Fallece a los 98 años Sor Socorro, la monja más longeva del monasterio cisterciense de Santa Ana en Brihuega, convento de clausura en el que hizo sus votos y en el que recientemente se colaba el coronavirus, lo que conllevó que cuatro de las seis hermanas que residían en él -entre ellas la fallecida- hayan tenido que estar confinadas y dos de ellas aún permanezcan ingresadas en el Hospital Universitario de Guadalajara.

En cualquier caso, el virus no parece haber sido la causa del fallecimiento de Sor Socorro, natural de Abiego (Huesca) pero que llevaba 65 años de su vida en este convento. Hacía tiempo que sufría varias dolencias importantes y eso, junto a su avanzada edad, la obligaron primero a tener que ir en silla de ruedas y, despúes la han mantenido postrada últimamente en una cama hasta morir. Sin embargo, hasta el último momento ha estado bastante consciente y serena, según señala a La Tribuna Eugenia, voluntaria y colaboradora en este convento, donde se siente como una más.

Eugenia resalta de Sor Socorro su "tremenda valentía, su espíritu de sacrificio y de trabajo", señala Eugenia. "Yo perdí a mi madre hace años, pero me encontré en este convento a seis madres", apostilla.

Sor Socorro ingresó en el Císter de Brihuega en noviembre de 1955; aquí emitió sus votos temporales en mayo de 1957 y los perpetuos justo un año después, y desde entonces siempre ha residido en este convento, donde también ha sido enterrada.

La hermana más joven que queda en el monasterio Santa Ana es la abadesa, Sor Isabel, que ya pasa los 70 años. Las otras cuatro hermanas son todas de edad más avanzada; una realidad que deja en el aire la idea de que en un futuro no muy lejano se trasladen a una residencia.