y dejó caer que la Consejería no le pasó el acta de dicha reunión al Consejo Consultivo, que tuvo que hacer la revisión jurídica de la ley. Además desde Asaja subrayan algunas frases del informe del Consultivo en el que se apunta que en la normativa hay "contradicciones insalvables" que pueden acarrear problemas de inseguridad jurídica. Por ejemplo, el banco de tierras se define como un "registro administrativo", se incide en que tiene "carácter informativo", pero luego se contempla que se pueda realizar "la adjudicación en propiedad o en cesión administrativa".
Corroto: «Nos cuesta mucho conseguir que las mujeres den ese paso y quieran estar en órganos de gobierno»
«Ningún dirigente de Asaja es machista y pone veto a que entre una mujer». Así de contundente lo manifestó Blanca Corroto, vicepresidenta de Asaja en Castilla-La Mancha y presidenta de Asaja Mujer en España. Ylo afirmó tan rotundamente porque señala que «muchas veces» en las reuniones de la Consejería lo dejan caer «entreveladamente».
Todo viene a raíz de la reforma de la Ley del Estatuto de la Mujer Rural que acaba de anunciar el consejero de Agricultura y que extendería la obligatoriedad del 40 por ciento de representación de mujeres en los órganos de dirección de cooperativas y empresas del sector.
Desde Asaja proponen que el porcentaje de representación sea en función del porcentaje de mujeres que sean socias de esa cooperativa o de esa organización agraria. «Nos cuesta mucho conseguir que las mujeres den ese paso y quieran presentarse a los órganos de gobierno», confesó Corroto. Aseguró que desde Asaja seguirán trabajando para incentivar y motivar. «Muchas veces es por falta de autoestima», comenta.
María Ángeles Rosado añade que en el medio rural hay pocas facilidades para conciliar con aulas matinales, comedores escolares o actividades extraescolares: «Lo primero que hay que hacer es poner medidas que nos permitan conciliar y educar en la corresponsabilidad».