Patrimonio natural de la capital

Beatriz Palancar Ruiz
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La asociación Micorriza, a través de una subvención del Ayuntamiento de Guadalajara, trabaja en la redacción de un catálogo de los árboles singulares que existen en la ciudad

El colectivo Micorriza recomienda en el catálogo observar con distancia los ejemplares para poder disfrutar de toda su belleza natural. - Foto: Javier Pozo

Conocer de manera detallada parte del patrimonio natural de la ciudad de Guadalajara es el objetivo de un catálogo que está elaborando la asociación Micorriza gracias a una subvención del Ayuntamiento capitalino. En este estudio se detallarán cuáles son los árboles singulares de todo el municipio guadalajareño, incluyendo sus pedanías, para mayor conocimiento de toda la ciudadanía y de aquellos que visitan la ciudad.

Una primera parte del estudio se ha desarrollado en el año 2021. En él, se han llegado a catalogar 53 ejemplares que, por sus características, pueden ser considerados singulares. No obstante, el proyecto sigue adelante. La idea tanto de la asociación Micorriza como el Consistorio es obtener un catálogo lo más completo posible con la idea de que este pueda servir para contar con un recurso turístico nuevo.

«Es una forma de identificar. Lo que se conoce, al final se cuida. Nos pareció muy bien que se hiciese un catálogo de árboles singulares. No está terminado. Ellos piensan continuar este año porque se fueron encontrando muchos más árboles de los que en principio se pensaban. El objetivo fundamental es tener la posibilidad de protegerlos , y también nos gustaba que podemos meterlo como una de las rutas de Turismo para conocimiento natural. La Ley nacional de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de 2007 considera los árboles singulares como patrimonio natural. Todo esto, nos pareció estupendo y quisimos recogerlo en este proyecto para introducirlo en las rutas de Turismo y en los colegios», destaca la concejala de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Guadalajara, Mari Ángeles García como responsable del área que está recopilando la información de Micorriza.

El colectivo Micorriza recomienda en el catálogo observar con distancia los ejemplares para poder disfrutar de toda su belleza natural.El colectivo Micorriza recomienda en el catálogo observar con distancia los ejemplares para poder disfrutar de toda su belleza natural. - Foto: Javier PozoEl proyecto, por tanto, está vivo y se está ampliando más allá del casco histórico que es donde primero se ha empezado a analizar el arbolado. Ahora mismo, según detalla la concejala de Transición Ecológica, se están estudiando barrios de la capital como Manantiales, La Chopera, la ribera del río, así como la zona nueva de El Fuerte de San Francisco y también se visitarán las cuatro pedanías de la capital, Taracena, Iriépal, Valdenoches y Usanos para conocer sus ejemplares.

«Estoy de acuerdo en que sigan trabajando este año porque queremos hacer estudio de todo el municipio. Será una ruta larga», explica la edil Mari Ángeles García.

relevancia histórica. Para que un árbol entre a formar parte de este catálogo por su singularidad, la asociación Micorriza tiene en cuenta muchos criterios. Destacan los naturales, por supuesto, pero no son los únicos, también son importantes los apuntes históricos que puedan hacer que, por sí mismos, sean tenidos en cuenta para formar parte de esta clasificación.

El colectivo Micorriza recomienda en el catálogo observar con distancia los ejemplares para poder disfrutar de toda su belleza natural.El colectivo Micorriza recomienda en el catálogo observar con distancia los ejemplares para poder disfrutar de toda su belleza natural. - Foto: Javier PozoEste criterio histórico, por ejemplo, sería la causa de la catalogación de la conocida olma de Bejanque, cuyo tronco se conserva sin vida integrado en el paisaje urbano, como expone Mari Ángeles García: «Se manejan muchos criterios de singularidad. No solo se habla de los árboles que existen, también de los que se han perdido y por las razones que se han perdido, que me parece muy interesante y muy didáctico. Se ha vuelto a plantar una olma en Bejanque que es resistente a la grafiosis, entonces, la singularidad es que se ha hecho todo un trabajo de investigación. Han estado trabajando en el Serranillo. Los motivos de la singularidad pueden ser múltiples. Hay muchas anécdotas que aparecen en el catálogo y cuando la ruta esté definida aparecerá todo en ese contenido histórico y natural». 

Otros detalles históricos que avanza la concejala de Transición Ecológica tienen que ver con los datos que se pueden extraer de los archivos municipales. Así, el primer documento encontrado en el que se hace referencia al arbolado de Guadalajara capital es en el año 1560, concretamente en los documentos que hacen referencia a la boda entre el monarca Felipe II e Isabel de Valois que se celebra en el Palacio del Infantado. 

Los documentos relatan a cómo se engalana la ciudad para este acontecimiento histórico. En aquel momento, se crea un bosque mágico, según la referencia histórica, en el que hoy es el parque de La Concordia. 

Lo curioso es que no será hasta el año 1909 cuando vuelva a aparecer otra referencia destacada sobre el arbolado de la capital, con motivo de la celebración del Día del árbol en Guadalajara «en la que participan todos los centros educativos de la ciudad. Es nuestra historia relacionada con el patrimonio natural. Es un trabajo bastante completo de naturaleza e historia que consideramos muy interesante para su divulgación, su conocimiento y para su cuidado», argumenta Mari Ángeles García.

Y es que la intención final del Ayuntamiento de Guadalajara es utilizar este catálogo de árboles singulares para definir una ruta dirigida tanto a turistas que vengan a conocer la ciudad como a los escolares de los centros educativos de la capital: «La asociación enseñará las rutas y también Turismo. Quiero enviar el catálogo a todos los colegios. Queremos que los alumnos conozcan este patrimonio natural para que lo defiendan y lo respeten», concreta la concejala.

Por el momento, el Ayuntamiento de la capital ha empezado a instalar carteles a pie de los primeros árboles singulares catalogados. Se trata de unas tablas de madera en la que se recogen características de cada ejemplar como sus nombres común y científico, su altura, la longitud, el perímetro y el diámetro de sus troncos, así como el lugar que ocupa dentro del catálogo.

La concejala de Transición ecológica, por último, destaca el trabajo que está desarrollando la asociación Micorriza porque considera que «sobre los monumentos naturales, creo que hay hecho bastante poco» y recuerda un detalle del primer catálogo que ya ha recogido su área como es que «se recomienda cómo observar los árboles. Se dice que hay que mirarlos de lejos y no hay que abrazarlos».

La asociación Micorriza no se enfrenta a este reto de catalogar los árboles singulares de la ciudad de Guadalajara a ciegas. Cuenta con un bagaje, una experiencia dentro de la provincia, ya que se ocupó de la redacción y publicación de la Guía de Árboles y Arboledas Singulares de la Comarca de Molina de Aragón y Alto Tajo, cuyo estudio culminó en marzo de 2014 con la publicación de un libro.

En este primer catálogo, los miembros de la asociación Micorriza definen que los objetivos de estos estudios son «promover y generar la conservación de árboles y arboledas singulares, su protección, concienciando a la población de su importancia en el funcionamiento de los ecosistemas. Y para generar un nuevo atractivo turístico ambiental». Sin duda, unas metas que son comunes a las que plantea el Ayuntamiento de Guadalajara para apreciar el patrimonio natural de la ciudad. 

La guía de Molina de Aragón y el Alto Tajo

unque la asociación Micorriza prefiere guardar los detalles del trabajo que están desarrollando en Guadalajara hasta que haya concluido, sí que existe la posibilidad de conocer algunos trazos de cómo será porque este colectivo ya ha publicado la Guía de Árboles y Arboledas Singulares de la Comarca de Molina de Aragón y Alto Tajo con ejemplares de aquella zona. 

Este trabajo fue elaborado por un equipo multidisciplinar de licenciados en Ciencias Ambientales, Administración y Dirección de Empresas, Biología, Historia del Arte, Diseño Gráfico y Comunicación Audiovisual. En la versión digital de esta guía de la comarca molinesa se expone que, para su elaboración, se recorrieron 1.500 kilómetros por toda la comarca, que quedó dividida en cuatro zonas de estudio bajo una denominación común, sexmas. Así, por ejemplo, se clasificaron ejemplares singulares como el conocido olmo de la ermita (en la imagen superior) de la sexma del Sabinar o la mimbrera del tío Vicente en la sexma de la Sierra.