Medio milagro cien días después

Diego Izco
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El 12 de diciembre, el Barça era un muñeco roto... y el domingo asaltó el Bernabéu con otra goleada histórica. Con el Sevilla desinflado, solo el Atlético de Madrid mantiene el ritmo azulgrana: 12 partidos sin perder

Medio milagro cien días después - Foto: AFP7 vía Europa Press

«No nos llega» fue la frase que dijo Xavi en Pamplona hace 100 días. Fue su particular «Es lo que hay» de Koeman, que lo dijo 100 días antes del clásico del pasado domingo, aquel 12 de diciembre en que el 2-2 ante Osasuna y el 2-0 del Real Madrid sobre el Atlético ponía al Barça a 17 puntos de los blancos. Echar la vista atrás produce vértigo, porque no solo ese Barça apenas ganaba el 53 por ciento de los puntos que disputaba y acababa ser eliminado de la Liga de Campeones por primera vez en 21 años, sino porque el Madrid ganaba el 83 por ciento de los puntos, pasaba como primero de grupo a octavos de la Champions y ya le estábamos encargando entre todos la plaquita que adorna la copa de campeón. Cien días en el fútbol: un mundo. 

 

El gol

De aquel equipo que no le hacía un gol al arcoíris ya solo queda un mal recuerdo, como un arañazo en la puerta de un coche nada más comprarlo. Ahora ese automóvil ha adquirido velocidad de crucero porque en ataque tiene a tres nuevos que han elevado el estatus del equipo (Ferrán, Adama y el 'pelotazo' Aubameyang) y Xavi ha hecho terapia con Ousmane Dembélé hasta recuperarlo para la causa. Cuatro atacantes que no existían cuando el egarense decía lo de «no nos llega» y Koeman andaba experimentando con niños alrededor de Memphis para hacernos ver que, en efecto, era lo que había... 

 

El caos

Intentar sustituir a Benzema con Modric tuvo que ser fruto de una mala noche. El Real Madrid perdía todo lo que le sujeta la pelota con el mejor criterio en los últimos 40 metros de campo, porque el croata es quien la conduce hasta allá y el francés quien la convierte en oro. Dar tanta ventaja al Barça fue un pecado mortal para un Ancelotti muy señalado, porque cuando quiso arreglar el entuerto añadió aún más rayas incomprensibles al dibujo caótico de su equipo. Una noche negra (lo del uniforme también cuenta...).