El Nacimiento hecho arte

Antonio Herraiz
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Está a punto de cumplir 20 años como presidente de la Asociación de Belenistas de Guadalajara. Defiende priorizar el motivo religioso del belén para que esta expresión artística no se convierta en una simple maqueta

Miguel Ángel Martínez Fernández es presidente de la Asociación de Belenistas de Guadalajara. - Foto: Javier Pozo

No hay Navidad sin belén, sin la recreación del Nacimiento del Hijo de Dios. Es la representación artística más tradicional de este tiempo capaz de unir a creyentes y a no creyentes. Se encuadra «en una dimensión cultural, convirtiéndose así en un hecho sociológico», contribuyendo a «la transmisión de conocimiento de la cultura popular mostrando oficios tradicionales». Son dos pinceladas del Real Decreto que declara el belenismo como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. 

Miguel Ángel Martínez (Guadalajara, 1979) celebra con entusiasmo este reconocimiento que viene a refrendar el trabajo que realizan durante todo el año. «Los belenes completos se montan en Navidad, pero en febrero ya estamos preparando el de ese año». Es tradición y arte, con un motivo que debe destacar sobre todos los demás. «Un belenista tiene que cuidar que el mensaje del nacimiento de Jesús no se pierda. Si prescindimos del sentido cristiano, pasa de belén a maqueta». 

Como presidente de la Asociación de Belenistas de Guadalajara, se encarga de coordinar todas las actividades que organizan: los concursos de belenes, los cursos que imparten los maestros belenistas y, como eje principal, el montaje de belenes en puntos estratégicos de la ciudad y las exposiciones de dioramas. «Voy a cumplir 20 años como presidente y, aunque soy la cabeza visible, el conjunto de socios se encarga de trabajar durante el año para que todo salga adelante».

A Miguel Ángel la afición por el belenismo le viene desde que tenía ocho años. «En casa colocábamos siempre un belén pequeño con figuras de plástico y cuando tenía ocho años mi madre me apuntó a uno de los cursillos que organizaba la asociación en la iglesia de El Carmen». A partir de ese momento, empezó a comprar figuras de cierta calidad. «El que tenía mayor variedad era Marqueta, que es donde comprábamos las figuras la mayoría de niños de la época. También en la pastelería Fernández».

La asociación celebró en 2021 sus bodas de oro y ha sabido continuar con la labor que iniciaron sus fundadores, entre los que se encontraba Salvador Embid, director honorífico de Nueva Alcarria; Milagros del Castillo, entonces directora del colegio Rufino Blanco; el párroco de San Ginés, Julián García, y personas muy reconocidas de la ciudad como Teófilo Moratilla, José Antonio Aguado y Hermógenes Nogueroles. Se alternan con la asociación Nació en Belén para colocar el belén monumental de la plaza de Santo Domingo. Este año han puesto el de la iglesia de San Nicolás, el de la Diputación, otro en la comisaría de la Policía Nacional, el de los Playmobil, situado en el edificio de una empresa constructora, en la calle Miguel Fluiters, y los dioramas en el Infantado. 

En la asociación hay auténticos maestros belenistas, pero ninguno lo hace a título profesional. «Es una afición que requiere mucho tiempo y también esfuerzo. Todos lo hacen de forma desinteresada». Las figuras que emplean son obras de expertos artesanos, como el toledano José Luis Mayo, Salvatore di Francesco, italiano de Nápoles, o Daniel Alcántara. El resto de construcciones, el paisaje y el celaje del belén corre a cargo de los propios socios. «Toda la ambientación, con los ríos, montañas y demás, es difícil de conservar de un año para otro. Es algo que tienes que elaborar casi íntegramente».

La asociación supera el centenar de socios y, después de varios años en los que la media de edad era bastante avanzada, han conseguido incorporar a gente por debajo de los 40 años. «Es una tradición muy arraigada que no se va a perder, pero necesita que entre todos la alimentemos». El propio Miguel Ángel lo hace con su hija María de 12 años, a la que ya ha inculcado esta pasión en la que se mezclan la tradición y el arte.