Como cada 25 de noviembre, el Ayuntamiento de Marchamalo ha celebrado hoy un acto público de repulsa hacia la violencia machista, coincidiendo con la conmemoración en todo el mundo el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, denominado y fijado así por la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de promover acciones de concienciación a nivel mundial contra esta lacra social extendida en todas las naciones. En nuestro país ya son 35 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas en este año 2022, además de las centenares de personas, mujeres y niños, cuyas vidas quedan marcadas para siempre por la violencia que sufren en el seno de sus familias.
Durante el acto, en el que han participado representantes de los partidos políticos con representación en el pleno del Ayuntamiento de Marchamalo, junto con una variada representación de la sociedad civil de Marchamalo, se ha hecho lectura del manifiesto de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) por parte del Alcalde, Rafael Esteban, quien además ha anunciado que, a partir del próximo año 2023, Marchamalo contará con un Centro de la Mujer propio, el cual prestará servicio también a otros municipios del entorno.
El Centro de la Mujer de Marchamalo se ubicará en los locales municipales existentes en la calle Parral, y estará dotado con cuatro profesionales técnicas en materia de igualdad, violencia de género e inclusión, que prestarán soporte además de a Marchamalo también a otros municipios del entorno, siendo el décimo Centro de la Mujer gestionado por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha en la provincia de Guadalajara. Con ello se conseguirá cumplir con otra demanda histórica del municipio gallardo, consiguiendo un servicio reclamado a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha durante más de una década.
Después de la intervención del primer edil gallardo, el acto ha continuado con la lectura de un texto trabajado por parte de un grupo de alumnos y alumnas del IES 'Alejo Vera', presentes en el mismo, junto con la representación de la Asociación de Mujeres de Marchamalo, personal municipal, y un nutrido grupo de hombres y mujeres de la localidad que participaron en la dinámica de grupo posterior.
En la misma, organizada por los Servicios Sociales Municipales, se ha procedido a la construcción en grupo de un muro cuyos ladrillos simbolizaban las fortalezas que deben desarrollas las personas en general y las mujeres en particular para establecer límites y tomar las decisiones deseen, a la vez que, una vez construido, se procedía a derrumbarlo como metáfora del paso que debe dar la sociedad para eliminar la barrera de la indiferencia cuando se es testigo o se conocen casos de violencia o abusos contra las mujeres.