Continúa la ayuda a los ucranianos un año después

Beatriz Palancar Ruiz
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De los casi 600 refugiados que recalaron en la provincia, viven aún aquí unos 120, cuyas necesidades están atendidas por ONG y el Comité Provincial de refugiados de Ucrania

El servicio del supermercado solidario aún es uno de los recursos más demandados por las familias, al igual que las clases de castellano. - Foto: Javier Pozo

Este viernes se cumplía un año desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, un conflicto bélico que ha ocasionado que más de siete millones de personas se hayan visto obligadas a abandonar su país, a los que se suman otros seis millones de desplazados internos.

En este flujo de migración, la provincia de Guadalajara acogió a casi 600 personas que procedían de distintos puntos de la geografía ucraniana. Hubo una marea de solidaridad que llevó a las ONG y a muchos particulares a acercarse hasta Polonia para recoger a personas en la frontera. De esos refugiados que llegaron entre los meses de marzo y abril de 2022, hoy en día, quedan unos 120 en Guadalajara. 

« Ahora mismo, la situación está muy controlada. La fase cero está vacía y la gente tiene una vida más o menos estable. Seguimos ayudando con vivienda y recursos pero están haciendo su vida aquí», declara la delegada provincial de Bienestar Social, Inmaculada Tello.

El servicio del supermercado solidario aún es uno de los recursos más demandados por las familias, al igual que las clases de castellano.El servicio del supermercado solidario aún es uno de los recursos más demandados por las familias, al igual que las clases de castellano. - Foto: Javier Pozo

Desbordados por la ola de solidaridad y para organizar el alojamiento y cubrir las necesidades de los refugiados, hace casi un año se creó un Comité Provincial de refugiados de Ucrania que aún hoy existe. Está presidido por el delegado de la Junta de Comunidades en Guadalajara y Bienestar Social e integrado por responsables de las delegaciones provinciales de Educación y Sanidad, la FEMP, Subdelegación del Gobierno, Policía Nacional, Guardia Civil y organizaciones vinculadas con la ayuda a refugiados en distintos ámbitos.

«Esta llegada afectaba a varios ámbitos y teníamos que coordinarnos. Como es un comité abierto, hemos ido incorporando ONG y asociaciones que al principio no estaban involucradas en el tema de Ucrania y luego han ido trayendo personas por otra vía distinta al Ministerio o que han entrado a ayudar en distintas fases con recursos que tenían. Nos ayudamos unos a otros y ayudamos a estas personas a que estén lo más estabilizados posibles en Guadalajara», señala la delegada de Bienestar Social, quien reconoce que el volumen de trabajo ha ido cambiando a lo largo de este año de conflicto y, por tanto, se ha ido espaciando la periodicidad de las reuniones de una vez a la semana hasta una al mes on line

«Lo hemos mantenido, aunque sea una vez al mes, porque creemos que hay que estar con ese seguimiento de las personas de Ucrania que están aquí y porque lo hemos ampliado, aunque no hemos cambiado el nombre, haciendo seguimiento caso de otras nacionalidades que han llegado, sobre todo de Afganistán», detalla Tello.  

El servicio del supermercado solidario aún es uno de los recursos más demandados por las familias, al igual que las clases de castellano.El servicio del supermercado solidario aún es uno de los recursos más demandados por las familias, al igual que las clases de castellano. - Foto: Javier Pozo

Entre los recursos que todavía se están facilitando a los refugiados ucranianos, señala la delegada provincial, estarían «ayudas de emergencia para personas que todavía no han encontrado trabajo y necesitan un recurso económico, se siguen dando pero se han reducido; se les siguen dando clases de castellano, a nivel laboral estamos dando cursos para intentar ayudarles a conseguir trabajos, ayudas para de vivienda para el alquiler. Ellos tienen derecho a todas las ayudas a las que puede acceder cualquier persona que vive en Guadalajara y, además, se les da una ayuda que ha salido hace poco aprobada específica para personas de Ucrania, y a través de una de las entidades que colaboran se les está dando un soporte jurídico». 

Muchos de los refugiados que llegaron a Guadalajara en un primer momento se han marchado a otros lugares en los que tenían lazos familiares y de amigos o bien, los menos, han regresado a su país. Desde Bienestar Social se considera que «lo peor», en cuanto a la urgencia, «ya ha pasado», dice Tello, quien reconoce que «tenemos ahora es un flujo de trabajo y colaboración que nos hace que, si vienen más personas desde Ucrania, ahora sería todo mucho más fácil».

Por último, la responsable de Bienestar Social en la provincia destaca que «hay vecinos de la provincia que han puesto sus casas al servicio de este comité para que podamos cederlas. Al principio, totalmente gratuito y, luego, cuando estas personas ya tienen un trabajo les están cobrando un alquiler bajo. Eso también es de agradecer». 

Trabajo diario

En la provincia, Accem y Cruz Roja fueron las entidades responsables de atender a los refugiados a su llegada. Se vivieron momentos complicados.  

Durante esa fase cero, de emergencia, hubo muchas necesidades, fue necesario controlar esa marea de solidaridad que llevó a muchos a acoger a personas en su casa o a ceder viviendas, además de preparar los dispositivos de ayuda habituales para estos refugiados.

«Se dieron muchas circunstancias. Había paisanos que ayudaron en un gesto de generosidad y también se dio el caso de personas que, de una manera ocurrente, decidieron ir a por ellos. Esta acogida ha sido muy dispar. De hecho, todos los que los trajeron de forma particular, no sé si alguno lo mantendrá, pero la inmensa mayoría ya no los tienen. Cuando no se emplean los caminos adecuados es más difícil ordenar todo», dice Braulio Carlés, responsable regional de Accem, donde se ocuparon de atender a 147 ucranianos en esa fase cero. 

Por su parte, Cruz Roja se ocupó de un grupo de 47 personas que estuvieron alojadas hasta septiembre en un hotel, además de dar cobertura a otros desplazados. «Hemos ayudado tanto a las personas que se han ofrecido a donar espacios como a los propios ucranianos que han llegado a España. También colaboramos con dos autobuses de la asociación Victoria Kent de Algeciras que  hicieron una parada en Guadalajara, gracias a Diputación Provincial que cedió el complejo San José», explica la presidenta de Cruz Roja, Carmen Hernández. 

Del centenar de personas que permanecen en Guadalajara un año después, 19 están vinculados a Cruz Roja y otros 37 a Accem, en ambos casos, todos están dentro de una fase de autonomía. Y también hay otras organizaciones que han ayudado y están ayudando a estos refugiados, en un primer momento con lo más básico, con el suministro de alimentación y ropa, y después con la cobertura de otras necesidades como clases de español o la atención para regularizar su situación en España, formación para obtener un puesto de trabajo y gestión de ayudas. 

«Desde Cáritas Diocesana Sigüenza-Guadalajara llevamos recaudados hasta este momento más de 160.000 euros», señala Lourdes López, que añade que Cáritas tiene presencia en Ucrania desde 2010 y que todos los jueves siguen dedicando unos minutos a la oración para pedir el final del conflicto.

También en Guada Acoge están prestando su servicio para solicitar protección internacional. «Los ucranianos siguen teniendo un estatuto diferente al resto de refugiados. Casi todas las entidades pedimos que se haga igual con el resto de nacionalidades», reclama la presidenta, Antonia del Olmo.

Por último, Hernández considera que aún queda un servicio que prestar, «la atención a demanda de búsqueda internacional. No hemos tenido ninguna porque yo creo que esto va a venir más adelante, cuando el conflicto termine y las familias empiecen a buscarse».