«Molina es protagonista de la meteorología por mérito propio»

Inmaculada López Martínez
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Este divulgador científico y aficionado al a meterología es el coordinador de las Jornadas sobre Clima y Polos del Frío que se celebran este fin de semana en la capital del Señorío molinés

El periodista, escritor y divulgador científico, Vicente Aupí. - Foto: L.T.

Además de periodista, escritor y divulgador científico, Vicente Aupí es el coordinador de las Jornadas sobre Clima y Polos del Frío, un interesante evento abierto que celebra su cuarta edición este fin de semana en Molina de Aragón (Santa María del Conde) con la participación de numerosos científicos, profesionales y aficionados a la meteorología de toda España. 

¿Cuál es el objetivo de las Jornadas sobre Clima y Polos del Frío?

Estas jornadas surgieron en el año 2014 coincidiendo con la publicación de mi libro El Triángulo de Hielo, en el que Molina de Aragón es uno de los protagonistas. Aprovechando la presentación de este libro en Molina de Aragón, hubo una ponencia por parte de César Rodríguez Ballesteros, jefe del Banco Nacional de Datos Climatológicos, quien habló sobre las olas de frío en España. Luego, hubo dos ediciones más (2016 en Teruel y  2022 en Alcalá de la Selva) y esta cuarta hemos decidido hacerla también en Molina. El objetivo no es otro que aunar experiencias y difundir los datos que se tienen sobre esta temática en España, que son muchos a pesar de que, en teoría, estamos en un país cálido. Pero además, hay una curiosidad. Por la razón que sea, el frío y la memoria de la nieve y de las grandes olas de frío que ha habido en España tienen cierto tirón popular. No sólo los que observamos el tiempo estamos interesados en ello si no que para la gente de la calle, a diferencia de lo que ocurre con los otros aspectos extremos de la meteorología como puede ser el calor, tiene un atractivo evidente, interesa.  Al final, todo es un vínculo con la naturaleza, con el paisaje y con la percepción del medio ambiente. Por ello, no son jornadas especializadas sino que están abiertas al público en general. 

¿Cuáles son los principales atractivos de la edición de este año?

Hemos conseguido reunir un plantel de ponentes muy bueno, entre ellos varios profesionales de Aemet, que van a ofrecer charlas y experiencias muy interesantes. 

Han querido hacer coincidir estas jornadas con el aniversario del récord do -28,2 grados centrígrados registrado en Molina de Aragón en 1952. ¿Por qué Molina es tan fría?

Molina de Aragón tiene ciertos rasgos que, de vez en cuando, hace que marque la diferencia. Para empezar, está a más de 1.000 metros de altitud, aunque eso no es lo fundamental. Lo fundamental es que es una zona de horizontes abiertos y, además, Molina está en el fondo, en una pequeña fosa. Respecto a la zona de alrededor, todavía marca más la diferencia porque muchas veces se producen los fenómenos que en meteorología conocemos muy bien de «inversión térmica», que son esas noches serenas de invierno en las que hace más frío en los valles que en la montaña porque no sopla el viento y el aire frío que es más denso acaba descendiendo hacia el fondo de la cubeta y te encuentras que, en algunos pueblos cercanos hay una temperatura y cuando llegas a Molina hace cuatro o cinco grados menos. Ése es el matiz principal para un invierno normal. La temática de estas jornadas trata estos episodios en los que me he especializado que son que, de vez en cuando, cada 10-15 años, se producen temperaturas inferiores a los 20 grados bajo cero. Ahí lo que ocurre es que en todo el triángulo Teruel-Calamocha-Molina de Aragón tiene una mayor predisposición a ese tipo de episodios más que en otras zonas de España. ¿Por qué? Pues porque se despeja el cielo, por la noche el viento está el calma y el suelo está nevado. Esos tres ingredientes hacen que en sitios como Molina de Aragón haya cierta facilidad para que se baje de los 20 grados bajo cero. 

¿Hay previsión de que vuelva a ocurrir algún episodio de frío extremo de esas características en la zona?

Con la era del calentamiento global que estamos viviendo, hace dos años cuando ocurrió la borrasca Filomena, llevábamos 20 años que no había sucedido algo así. La última vez anterior fue en diciembre de 2001, cuando en Molina de Aragón se registraron -24 en Nochebuena. Parecía que este tipo de episodios pertenecían al pasado hasta que llegó Filomena. ¿Cuándo se repetirán? Pues no podemos saberlo, evidentemente. Pero cuando me preguntan por ello, sí insisto en que la tendencia al calentamiento global, como se demostró en 2021, no es incompatible con que sucedan. Lo que sí ocurre es que, actualmente, acontecen con menos frecuencia que en el siglo XX cuando la periodicidad podía ser cada cinco o diez años. Teóricamente, hasta dentro de 20 años no tocaría, pero no podemos saberlo porque la meteorología es muy caprichosa.

Por lo que cuenta, Molina de Aragón es famosa en el mundo de la meteorología española...

Muchísimo. El frío es un factor que interesa y, en ese sentido, en el mundillo de la meteorología, Molina de Aragón y el Triángulo Teruel-Calamocha-Molina de Aragón en su conjunto es un icono porque tiene esa predisposición. Además, estamos hablando de que ya a finales del siglo XIX, en 1885, se tomaban temperaturas en el Colegio de los Dominicos y hay un dato cercano a los -27 grados. Luego, volvió a ocurrir varias veces: en 1947 se llegó de nuevo a -27 grados y en 1952 y en 1963 se registraron -28 grados. La efeméride de -28,2 grados de 1952 con los que hacemos coincidir estas jornadas está reconocida como la segunda temperatura más baja registrada en zonas pobladas de España según datos de Aemet, después de los -30 grados que hubo en 1963 en el observatorio de Calamocha. Por tanto, Molina de Aragón, sin ninguna duda, es una protagonista de la meteorología española con mérito propio.

¿Hay otro punto de la geografía provincial destacado en este sentido?

Es toda la zona. Realmente, no ocurre sólo en Molina de Aragón. Lo que sucede es que en Molina de Aragón, desde los años 40, tenemos un observatorio oficial de la Red Meteorológica Principal y eso ha permitido que conozcamos datos muy interesantes que tienen una trayectoria y una serie climatológica muy prolongada. Actualmente, hay más estaciones de aficionados en otras zonas de la provincia como Cantalojas que pueden ser en un momento dado tanto o más frías que Molina de Aragón. Lo que tiene Molina es una trayectoria con más de medio siglo de observaciones oficiales y fiables que nos permiten conocer y que son representativas de toda esa zona.

Es autor del libro 'El Triángulo de Hielo' (Teruel-Calamocha-Molina de Aragón). ¿Qué recoge este volumen que dedicó a esta zona ya apodada con ese nombre?

Recoge la serie histórica de los datos meteorológicos de esa zona, las grandes efemérides de temperaturas desde el siglo XIX hasta la actualidad y, aparte, la parte social, cómo influyó en la población de la zona todos aquellos episodios de frío extremo, especialmente, a mediados del siglo XX cuando tenían una periodicidad más importantes que en la actualidad. Es un libro que sigue tiendo muy buena acogida, va por su tercera edición. 

¿De dónde le viene su afición por la meteorología y, sobre todo, por el frío?

Siempre me interesó la meteorología, desde pequeño, compartida al 50 por ciento con la astronomía. El tema del frío, probablemente, tenga algo que ver con mis raíces turolenses. Me interesaba la observación del tiempo en general como a cualquier persona curiosa y, de repente, me encontré con que los primeros libros que compré sobre esta materia hablaban de Molina de Aragón, de Calamocha, de Teruel y de que allí se habían registrado esas temperaturas tan bajas. Me sorprendió y me despertó la curiosidad por comprobar que, efectivamente, era así. A partir de entonces, empecé a investigar el clima de España, en general, y de esta zona, en particular, y, además, monté mi propio observatorio en Torremocha del Jiloca, el pueblo donde nació mi madre y donde tengo mis raíces. No es una estación de la red principal, pero pertenece a la red secundaria en la que se toman datos oficiales. 

¿El frío es bonito?

El frío se puede analizar desde muchos puntos de vista. Si no se tienen las condiciones adecuadas de ropa de abrigo y salud puede tener un impacto negativo en la salud y en la seguridad de las personas. Hay una parte de interés científico, que es la que nos gusta a nosotros, pero hay que tomarlo con seriedad. ¿Bonito? Sin duda. Cuando a la gente de la calle le interesa este tema es por esas estampas de la nieve, por ese vínculo con la montaña y con la naturaleza en general. Es patente que el frío interesa a la gente y que hay una unión con el paisaje y la naturaleza y con una sensibilidad creciente hacia nuestro entorno y hacia el medio ambiente. 

¿Cómo analiza el estado actual de la meteorología en España?

España, el resto de Europa y Estados Unidos son buenos ejemplos de que el interés general por la meteorología ha aumentado muchísimo. Hay miles de estaciones de aficionados que no pueden considerarse datos oficiales, pero que permiten conocer lo que ocurre en lugares en los que antes no teníamos idea de lo que pasaba. Además, la meteorología oficial, hablo de la  Aemet y a escala mundial, ha mejorado muchísimo desde el punto de vista científico no sólo en cuanto a datos sino en cuanto a fiabilidad en los pronósticos. Un claro ejemplo fue Filomena. La meteorología se encuentra en un momento que considero excelente, aunque todo es susceptible de evolución y mejora, por supuesto.

¿El frío ha podido influir en el despoblamiento de algunos territorios como la comarca molinesa?

En mi opinión, radicalmente no. En Chicago hace mucho más frío que en cualquier zona de España y vive mucha gente. Por tanto, no me sirve que el frío sea un pretexto para que una comarca pierda habitantes y, mucho menos, en la sociedad actual. La despoblación se debe a otros factores que todos conocemos.

¿Qué opina del cambio climático?

Los datos científicos atestiguan que hay un calentamiento global y siempre he sido partidario de las políticas tendentes a las reducciones de CO2 y de gases de efecto invernadero. En el caso del encuentro que nos ocupa, aportaré datos que lo demuestran en la evolución de las temperaturas registradas en Molina de Aragón.