Editorial

La necesidad de acelerar la reforma de la ley del 'solo sí es sí'

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El goteo de reducción de condenas y excarcelaciones tras la entrada en vigor de la denominada ley del 'solo sí es sí' continúa imparable. Al menos 646 reos condenados por distintos tipos de delitos sexuales se han beneficiado por el nuevo marco de penas que recoge la norma. Uno de los últimos casos más flagrantes ha sido el registrado en Andalucía, donde la Audiencia de Sevilla ha reducido cinco años -de 17 a 12- la pena de cárcel impuesta en 2008 a un hombre que agredió sexualmente a una octogenaria, acabando después con su vida. Mientras continúan registrándose este tipo de beneficios, PSOE y Unidas Podemos parecen encontrarse en un callejón sin salida a sólo una semana para que finalice el plazo que se dieron para alcanzar un acuerdo que sirva para revisar una norma cuyas consecuencias están generando gran alarma en la sociedad. 

La situación sigue bloqueada. La nueva ley ha propiciado que el delito de abuso sexual haya desaparecido y se haya integrado dentro del de agresión, lo que provoca que un delito que recogía una actitud de mayor gravedad se incorpore a uno de menor, y, de esta manera, ha desencadenado que los abogados de aquellos que hayan sido castigados en su día recurran porque, como recoge el artículo 2.2 del Código Penal, siempre se aplicará la ley que sea más favorable al reo. Pese a que desde Unidas Podemos se ha tratado de acusar a los magistrados de machistas por aplicar estas revisiones, incluso llegándoles a llamar «fachas con toga», la realidad es que la ley es un fiasco y al PSOE, pese a que en un principio defendía las bondades de la misma, no le ha quedado más remedio que proceder a su rectificación. La ministra de Justicia, Pilar Llop, ya ha remitido su propuesta a la formación morada para su aprobación, pero desde Igualdad no terminan de ver con buenos ojos los cambios y se parapetan en respetar el consentimiento para no dar su brazo a torcer.

El tiempo corre en contra de un acuerdo entre los dos socios de coalición y es vital acelerar la reforma. Ahí es donde entra en juego el PP que, con sus apoyos, podría dar luz verde a los cambios sin necesidad de que el PSOE tenga que contar con Unidas Podemos. A algo más de dos meses para la celebración de una cita trascendental con las urnas, tanto en municipios como en distintas comunidades autónomas, que servirá de termómetro para las generales a finales de año, cualquier movimiento puede decantar la balanza para uno u otro lado. El daño que está causando el 'solo sí es sí' en el Ejecutivo es evidente y la salida de la crisis marcará un futuro lleno de incertidumbre.